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domingo, 12 de mayo de 2013





 LA BELLA LETRA

A las dos de la tarde, cuando el calor agobia y el mundo parece retraerse a la quietud, ella se sentaba a su mesa de trabajo, en el corredor que daba al solar. Sobre el lienzo dibujaba las letras góticas  que pintaban textos alusivos a grados, condecoraciones, menciones. La pluma se empapaba de la tinta y era la magia del trazado fino. Al final, una obra digna de un copista medieval. Alcira Tinoco, la de la bella letra.


Hace años vi una película llamada Andrei Rubliov, pintor de íconos. En la historia hay un fragmento conmovedor: durante años, artesanos laboriosos construyen  una campana gigantesca, la que irá a adornar la cúpula de alguna iglesia ortodoxa rusa.  El día de su inauguración, el tañido de la campana se oye  a decenas de kilómetros a la redonda.



Esos oficios que pasan, esas labores que un día dejaron de ser importantes para la sociedad.  En las escuelas de Colombia, durante mucho tiempo, las planas fueron una actividad escolar importante. Los trazos que se hacían sobre el cuaderno ferrocarril, la mano que dibujaba el destino sinuoso de las letras, el maestro severo que corregía las desviaciones del pulso. Escribir una carta de amor implicaba un doble ejercicio: las palabras ansiosas de encantar al ser amado, el texto impecable en su forma.

 El New York Times publicó un artículo titulado "¿Está muerta la letra cursiva?" en el que expertos debaten
 sobre la decisión de una oficina federal de acabar con la obligatoriedad  de  enseñar este tipo de escritura en las escuelas públicas de Estados Unidos. Para Morgan Polikoff, profesor de la Universidad de California del Sur, "...los profesores deberían dedicarse a las habilidades y el conocimiento que impactarán a sus estudiantes en el futuro. Estos incluyen la letra de imprenta y la mecanografía, pero no la cursiva. Así como hemos hecho con el ábaco y la regla de cálculo, es hora de retirar de  la enseñanza  la escritura cursiva. Los días están contados".

Igual opina Kate Gladstone, directora del Concurso Mundial de Escritura a Mano: "Imponer la letra  cursiva para preservar la escritura manual es igual a imponer el sombrero de copa y las enaguas  para preservar el arte de la confección. Leer en letras cursivas es importante, y a los niños se les puede enseñar a leer escritura de la cual no están obligados a escribirla...¿Por qué no enseñar a los niños a leer cursiva, junto con otras habilidades vitales, que incluyen un estilo de escritura propio de  escritores efectivos?

Jim Brian, de la Universidad Arkansas Central, opina lo contrario:

 ...nuestra sociedad está perdiendo rápidamente la habilidad para comunicarse vía escritura cursiva. O no se enseña, o no se enfatiza en las escuelas norteamericanas como solía hacerse antes. Nos hemos vuelto completamente dependientes de las máquinas para comunicarnos con otros.


 Necesitamos enseñar cursiva a los niños para preservar la historia. Los correos electrónicos  se borran de manera rutinaria y no se guardan para la posteridad. Las letras en cursiva tienden a ser guardadas y apreciadas. Y. seamos honestos, recibir una carta escrita en cursiva es más significativo que una escrita en el computador.La escritura cursiva forma parte de una tradición mantenida durante mucho tiempo  y se debería continuar enseñando, no solo por el gusto de la tradición, sino para preservar la historia de nuestra nación".

 En igual sentido se expresó Susan Baruch, terapista ocupacional del Distrito Unificado de Beverly Hills en California:

Usar  el lápiz en el papel estimula el cerebro más que cualquier otra cosa, incluso en esta època de correos electrónicos, textos y tweets(trinos). En efecto, se ha demostrado que escribir en cursiva  mejora el desarrollo del cerebro en las áreas del pensamiento, el lenguaje y la memoria activa. La escritura cursiva estimula la sincronicidad y la sinapsis cerebral entre los hemisferios izquierdo y derecho, algo que no aparece en la letra de imprenta y la mecanografía...los estudiantes necesitan una variedad de tecnologías, entre las que se cuentan la escritura cursiva, para tener exito.

En Japón existe el Shodo, camino de la escritura, arte que se practica con pincel, papel de arroz y tinta china. Es un ejercicio complejo que requiere de mucha habilidad y paciencia. Cada trazo se considera un arte y existen torneos y eventos en los que los diestros calígrafos compiten para mostrar quién realiza los más bellos trazos. Hace poco leí que esta tradición está perdiendo vigencia en Japón, debido al uso masivo de los aparatos electrónicos.


Las manos, ese instrumento maravilloso que ha hecho posible el desarrollo de la humanidad, se transforman con cada avance científico y tecnológico. Maravilla ver niños de dos años de edad manejando una tablet con pericia e ingenio y solo queda pensar que el desarrollo del pensamiento está ligado de manera ineludible a las tecnologías que a los adultos nos causan desazón. ¿Quiénes tienen razón en los debates sobre la letra cursiva y el shodo? Sin duda, las artes tradicionales están condenadas a perder porque  los niños y los  jóvenes encuentran en los recursos tecnológicos nuevos su elemento  natural para el desarrollo de las habilidades mentales y físicas y un océano infinito para explorar,  descubrir y crear.

Sayuri, la protagonista principal de Memorias de una Geisha, la novela de Arthur Golden dice: 
Nuestro mundo no es nunca mas permanente que una ola que se eleva sobre el océano. Cualesquiera que sean nuestras luchas y nuestras victorias, comoquiera que las padezcamos, enseguida desaparecen en la corriente, como la tinta acuosa sobre el papel.


1 comentario:

  1. Lástima que el avance (que es muy bueno en muchos campos), traiga a la par, la pérdida de cosas tan hermosas y valiosas.

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