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sábado, 12 de septiembre de 2015



LOS CENTROS HISTÓRICOS: MEMORIA E IMAGINARIOS

Viajar por Colombia, sorprenderse ante los cambios acelerados que se viven en tantos lugares, procesos de urbanización, carreteras, túneles, represas, empresas madereras, minería, rebusque. Esos paisajes que algún día nos parecieron eternos son apenas recuerdo borroso.El nuevo paisaje urbano de los pueblos y ciudades: rascacielos, centros comerciales por doquier, zonas exclusivas, hermosas; barrios populares en los que cada casa es una tienda, un almacen, un depósito, un hotel. Zonas aledañas a las carreteras, de antiguo consideradas rurales, se han convertido en espacios urbanos en los que pululan hoteles, talleres de mecánica, restaurantes, bares, billares, cafés internet, ventas ambulantes, servicios sexuales express para conductores de vehículos de carga.


La memoria de los lugares se transforma  y a medida que transcurren los días se desvanece el recuerdo de sitios  que en determinado momento fueron imprescindibles en nuestras vidas. Leí  en El Espectador que dentro de poco tiempo se demolerá el edificio ubicado en la calle 24 con carrera 7, sede de los antiguos cinemas,  para dar paso a un nuevo edificio de oficinas.  En algunos lugares de Colombia se mantienen sectores considerados patrimonio arquitectónico, protegidos por una legislación especial y fuente constante de enfrentamientos entre los que consideran que se debe dar paso a "lo moderno" y los que luchan por mantener aisladas estas  áreas de cualquier intento de cambio.


En Guaduas se erige el Centro Histórico, protegido por la ley 163 de 1959.  Este lugar, significativo por contener los toposímbolos de la identidad local,  posee la estructura propia de los diseños arquitectónicos de origen español: la Casa de la Pola, el Convento de la Soledad, la Plaza de la Constitución, la Casa de los Virreyes, el Patio del Moro, la Casa consistorial, entre otros. Tejados y ladrillos de barro, aleros y zaguanes forman parte de la estructura de las casas.

No ha escapado este espacio a los conflictos y a la lucha de intereses a lo largo de su historia. Unas décadas atrás, reinaba la anarquía y la voluntad de un político todopoderoso, quien acumulaba el poder y de él dependían  las decisiones sobre lo divino y lo humano. El Centro histórico sufrió remodelaciones en algunas casas que afectaron la estructura  urbana colonial. Afortunadamente, el conjunto general se mantiene.


¿Qué valor posee un centro histórico para mantenerlo y promoverlo entre los turistas ávidos de experiencias relacionadas con la tradición histórica? Depende de las intenciones de las administraciones públicas, las entidades culturales como los Centros de historia, las Casas de la cultura, las instituciones educativas, la participaciòn ciudadana   y el criterio de  los empresarios.


Observo dos poblaciones hermanas, Honda y Guaduas, con zonas històricas de inmenso valor arquitectònico y cultural. Me parece que ha sido Honda mas efectiva en la conservaciòn y el cuidado de sus joyas arquitectònicas, por lo que en la actualidad se vive un proceso complejo de gentrificaciòn, cuyas implicaciones desconozco. Guaduas se debate entre la indiferencia general y la ausencia de polìticas pùblicas orientadas a conservar el centro històrico, con el consiguiente deterioro de sus lugares emblemàticos.


Hace algún tiempo leí un texto de George Steiner en relación con lo que él considera como lo identitario de una amplia región del mundo : 




Europa es ante todo un café repleto de gentes y palabras, donde se escribe poesía, filosofa,...ese cafe... es inseparable de las grandes empresas artísticas y políticas de occidente...(La) segunda seña de identidad europea es compartida por todos los países europeos...el paisaje caminable, la geografía hecha a la medida de los pies. El tercer rasgo..es el de poner nombres a las calles y a las plazas de los grandes estadistas, científicos, artistas y escritores del pasado, algo inconcebible en América.





Para los colombianos, uno de los rasgos representativos del espacio público  lo constituye la arquitectura que se desarrolló en la Colonia. Sin duda alguna, este modelo urbanístico nos legó  una tradición  basada en la plaza como epicentro de la vida ciudadana: la iglesia, imponente, al frente la plaza, cuadrado que congrega los ires y venires de los habitantes de cualquier rincòn de nuestro paìs. El conjunto de viviendas alrededor de la plaza ofrece una panoràmica descansada y magnificente. Las plazas han devenido parques, de allì la importancia de mantener las que quedan. Son pocas y resumen una experiencia singular en el conjunto de las arquitecturas del mundo.


La exuberancia del trópico y el embrujo de la arquitectura colonial.¿Qué mas pedir?