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sábado, 25 de abril de 2020


Quítese El Exceso De Equipaje. |

                  VIAJAR LIGERO

Eso plantea Pepe Mujica. Viajar ligero en la vida. Así que toca hacer un alto en el camino y preguntarnos cuánto de lo que hacemos y aspiramos  representa una carga que hay que desechar. Para los que quieran. 

Cuánto pesa el planeta Tierra?

Esta situación de pandemia nos ha dejado una lección magistral: nada es seguro en la vida. De un momento a otro, lo que nos parecía empotrado en la rutina inexorable, dejó de ser. Y así sea por un instante, la lección valiosa es la de que la incertidumbre es la timonel que dirige nuestros destinos. 

Frente al hecho formidable de sabernos menos poderosos, de reconocer que existen seres a los que miramos con microscopio y despreciamos con soberbia, formamos parte de una planeta en el que conviven- y en especial malviven- especies diversas,  así que cada acto nuestro repercute en el equilibrio del planeta. Además, esos seres, diminutos o enormes,  esa naturaleza esplendorosa que hemos convertido en muladar, al igual que nosotros, actúan y nos afectan hasta el punto de amenazarnos y recluirnos. No somos únicos ni exclusivos.

Y lo mejor: frente a circunstancias excepcionales, las personas son capaces de desarrollar estrategias, salidas originales a las crisis. Si no, que lo digan los maestros, que en apenas dos días debieron armar una estrategia de enseñanza virtual, sin preparación previa.


Voy pues a comenzar a contar qué llevaré en mi maleta ligera: 
Mas comprensión por las personas y sus vidas.
Lecturas mas meditadas.
Mas encuentros con los amigos alrededor de un buen piquete o asado.
Las memorias de los paisajes contemplados.
El  amor de mi familia.


La solidaridad con los excluidos del festín.
Los ratos placenteros.
Mis bluyines y un buen par de tenis.
La curiosidad por lo que viene.
Los diálogos sin agresiones, la búsqueda de un punto de acuerdo, la alegría de reconocer un buen argumento.De admitir el error.

Recuerdos de Infancia | Mi rincon personal


Los recuerdos de infancia.
La confianza en la inventiva humana para el bien.
Quisiera llevar los libros que he amado, pero pesan mucho, así que me conformo con unos pocos.
Son tantas cosas que creo que solo queda reducirlas a una: en mi maleta solo echaré el amor infinito por la vida.


sábado, 18 de abril de 2020






 LA SOLEDAD CONSTRUCTIVA

A lo largo del tiempo, personas de diversas regiones, clase social, edad, sexo y etnia han decidido aislarse de manera voluntaria  del mundanal ruido. Las motivaciones son variadas, y en esencia se relacionan con búsquedas de carácter místico, de rechazo a estilos de vida, de compenetración con la naturaleza, de proyectos comunitarios y políticos, o sencillamente, para escapar a persecuciones.

Henry David Thoreau (Concord, Massachusstes, 12 de julio de 1812-6 de mayo de 1862),  naturista, filósofo, agrimensor, maestro y fabricante de lápices "se embarcó en un experimento de vida sencilla que inició el 4 de julio de 1845 cuando se mudó a una pequeña casa que había construido en tierra propiedad de Emerson en un bosque de repoblación alrededor de las costas de Walden Pond".


Fui a los bosques porque quería vivir solo, deliberadamente, para afrontar los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que tenía que enseñar y no descubrir, a la hora de la muerte, que no había vivido. No quería vivir lo que no era vida, ni quería practicar la renuncia, a menos que fuese necesario. Quería vivir profundamente y extraer toda la médula a la vida, vivir de una forma tan intensa y espartana que pudiese prescindir de todo lo que no era vida... (H. D. Thoreau, "Dónde viví, para qué viví", de su Walden, o La vida en los bosques" (Wikipedia).

Así que para  Thoreau,  el encierro fue una experiencia  de soledad constructiva :

Sentimos que Thoreau veía el puesto avanzado de Walden menos como una necesidad defensiva que como un lugar de oportunidad donde podía hacer lo que no podía hacer fácilmente en el mundo cotidiano: a saber, concentrarse, concentrarse, lo que siempre sospeché era una forma de él para manejar la ansiedad incipiente y el desaliento.

La educación implicaba además una inmersión total en la naturaleza: en plantas, en estaciones, en estrellas, en todas las criaturas de cuatro patas, aladas y escaladas. Para Thoreau, la Naturaleza era una conciencia comunicativa, y quería estar disponible para ella, antenas levantadas. La receptividad total requería la eliminación del clamor impulsado por el ego, que era como, en sus momentos más estresados, veía el discurso humano(Sobre la soledad constructiva de Thoreau, Holland Cotter, New York Times).

Por coronavirus, toque de queda en Córdoba, Magdalena y Sincelejo ...

¿Qué sucede cuando el aislamiento sucede por razones ajenas a nosotros? Sin ningún tipo de preparación, nos hemos encerrado en el breve espacio de nuestros hogares y todo aquello que nutría nuestras vivencias cotidianas ha sido dejado de lado. Así que nos ha tocado reinventarnos para paliar un encierro necesario.

Italia: Música desde los balcones en el corazón de la pandemia ...

He visto pluralidad de acciones desarrolladas en casa. Algunas fortalecen encuentros familiares alrededor de juegos de mesa, películas, comidas. Algunos padres comparten con sus hijos las actividades escolares. El celular y el computador son los compañeros permanentes en este encierro. El yoga ha ganado adeptos, al igual que los videos de ejercicios físicos, danza y baile. Los balcones se han vuelto escenarios de encuentros, música y expresiones de agradecimiento con los que laboran y sirven en esta circunstancia difícil. La nevera es el personaje mas popular de la casa.

Cómo sobrevivir al confinamiento por el coronavirus sin divorciarse

Leo que  la violencia intrafamiliar se ha disparado. Y la incertidumbre por el trabajo crece cada día. Las explosiones de ira se vuelven habituales y se vive un ambiente de tensión en muchos  hogares. Llegan facturas y la tranquilidad desaparece. Un porcentaje elevado de colombianos sufre para conseguir lo básico.

Cuando las circunstancias son tan poderosas que no nos dan un margen de acción, sentimos que las fortalezas de nuestra razón son vulnerables, frágiles. A la vez, aprendemos rápido que ante lo inesperado  surge la creatividad. Así que dedicamos un buen tiempo a urdir planes, estrategias, proyectos, soluciones a nuestros problemas. Ahí es cuando el pensamiento se aviva y traspasa los límites de lo normal, de lo ya hecho.

Los héroes malagueños de la batalla contra el coronavirus | Diario Sur

Creo que conviene también  dedicar unos minutos del día a pensar en lo que significan nuestras vidas, la manera como interactuamos con nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo. En reflexionar sobre lo que significan el afecto, el amor, el respeto a los seres humanos, el odio, la violencia  y cómo nos influyen de manera negativa o positiva. Hoy, cuando  el racismo y la discriminación a la mujer se exacerban por cuenta de predicadores de odio, merece un momento especial pensar cuántos de nuestros comportamientos y actitudes van en contravía de los derechos humanos, cuánto de nuestras acciones están determinadas por consumos innecesarios. Para cuestiones espirituales, cada uno se hará las preguntas acerca de la relación entre lo divino y lo humano y su influencia en nuestras vidas.

Coronavirus reto doble para las familias - Periódico Vivir en El ...

Otro tipo de reflexiones tienen que ver con lo público: ¿Cómo valoramos el papel del estado en ramas vitales como la salud, la vivienda, el trabajo y la educación? ¿Qué actitudes mantenemos frente a la corrupción en el estado y la empresa privada? ¿Qué valor atribuimos al cuidado y conservación del ambiente? ¿Cuál es el valor de la ciencia para nuestro bienestar? ¿Aceptaremos volver a las dinámicas tramposas de la política partidista? 

En fin, la reflexión juiciosa nos permite cuestionarnos muchas ideas preconcebidas. De lo que se trata es de asumir actitudes mas generosas con nosotros, con la sociedad y con el valor de existir como comunidad. 












sábado, 11 de abril de 2020


Resultado de imagen de horizontes

CUANDO MIRE LEJOS

Cuando mire lejos se abrirá un nuevo sendero. Allende las montañas una inmensidad desconocida me espera. Un mundo nuevo.

Cuando mire lejos ahogaré los recuerdos, las tristezas.  Brilla una luz nueva, de esperanzas. 

Resultado de imagen de horizontes

Cuando mire lejos, anhelos de otros mundos, otras voces, caricias y refugio nuevos.

Cuando mire lejos, ¿acaso se borrarán los recuerdos? ¿dejarán de brillar las luces de la calle donde la infancia emprendió vuelo?

Cuando mire lejos, ¿la lumbre que encendió nuestras risas morirá en la madrugada?

Cuando mire lejos, ¿se borrarán los rostros, las palabras tiernas?

Cuando mire lejos, resonará  el eco.   

Resultado de imagen de horizontes

sábado, 4 de abril de 2020



Enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) | CDC

CERTEZAS E INCERTIDUMBRES EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

Recorrer sin prisa los lugares, reconocer en cada esquina, en cada rincón pequeñas historias ligadas a nuestro devenir, alargar la mirada en las avenidas, apurar el paso, revivir cada mañana los avatares del metro o del bus, comprar todos los días en la tienda, conversar, responder, aspirar el esmog de la ciudad o el aire limpio de los pueblos, contemplar la montaña, el sol, el río,bañarse en el mar, en el río,  reunirse con los amigos en el bar, el restaurante, la cita llena de esperanzas, en fin, un día y otro, acumulados, los que nos permiten trazar la cartografía de un lugar y de nosotros mismos.

El virus lo cambió todo. Confinados en nuestras casas, asumimos una rutina imprevista, desaprendemos los ritmos del  día a día y nos disponemos a vivir una experiencia en la que confluyen nuevas rutinas, y en la que afloran temores nuevos: perder el empleo, el rebusque, la venta. El dinero, maestro. Echamos mano de los ahorros, nos endeudamos y aprendemos pronto a estirar los pesos. La seguridad se fue a pique. 

Coronavirus (CoV) GLOBAL

Agotamos nuestro ingenio y echamos a andar prácticas olvidadas: leer un libro, conversar a la hora de la comida, ver una película, mirar por la ventana, arreglar la mesa, pintar una pared, asear la casa, rebuscar entre los trebejos, jugar con los chicos. Un día de pico y cédula al supermercado o a la tienda a aprovisionarnos de lo necesario. A ratos, se desata una pequeña tormenta y los niños convierten los espacios del hogar en montaña rusa, pista de saltos, ring de lucha libre.

Los celulares trabajan horas extras. Redes sociales, whatsapp a la lata, cadenas de chistes, noticias falsas, memes, oraciones, vaticinios. Whatsapp, Facebook e instagram son el recipiente de predicciones, fórmulas infalibles para atacar el virus, cadenas de oraciones, avisos premonitorios sobre el fin de la humanidad, clases de meditación, consejos culinarios, deportivos, sexuales. 

La OMS alerta de la escasez de mascarillas para protegerse del ...

Reconocemos el papel del estado, la necesidad de contrarrestar la arremetida de gobiernos proclives a favorecer a las grandes corporaciones. entendemos el valor de la salud como una responsabilidad del estado y no de empresarios privados, descubrimos el potencial de la educación en internet, la importancia de los maestros  y evidenciamos la debilidad de diversos sectores sociales, desprotegidos del todo.

Vivenciamos la solidaridad con la familia, los amigos, reconocemos el valor del personal de salud-desde el camillero hasta el especialista-,  la necesidad de garantizarles la estabilidad laboral y salarial. La moda se renueva con los tapabocas y la distancia social-adiós a saludos de mano, abrazos, besos- es la norma: de 1,50 mts a 2mts de distancia.



Y en cosa de segundos, pasamos de la seguridad de la que nos vanagloriábamos a la incertidumbre. Se derrumban las certezas, asoma el miedo. Aprendemos que todo se desvanece en el aire. Las fortalezas se derrumban el día menos esperado, de la forma menos esperada. Solo queda aprender a vivir con lo incierto, aprender  a movernos por  las rutas desconocidas del diario devenir. La eperanza,  la compañera de viaje ante las vicisitudes y los problemas.

Reconocemos el inmenso valor de la ciencia. El discurso de epidemiólogos, virólogos, médicos, científicos se torna familiar y atendemos las recomendaciones de los que saben bien. Falsos gurúes, avivatos disfrazados de profetas callan ante la imposibilidad de convencer con promesas. Queda la esperanza sincera, el valor de la trascendencia, la fe que mueve montañas. 

Coronavirus: 10 buenas noticias sobre la epidemia (como que ya hay ...

Por un momento, miramos el devenir del mundo y nos preguntamos si esta forma de vivir es la mejor, si vale la pena seguir agotando los recursos naturales en aras del consumo desaforado. Por fin miramos pa' dentro.  Indagar por lo que significa nuestra vida, la muerte,  cómo amamos, cómo tratamos a nuestros semejantes, qué valor asignamos a las demás especies, a los seres inertes, qué tanto respetamos las normas de convivencia. 

Hemos comprobado que todo cambia, que las certezas de hoy son las dudas de mañana. En mi caso, ratifico un hecho: somos parte de la naturaleza y como tal, debemos amarla y respetarla. llegó el momento de preguntarnos si nuestros pequeños y grandes placeres merecen un replanteo, si solo el consumo puede explicarnos y otorgar sentidos a la existencia humana, o si existen maneras de alcanzar cierta plenitud en cuestiones tan sencillas y a la vez tan hermosas, como nos lo plantea  Rachel Carson: 

Aquellos que moran, como científicos o aficionados, entre las bellezas y misterios de la tierra nunca están solos o cansados de la vida. Cualesquiera sean las molestias o preocupaciones de sus vidas personales, sus pensamientos pueden encontrar caminos que los conduzcan a la satisfacción interior y a un renovado entusiasmo por la vida. Aquellos que contemplan la belleza de la tierra encuentran reservas de fortaleza que durarán tanto como duren sus vidas. Hay belleza y simbolismo en la migración de las aves, el flujo y reflujo de las mareas, el capullo doblado listo para la primavera. Hay algo infinitamente sanador en los estribillos repetidos de la naturaleza- la certeza de que tras la noche llega el amanecer, y la primavera sigue al invierno(El sentido del asombro).

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