YA NO EXISTE

El bosque de Somne en Francia posee un abanico de arces que se elevan al cielo. " Un bosque de árboles fornidos y altos como columnas de un templo". Si tuviésemos la posibilidad de visitarlo, nos sorprendería saber que allí se llevó a cabo una batalla durante la primera guerra mundial "en la que murieron 20.000 soldados en un solo día, el 1 de julio de 1916". Una fotógrafa japonesa, Tomodo Yoneda,  se ha dedicado a fotografiar lo que ya no existe, como en el caso de Somne:

 En las fotografías el campo de batalla es un barrizal de cráteres, de trincheras abiertas como cicatrices en la tierra pelada, de marañas de alambre espinoso. Un siglo después, un bosque de arces resplandece con el verdor fragante de la savia en verano: los árboles, tan próximos entre sí, alcanzan con sus raíces los restos orgánicos mas resistentes de la batalla, el estiércol antiguo de los muertos: son los muertos que parecen alzarse de la tierra, transmutados en árboles, en una nutrida procesión mas solemne que las cruces blancas en los cementerios militares". " (Antonio Muñoz Molina, Visibilidad de lo invisible, El País).

"En una de sus fotos mas sobrecogedoras, toda de azules y grises tamizados de bruma, se ve el mar desde la orilla, una línea  de olas que van formándose al acercarse a ella, un horizonte encapotado como de inminencia de amanecer...este es exactamente el mar que veía cada amanecer Josef Mengele, el viejo vigoroso y metódico asesino que pasó sus últimos años refugiado en Brasil y se ahogó cuando salió a nadar muy temprano una mañana de 1978"(Molina, El País).  Así que los registros fotográficos esconden  un pasado olvidado, una reiteración del carácter cambiante y a la vez efímero de las cosas.

Para quien conoce la historia de lo que ocurrió en determinado tiempo, la foto remite a un pasado que se actualiza con cada nueva mirada. Solemos cargar con la memoria de momentos ya idos, tramos de vida que permanecen por la fuerza dado su impacto en nuestra biografía. Para aquellos que ignoraban los hechos mencionados en el pie de foto, lo actual se llena de la presencia inquietante de historias de dolor, alegría, sorpresa. 

                                                                                                                                                Medellín

Leo en El País que existen unos programas capaces de dotar de color las fotos antiguas e incluso convertirlas en videos. ¿Acaso es el deseo de volver presente aquello que es pasado, de actualizar momentos y dotarlos del ritmo de lo presente? ¿ La sensación de ver a personas en sus edades mozas, de registrar hechos y circunstancias ya idas forma  parte del deseo contemporáneo de convertirlo todo en presente continuo?  A diferencia de las fotos de Yoneda, lo que se busca en este caso es convertir por un momento el recuerdo en novedad, una manera velada de sentir la inmortalidad.

Deberíamos realizar ejercicios continuos de observación de fotos para adivinar, suponer, conocer el tránsito de la vida, los cambios permanentes y la acumulación de capas de historias, de acontecimientos grandiosos y pequeños para ratificar el sentido efímero de nuestra existencia.

 

PÉTALOS Y POEMAS

Lejanos los tiempos en que el pétalo de una flor servía de separador de hojas de un  libro, testimonio de un amor sujeto al paso del tiempo. Acaso ese pétalo pervivía mas allá de las promesas amorosas, que se marchitaban primero; o eran el testimonio irrefutable de  amantes fervientes.

Que sea el pétalo de una flor el símbolo del amor ratifica la condición perecedera de los actos humanos. Ese pétalo se transforma y refleja el ritmo cambiante de la vida, los avatares que marcan huellas definitivas y narran la historias de amores sujetos al desgaste inevitable por el paso del tiempo. Pasados los años, alguien abre un libro y descubre, aprisionado entre la hojas, un pétalo deslucido, desgastado. Surge la curiosidad, las preguntas afloran:¿duró ese amor? ¿tuvo un final triste? dónde están esos amantes? 

Cuenta Irene Vallejo en El Infinito en un Junco:

"Cuando apenas se conocían, mi padre le regaló a mi madre un ejemplar de Trilce, los poemas de juventud de César Vallejo. Tal vez nada de lo que sucedió después hubiera sido posible sin la emoción que esos versos despertaron. Ciertas lecturas son una forma de derribar barreras, ciertas lecturas nos recomiendan al desconocido que las ama. No tengo parentesco con el prodigioso  César Vallejo, pero lo he  injertado en mi árbol genealógico. Igual que mis remotos bisabuelos, el poeta fue necesario para que yo existiera. (Irene Vallejo, el Infinito en un Junco).

 En mi caso, he incluido en mi árbol genealógico a Alejo Durán y a García Márquez por ser facilitadores de un enamoramiento  que hoy sigue vigente. El color, los ritmos, el sabor de la tierra caliente,  las calles que hierven al mediodía, las mariposas amarillas y el río que lleva y trae historias de congojas y anhelos.

Igual que los pétalos, son los libros, los poemas, la pulsera comprada en la feria artesanal, las cartas, la cajita de chocolates  parte del inventario de los amores felices o contrariados. Hoy, los memes, los mensajes instantáneos expresan el anhelo eterno de felicidad.

Pétalos y poemas como mensajeros del deseo, de la fiebre del amor. 

LAS OTRAS NOTICIAS-MIS NOTICIAS- 

Escuchar, ver o leer  noticias constituye un acto de masoquismo, un ejercicio sistemático de autolapidación, una manera de acostumbrarnos a las tragedias cotidianas, apenas aliviadas por el siguiente programa, un reality en el que jueces famosos emiten sus conceptos sobre música, cocina o pruebas arduas. Para Juan Villoro, "desde el punto de vista informativo, la realidad nacional  es un sitio donde se dispara. El crimen integra un relato sólo interrumpido por algún escándalo. ¿Es posible vincular las noticias con nuestra percepción cotidiana del entorno?"(Un metro cuadrado de país, el Vértigo Horizontal).

El autor mexicano decide explorar en "un metro cuadrado del país": la esquina de Miguel Ángel  de Quevedo y Universidad, en ciudad de México. Ve un zapato de niña, una lata de refresco, un empaque de comida para llevar, una cajetilla de cigarrillos, envases, mas desperdicios, envolturas de marcas extranjeras...Pocas cosas deprimen tanto como mirar  con atención un metro cuadrado de país...Los descendientes de los hombres de maíz somos depositarios  de un basurero en el que ni siquiera producimos lo que desechamos"(Un metro..).

Hastiado de los noticieros nacionales, voy a intentar seguir la práctica de Villoro y armaré un noticiero con cuestiones que poco o nunca se dicen en los reportes:

Niños se escapan de colegio para protagonizar un encarnizado partido de fútbol en un potrero cercano al plantel educativo.

Doña Pepa preparó un suculento sancocho el pasado fin de semana para celebrar la salida de la cárcel de su hijo. Asistieron 50 personas, las que quedaron satisfechas con la pericia culinaria de la mujer.

Luego de dos horas de retoques ante el espejo, Susanita llegó radiante a la boda de su hermana. 

Perros y chulos devoran la basura dispuesta en la calle de un barrio de Bogotá, debido al retraso del carro recolector.

Una mujer paralizó el tráfico en una congestionada vía de Medellín. Su belleza y encanto fueron  capaces de hacer olvidar las rabias del trancón.

Una pareja demoró cuatro días, seis horas, veinticinco minutos y 16 segundos en volverse a hablar. Se desconocen los motivos de la pelea.

El pasado sábado, miles de jóvenes y viejos en Cali decidieron olvidarse por un rato de las angustias diarias y tomaron cerveza, bailaron, charlaron y colmaron los moteles. 

La lluvia permanente de Bogotá ha ocasionado a   cientos de miles de ciudadanos crisis de nostalgia, ansiedad, depresión y deseos de escapar de la ciudad. 

Los domingos se llenan los parques y vías con personas y mascotas. La mayoría no recoge los excrementos de sus adoradas mascotas. 

No ocurrió nada extraordinario el fin de semana pasado.

Cientos de personas acuden a parques y realizan caminatas  para disfrutar del aire puro y observar plantas y aves en bosques cercanos a la ciudad.

Tremendo duelo de bailarines en discoteca local. Los concursantes dieron lo mejor de ellos y todos quedaron contentos y listos para la próxima rumba.

Un grupo de amigos disfrutó de una charla amena el fin de semana pasado.

Una comunidad del Pacífico asistió al templo a orar y luego participaron en el bazar para recoger fondos destinados a arreglar la escuela de la vereda.

Vecinos de un barrio cierran una cuadra y preparan delicioso sancocho.

Hoy se despertaron  millones de familias angustiadas por el  desempleo, los impuestos y las deudas.

A misiá Toña se le acabó el arroz. Una vecina acudió presta en su ayuda.

Torneo informal de chismes. En un pequeño pueblo cundinamarqués, los hombres acostumbran a sentarse en el atrio de la iglesia a despotricar de los que pasan por este lugar. 

Diez clientes llegaron esperanzados a encontrar respuestas a sus problemas. El brujo dice ser del Amazonas.

Este sábado asistieron a las salas de belleza cerca de mil mujeres para ponerse bellas y disfrutar de las ferias y fiestas del pueblo.

Hombre se quedó dormido mientras hacía el amor.

Lluvia de arreboles ayer en la tarde.

Amelia, las de los ojos verdes, se repantigó en su sillón viejo y leyó, sin prisa y sin pausa, La Cuadra, de Gilmer Mesa.



Hizo frío en la madrugada y el rocío bañó la flores de  jardines y bosques.

Una mañana cualquiera, miles, cientos de miles, millones de personas se levantaron sin ganas de ir a trabajar.

Profesora deslumbra a 35 niños de una escuela pública con una clase llena de relatos y sonrisas.