Buscar en este blog

jueves, 30 de agosto de 2012



DOÑA TRÁNSITO

Tránsito Acevedo- doña Tancho- fue una mujer extraordinaria que dedicó su vida a educar niños de los sectores rurales de Guaduas. Algunas escuelas nacieron gracias a las iniciativas de esta mujer, al igual que su liderazgo logró el reconocimiento de Juntas de Acción comunal de diversas veredas del municipio.

Doña Tránsito fue, además, impulsora de labores artesanales con barro, guadua, cañecastilla y una firme defensora de los derechos de los artesanos  locales. Debo decir, en honor  a la verdad, que se sentía orgullosa de su militancia conservadora,  y no sé si en alguna ocasión formó parte del Concejo Municipal. Lo que sí sé es que en una época de prevalencia masculina, su presencia causaba respeto en todas las actividades sociales y políticas en las que participaba.


Poseía una pequeña finca  en la vereda del Perú. El lugar posee el encanto de las haciendas que otrora fueron grandes propiedades, y se dice que un área de la casa conserva las mazmorras en las que se castigaba  a los peones por allá a finales del siglo XIX y comienzos del XX. dudo mucho de esta versión, pero es la que ha hecho carrera en Guaduas.

Recuerdo que , además de sus hijos, crio a varios niños sin hogar, y no dudaba en quitarse el pan de la boca para brindárselo a quien lo necesitara. Era su casa taller, escuela, lugar de celebraciones, altar. Y por navidad, los buñuelos, la natilla, los tamales, las novenas y la pólvora hacían las delicias de su familia- y qué gran familia, llena de artistas y soñadores- y de los vecinos, que al calor de un guarapo o una taza de chicha cantaban con amor los villancicos provenientes de esa España que ella amaba antrañablemente.

Cuando comencé a escribir este post tenía otra intención. La alusión a doña Tránsito iba a ser tangencial, para hablar de la memoria, pero me salieron estas líneas que expresan mi admiración por esa mujer tan dada al servicio social, al arte, la música y el bienestar de sectores populares.


En alguna ocasión su hijo Juanito  nos invitó a mí y a mi familia a compartir un sancocho en compañia de un grupo de amigos. Pasada la tarde, sentados bajo la fronda de un árbol enorme, nos dedicamos a charlar y a hablar de tantas cosas. Salío entonces el tema de la poesía y Tanchito, como por arte de encantamiento, declamó un poema que duró...15 minutos! Yo no salía de mi asombro, pues ella  contaba más de ochenta calendarios.  Intenté contemporizar con  los asistentes y de mi boca salieron poemitas de escasos segundos de duración. Invité a los chicos que nos acompañaban a declamar los poemas aprendidos en la escuela y el colegio, y todos sin excepción "salieron calcetos".

La casa ha adquirido nuevos dueños y aspiro a que cuando le metan  mano,  conserven el estilo de la casa hacienda, pues ya no quedan vestigios de ellas en Guaduas. Y al decir "conservar", no me refiero a la visión rígida de utilizar los mismos materiales de hace dos siglos. En Cartagena disfruté la belleza de casas coloniales restauradas con elementos y materiales modernos, que las hacen más cómodas y habitables.

Cuando rememoro a personas de estas calidades procuro que el mensaje se lea en términos actuales, es decir, me interesa destacar la vigencia de vidas que pusieron su granito de arena para hacer de sus casas, sus veredas, barrios y pueblos escenarios de  buena  convivencia y bienestar. 


domingo, 26 de agosto de 2012





SONIA BRAGA Y LA SENSUALIDAD


En la década de los setenta y luego en los ochenta, Brasil representó para muchos latinoamericanos el referente obligado con respecto a la música, el cine, la poesía. Vivía nuestro continente, sobre todo en los setentas, un ambiente de ebullición debido a la influencia de la revolución cubana, el boom latinoamericano, la samba y el bossa nova.

Y por supuesto, Jorge Amado. Sus novelas pasaron de mano en mano en la Nacional y así fue creciendo el culto por la literatura brasilera y en especial, por los personajes femeninos de Amado: doña Flor, Gabriela,Tieta, Teresa Batista. 

Un día fui a cine a ver Gabriela , clavo y canela, dirigida por Bruno Barreto, y quedé prendado de la actriz que en hora y media me sedujo para siempre: Sonia Braga. Luego fue Doña Flor y sus dos maridos, Tieta, y la topé, ya madura, en la serie estadounidense de Sex and the city.





En mi cabeza juvenil se mezclaba el verdor del valle de Guaduas y la cabellera ondulante de aquella mujer que me quitaba el aliento. Esos ojos provocadores, su piel mulata, la disposición para el amor ardiente. Ella representaba en mi mundo la avanzada erótico-revolucionaria que preludiaba un paraíso de emociones tropicales. Cuando filmó Tieta, la vi madura, redonda y, por supuesto, seguía siendo ese volcán  encendido  en un mundo que había dejado los arrebatos revolucionarios por las promesas del mercado. 



Sonia, diosa mulata, hechizo tropical, cabellera de helechos junto al río incesante del deseo masculino. 

Nada más provocativo que las ondas producidas por la sonrisa pícara de una mujer, nada más mortífero que una mirada cálida que promete oasis de pasión, nada más poético que el caminar sensual de una mujer.  Ah, Sonia, te sobraste en ese campo.

Hace poco leí en el New York times que muchos escritores norteamericanos de las nuevas generaciones han  emprendido una cruzada contra escritores veteranos  que en su momento representaron una avanzada  en el tema complicado del sexo y el erotismo:   John Updike, Philip Roth, entre otros, son presa del furor moral de  escritores que se sitúan en una perspectiva menos licenciosa, más aséptica y moralista. Tal vez el sida y el partido republicano han logrado hacer mella en las cuestiones del sexo.  O, especulo, el deseo  se ha refugiado en los millones de paginas porno en internet. 

Creo que el dilema eterno entre lo íntimo y lo público,  entre el deseo y la prohibición  ha tomado caminos inesperados. Lo políticamente correcto acorrala la espontaneidad, y la seducción ha pasado de ser una de las maneras más bellas con que cuenta el ser humano para la conquista amorosa a formar parte destacada de los códigos penales. 

Yo, desde mis cuarteles de invierno, resisto el avance poderoso de los ejércitos de la moral que amenazan con reducir hasta su mínima expresión la libertad y el erotismo. Sonia, te nombro abanderada de un movimiento que busca ampliar los confines de la sensualidad y el placer.

Releo el artículo y tiemblo al comprobar que el color verde del texto...(Oh, Freud).




jueves, 23 de agosto de 2012


BUDA EN EL DESVÁN

A Diego
Solemos encontrarnos con amigos, viejos conocidos que por circunstancias de la vida partieron un día a otros lugares. A medida que transcurre la conversación, pareciera como si el lugar del cual provienen hiciera presencia en las palabras, en los gestos, en los silencios. Cargan con los aromas y las imágenes de sus nuevas moradas. Emigrar, trasladarse a nuevos sitios, acoger otras rutas, radicarse en territorios distintos forman parte de la existencia humana. 

El inmigrante carga con su maleta de recuerdos a cuestas. Le es difícil dejar de lado la historia personal que ha construido en el intercambio diario con sus familiares y amigos, le cuesta abandonar las imágenes de los paisajes en los que ha vivido, los sabores que se adhieren a su cerebro y que constituyen una parte importante de la memoria.

Migración es  sinónimo de esperanza. Se viaja en busca de mejores condiciones de vida,el sacrificio implica dejar lo que se ama porque se desea, con el viaje, fortalecer y darle fuerza a aquello que se queda aquí. El migrante lleva la fe, se nutre del recuerdo y aguanta. Aunque a veces la ida es el deseo de abandonar y olvidar esta tierra que ya no se siente propia.

Muchas veces las migraciones son el resultado de la violencia que imponen grupos motivados por la codicia, la intolerancia y el deseo de imponer los valores de una etnia, un pueblo, una región. Cada conflicto ocasiona el éxodo de grupos que huyen de la barbarie y el mapamundi se adecúa a los caprichos del grupo ganador.


A comienzos de este año leí la  reseña de una novela, "Buddha in the attic", y me propuse conseguirla. Una circunstancia especial me permitió tener en mis manos esta historia escrita por Julie Otsuka-Gracias,Laura- y que trata de las "picture brides", japonesas que entre 1908 y 1920 marcharon a Estados Unidos, ofrecidas en matrimonio por sus familias. El único contacto eran fotos de sus futuros maridos y cartas con promesas de mejores oportunidades. Historia de una migración motivada por la necesidad de mejorar las condiciones de vida de un grupo de mujeres provenientes de distintos lugares de Japón, que abandonaban un país aferrado a sus tradiciones legendarias, en el periodo siguiente a  la primera guerra mundial.

¿Cómo contar una historia en las que las protagonistas son un grupo de mujeres que abandonan su país para casarse con hombres que han visto solo en fotos? Otsuka asume una voz colectiva, "nosotras", para plasmar una epopeya femenina en la que las diversas etapas del tránsito hacia la nueva vida marcan el destino de estas mujeres cuyo pasado y memoria parecen las" estelas de un bote que navega en la oscuridad ".
.


El primer capítulo,VENGAN, JAPONESAS, comienza con esta frase: En el barco, la mayoría éramos vírgenes. Un grupo de mujeres,muchas de ellas  adolescentes, provenientes de zonas rurales y urbanas, compara las fotos de sus futuros maridos: eran jóvenes hermosos,de ojos oscuros y cabezas llenas de cabello y piel suave y perfecta . Durante los primeros días de travesía, el vaivén de las olas produce estragos en las mujeres. Poco a poco, los sentimientos de lo que ha quedado atrás y las expectativas de una nueva vida se mezclan y marcan la vida en la embarcación. 

Al arribar la nave a las costas de California, las mujeres realizan un descubrimiento soprendente: en el barco, no podíamos haber sabido que cuando vimos a nuestros esposos por primera vez no teníamos idea de quienes eran. Que la multitud de hombres de gorras tejidas y abrigos negros raídos que nos esperaban en el muelle no tenían parecido con los hermosos jóvenes de las fotografías.

A partir de ese momento comienza un viaje físico y una aventura espiritual que transformará sus vidas. Curtidas en el oficio de la agricultura, muchas convierten los campos en prósperos cultivos: ...vagábamos de un campo de labor al siguiente en sus valles polvorientos y calientes-El Sacramento, el Imperial, el San Joaquín- y hombro a hombro con nuestros esposos trabajábamos sus tierras.Recogimos sus fresas en Watsonville. Recogimos sus uvas en Fresno y Denair.


A medida que pasa el tiempo,  se producen cambios en sus relaciones,  llegan los hijos y el recuerdo de su país natal se adelgaza. Empoderadas en la tierra nueva, emprenden nuevos proyectos, algunas no resisten la nostalgia y se suicidan, otras pocas se prostituyen. La voz colectiva de la narradora realiza un paneo por la multiplicidad de historias individuales  que se entretejen y forman un manto multicolor cuya madeja surge de la experiencia del viaje, del tránsito. Las raíces se han desprendido del suelo original, las ramas extienden su follaje en otros cielos, los corazones vibran con el canto que se expresa en otra lengua. Y llega la guerra. El resto no lo cuento, para no tirarme el encanto de la sorpresa que da la lectura de un relato fascinante.

Estas son las historias que me gustan, Diego.


lunes, 20 de agosto de 2012




OTRA CARA DE AFGANISTAN

El  Atlantic publicó una serie de fotografías sobre la vida cotidiana en Afganistán, mostrando facetas diferentes de las noticias diarias sobre la guerra.


En la foto de arriba, una mujer limpia la  maleza junto a un tanque soviético.



Los personajes de esta foto corresponden a una etnia discriminada  que realiza los oficios más indeseables. A pesar de todo, encuentran momentos para la alegría.




Dos niñas afganas que estudian en un centro educativo. A pesar del acoso y las agresiones de los talibanes, se ha ampliado el número de niñas que acceden a la educación.

 
Un grupo de niños juega a la salida de la escuela. En todas partes, los niños son la luz que ilumina de alegría  la cotidianidad.
 
Mirta Aguirre publicó hace algunos años un artículo, "300 días en Afganistán" en la revista El Malpensante. Allí cuenta sus experiencias como Médica sin fronteras. Entre las cosas que narra, una en especial me llamó la atención: miles de refugiados afaganos regresan a sus aldeas después de haber sido desplazados por la guerra. Ni los peligros, ni la pobreza ni las condiciones adversas inmpiden a estas personas regresar a sus hogares, donde las condiciones de vida son, muchas veces, peores que las de los campos de refugiados.

Pienso que estas nuevas generaciones de chicos que van a la escuela encuentran un mundo diferente al que imponen a sangre y fuego los talibanes. Por primera vez en mucho tiempo, niñas y niños se sientan en los bancos de las escuelas a aprender en condiciones de igualdad.

Que no se acaben esas sonrisas. Nada más hermoso que el desfile diario de niñas y niños con sus maletas a cuestas, temprano en la mañana, rumbo a la escuela.


jueves, 16 de agosto de 2012





EL DESTINO HABITA  EN UNA CARTA ASTRAL

Ha sido una constante de la historia humana la creencia en poderes sobrenaturales que conceden beneficios a quienes acuden a ellos. En Colombia abundan magos, brujos, indios amazónicos, mediums, mentalistas, etc.,etc. que ofrecen sus  servicios a personas de todas las clases sociales,sin importar la edad, el sexo ni el nivel educativo.

De las crónicas que se han escrito sobre la guerrilla y el paramilitarismo sobresalen los relatos de combatientes que realizan rituales antes de cometer las tropelías por todos conocidas. Igual ocurre con sicarios que esconden en sus pechos los escapularios de la Virgen a quien se encomiendan antes de apretar el gatillo en la humanidad del parroquiano de turno. El domingo pasado publicó El Tiempo los testimonios de niños reclutados por la guerrilla y los paramilitares en los que se describen los rituales de iniciación, como cargar en sus morrales la cabeza u otra parte del cuerpo de una víctima, con el fin de desterrar el miedo y los cargos de conciencia de los futuros combatientes. 



Como la creencia en agueros no distingue clases sociales, es conocida la fe que le han puesto  algunos  presidentes de la República a astrólogos como Mauricio Puerta, indecisos de tomar decisiones sin consultar la ruta que trazan los mapas astrales del susodicho antropólogo.
 
Leo en El Boomeran(g), blog español, lo que escribe Sergio Ramírez, escritor nicaraguense:

Cuenta la primera dama, divorciada de Collor de Melo en 2005, que el presidente tenía por sacerdotisa a una bruja santera llamada María Cecilia, quien solía acudir el último viernes de cada mes a los aposentos privados del Palacio de la Alborada en Brasilia, donde él la aguardaba junto a un altar ya dispuesto, vestido de blanco, para practicar los rituales de invocación a Exú, deidad suprema de la religión quimbanda de origen africano, equivalente al diablo mismo, no sabemos si también con rabo y cachos, y olor a azufre.
Si el que ruega a Exú consigue sus favores, le será concedido el poder de hacer mal a sus enemigos, y aún causarles la muerte. Es de esta manera, afirma la despechada primera dama, que Collor logró con el tiempo deshacerse de su hermano Pedro, quien murió atacado por un cáncer en la cabeza en 1994.

Incontables son las historias de dictadores  que hicieron de la brujería un arma letal para deshacerse de sus enemigos. Somoza, el doctor Francia, Perón, Idi Amín, Duvalier, entre otros, dependieron de los  prácticas rituales y la influencia nefasta de "asesores con poderes sobrenaturales" para decidir desde la fecha de una boda hasta el exterminio de un grupo.


Es un rasgo de nuestra condición de seres en perpetuo cambio el gusto por hallar en fórmulas abscónditas el sentido de nuestros actos, las señales propicias que nos indiquen a donde marchar, aquien amar, a qué temer, en fin, de agueros estamos invadidos. Ese afán por ponerle una trampa al azar, a lo imprevisto. En mi caso, siempre evito pasar por debajo de una escalera, no vaya y sea que...Rechazo  en cambio el uso de prácticas brujeriles para dañar a los demás, y el  que personas que se consideran ungidas por el destino para gobernar, acudan a astrólogos, brujos, mediums para auscultar los rumbos propicios para sus fechorías.  

Prefierible, ante tanta infamia,  explorar las recetas que nos ofrece Héctor Abad Faciolince en su Tratado de culinaria para mujeres tristes:

En las tardes de lluvia menuda y persistente, si el amado está lejos y agobia el peso invisible de su ausencia, cortarás de tu huerto veintiocho hojas nuevas de hierba toronjil y las pondrás al fuego en un litro de agua para hacer infusión. En cuanto hierva el agua deja que el vapor moje las yemas de tus dedos y gírala tres veces con cuchara de palo. Bájala del fuego y deja que repose dos minutos. No le pongas azucar,bébela sorbo a sorbo de espaldas a la tarde en una taza blanca.  Si al promediar el litro no notas cierto alivio detrás del esternón, caliéntala de nuevo y échale dos cucharadas de panela rallada. Si al terminar la tarde el agobio persiste, puedes estar segura de que él no volverá. O volverá otra tarde y muy cambiado ya.

Esa vanidad humana, esas ansias de poder, ese deseo irreprimible de dominar a los demás olvidan esta otra :

Muchas veces, al borde de hallar la receta de la inmortalidad, me distrajo la presencia espantosa de la muerte.

domingo, 12 de agosto de 2012



  



EL DESTINO EN LAS CARTAS

En grado sexto-hoy undécimo- solían ir las chicas del Samper donde una señora a que les leyeran las cartas y el cigarrillo. Ritual fascinante como pocos, momento esplendoroso en que el destino es entrevisto en las pavesas del cigarro, en las imágenes medievales de la baraja española.  El amor, que asomaba vigoroso, era mediado por el poder adivinatorio de esa mujer, que con sus "lecturas" incidía en las decisiones de esas jovencitas, ávidas de escuchar un augurio bueno. Leo en Internet algunas de las claves para interpretar el cigarrillo:

Efectivamente, leyendo tu cigarrillo puedes conocer qué pasará en tu futuro.
Se enciende el cigarro y se fuma normalmente hasta la mitad. Entonces miramos la corona (el borde) y el color que tiene. Si es blanca te irá bien en el amor, si tiene varios puntos negros habrá problemas de celos.
Si el punto negro es más o menos grande se avecinan problemas. Si el punto negro viene hacia abajo significa que vendrán complicaciones de muerte de algún familiar o fin de algún tipo de relación.
Las pavesas negras o grises a ambos lados también nos indican problemas aunque el color gris denota que el amor o algún problema amoroso podría comenzar a solucionarse y las esperanzas pueden ser importantes.

Imagino a estas chicas  expectantes ante el oráculo, mareadas por el humo, absortas frente al movimiento de las manos de la pitonisa con las cartas,  y  el corazón a punto de estallar.

De niño recuerdo a las gitanas que por la época de  las Ferias ganaderas venían a Guaduas a ejercer su oficio de acuciosas lectoras de las palmas de las manos. Con su ramillete de faldas amplias, recorrían las calles atrapando a jóvenes y viejos, con la proverbialidad que les otorgaba su cultura milenaria, con el encanto de su coquetería y la belleza exótica que nos dejaba sin aliento.

Alguna vez me interesé por una chica mayor que yo.-Tenga cuidado con esa mujer- me decían Celedonia y Ana Rosa.-Es mañosa- .Pronto supe que existían filtros, bebedizos, preparados,  "mañas" cuya finalidad consistía en torcer el destino de los seres humanos. Ah tiempos aquellos, llenos de curiosidad y búsquedas. Luego descubrí que nada  hay más mortífero que una mirada sensual, que una piel de seda.



Cerca de donde vivo tenía su consultorio .un brujo.Todas las tardes, la tienda de Arnulfa, El Puntalito, se llenaba con los clientes del personaje. Por lo general, eran mujeres, jóvenes y viejas, algunas con niños. De vez en cuando aparecía una mujer ataviada de joyas, vestida con prendas caras. ¿A qué acudían allí? Muchas, a tratar de recuperar a su hombre. Otras, supongo, a buscar venganza. Venían de diversos lugares del país y esperaban con paciencia su turno. A la salida, cargaban la "medicina" prescrita y sus rostros mostraban el optimismo que concede la fe en la magia.

No me parecen extraños estos recursos. Uno, en particular, me llama la atención. El "trabajo" que se le hace a la foto  del amado.  A distancia se teje un hechizo, se controla la mente del díscolo. Trabajo árduo, paciente, que intenta controlar la voluntad del ser al que se ama. ¡Que no usen alfileres!

Continuará


miércoles, 8 de agosto de 2012


 LA NOCHE

En una época de abundancia de luz artificial, el cine acude a las sombras para producir éxitos: crepúsculo, Drácula y tantos temas afines. La penumbra antecede a la noche, en la que ocurren hechos asociados con el misterio y los miedos. El día, con su carga de responsabilidades, da paso a la oscuridad, periodo prolongado en el que  puede ocurrir cualquier cosa. 

Ana Rosa me contaba que por allá por los años cincuenta, al caer las sombras nocturnas, las familias desfilaban discretas hacia al monte, ante el peligro de las bandas oficiales que, cual vampiros de Hollywood, atacaban a los moradores indefensos de muchos poblados. Allí, entre los árboles, pasaban la noche, atemorizados por el riesgo de ser detectados y atacados por esas hordas criminales. Al surgir la luz del día, regresaban a sus casas con la alegría de haber salvado el pellejo.

Aparte de la oportunidad que ofrece la noche para la impunidad, existe un capítulo especial que me atrae: pareciera que la oscuridad es propicia para activar aquellas zonas de nuestra alma que permanecen dormidas durante el día: esa disposición para el goce, la risa y el placer. El cuerpo adquiere energías internas que lo motivan a actuar con mayor libertad, a explorar sensaciones reprimidas por el marco que imponen las responsabilidades sociales.

A mí me encanta el viernes en la noche. Ha concluido una semana laboral y me dispongo al encuentro con los amigos, al calor de una cerveza, con la palabra que curiosea por zonas expansivas, lúdicas. El ser humano alcanza en esos momentos la placidez que otorga la libertad y el sentido del juego. 

  El otro aspecto de la oscuridad que me agrada es la oportunidad que brinda para mirar las cosas humanas desde perspectivas distintas, contrarias a las del día. Pasan las horas, las calles se vacían y nos encontramos solos, con nosotros mismos. El bullicio del día se ha ido. A lo lejos se escucha una sirena. Ladran los perros y alguien tose. Para alguien, 

Habiendo enfermado en el camino,
mis sueños
merodean por páramos yermos
 (BASHOO)


Nada mejor para terminar que recordar los versos de Ovidio:

la noche, el amor y el vino
nunca dan consejos de moderación.
La noche desconoce el pudor, mientras 
que el amor y el vino desafían la moderación

domingo, 5 de agosto de 2012




UN CUENTO CHINO

El paraje es hermoso. Un valle lleno de cultivos de arroz, un río majestuoso en China, Una pareja en un bote. La escena es idílica. El chico saca de su bolsillo una caja con los anillos de compromiso. El cielo, de un azul intenso, parece servir de marco al encuentro. El novio le extiende los anillos a la joven. Una vaca cae del cielo y mata a la mujer. 

Así comienza  UN CUENTO CHINO, la película de Sebastián Borensztein, con Ricardo Darín, Sheng Huan y Muriel Santa Ana, ganadora del premio Goya a Mejor Película Iberoamericana. Roberto, quien administra una ferretería en Buenos Aires, es un hombre huraño y cacarrabias. Vive solo y está obsesionado porque su proveedor de clavos le birla algunos . Así que, cada rato, cuenta el contenido de las cajas. 

Un día, mientras come en algún paraje de la ciudad, ve cómo arrojan desde un taxi a un chino. A partir de ese momento, su vida sufre una transformación radical. El chino se le acerca y Roberto, compadecido, lo lleva a su apartamento. Lo que parece ser una circunstancia pasajera, se vuelve una situación problemática. Jun Quian-así se llama el chino- busca a su tío. Lleva en su brazo el nombre y la dirección del familiar.  Roberto, misántropo, enemigo de las relaciones sociales, soporta al extranjero, quien no habla una palabra de español.

Entre la compasión y el rechazo, aflora una historia llena de sentimientos complejos en la que predomina la generosidad humana. Comedia  equilibrada en la que el humor pone un toque divertido al relato, con una historia de amor entre telones. 

Los invito a ver esta película, vale la pena, creo.



jueves, 2 de agosto de 2012



UN ESFUERZO MÁS


Miro la final de pesas en la categoría de 56 kgs. . Mujeres de baja estatura  y complexión fuerte, que luchan por obtener una medalla olímpica en Londres. Observo sus rostros, la tensión que se refleja en la mirada, los movimientos involuntarios de sus labios. Suena la señal y cada pesista imprime a sus movimientos la fuerza poderosa de su cuerpo. Unas logran su cometido, otras fracasan. Descienden del escenario y sus entrenadores las esperan. A algunas las consuelan, viene el  abrazo protector, las palabras de consuelo. Otros, muestran caras de desaprobación. Al desaparecer del escenario, los deportistas y su equipo de entrenamiento comparten la victoria o la derrota. Luego, cada personaje carga con su dosis de euforia, frustración, dolor y alegría.

Existen momentos en nuestras vidas que concentran nuestra atención, energías y expectativas, al punto de producir estados de anímo extremos: el momento previo a una competencia o un examen, la espera por el resultado de un examen médico, una solicitud de trabajo o beca. El organismo, parecido a una caldera, se calienta, aumentan las pulsaciones, el corazón parece estallar.

 Buena parte de nuestra existencia la pasamos enfrentándonos a pruebas y retos.La seducción y la conquista amororosa nos plantean retos que afectan nuestro ser. Un rechazo, el ridículo, la burla son cargas de profundidad que minan nuestra fortaleza. Adaptarse y ser acogido en un grupo, superar una prueba académica o física, contar con la solidaridad y el afecto de los seres más cercanos ponen a prueba nuestra capacidad de adaptación y asimilación.

Martha C. Nussbaum, la notable intelectual norteamericana escribió en su libro  Sin fines de lucro: El niño debe ver el mundo a través de distintas perspectivas de vulnerabilidad, cultivando la riqueza de la imaginación. No hay duda de que las diversas situaciones a que se ve sometido el ser humano le enseñan el dolor, el sufrimiento, la paciencia. Así se forja el carácter, así se aprende a conciliarse con el mundo siempre en constante cambio.


MARTHA C. NUSSBAUM

Cuando el esfuerzo y el sacrificio son reemplazados por la viveza, la zancadilla, el atajo, las componendas, el favoritismo, las palancas, los apellidos, se echan las bases para construir una sociedad sin principios. Esa es la manera más fácil de crear una sociedad de avivatos estilo los Nule, los Moreno, los...

Ya se acerca el final. Los atletas, cuyas energías se han desgastado por el esfuerzo, acuden a la reserva que se compone de orgullo, anhelos, perseverancia. Palpita el corazón, el cansancio duele, hay momentos en que se desea desistir,  las piernas piden reposo, las venas parecen  a punto de estallar, la boca está reseca.  Al fondo, la meta.