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sábado, 30 de mayo de 2020



UNA ESCAPADITA 


Un  jueves   de mayo, día de mi pico y cédula,  salí a la calle con el pretexto de pagar un recibo de servicios públicos. Las mañanas han estado radiantes, llenas de esa luz tan clara, y la brisa juguetea con las ramas de los árboles. Me senté en un banco de la Plaza de la Constitución y observé el paso de las personas, casi todas con sus tapabocas. 

¿Cuántos de los transeúntes han salido, al igual que yo, a recuperar un poco la libertad de movimiento, a palpar el ritmo de las calles, el ruido de los vehículos y los rumores de conversaciones en esquinas, a media cuadra, en la filas para ingresar a las entidades y negocios permitidos?


¡Qué grato se siente caminar por las calles, descubrir cierta moda con los tapabocas- los hay con caras de emojis, superhéroes, animales,  floridos-, intuir la esperanza de que pronto las cosas vuelvan  a su ritmo de antes!

No pretendo, ¡ni mas faltaba!, hacer una apología de la desobediencia civil. En este caso, todas las medidas para prevenir la expansión de la epidemia son bienvenidas y si ejercemos el egoísmo inteligente del que habla Savater- mi bienestar depende de otros- lograremos reducir los efectos del virus que nos atormenta.  


Hoy le vi la cara al sol y pude constatar que él es ajeno a nuestras penas. Vanidoso, se pavonea por todos los lugares y despide sus rayos de vida sin distinguir apellidos, clase social, color, ideología. Así que , a nosotros los mortales, solo nos queda disfrutarlo, dejarnos acariciar sensualmente y observar con deleite las tonalidades que dan sus pinceladas multicolores al paisaje. 

Somos seres sociales, amigos del abrazo, de la caricia, del contacto. Esa es nuestra virtud. Los virus, que tampoco viven preocupados por nuestras diferencias sociales, políticas y religiosas, ejercen su derecho a viajar a donde les parezcaY a abrazarnos a su modo.


Hoy jueves disfruté ese momento placentero  que solo es posible en la calle. Pasajero, es cierto. Y me pregunto qué significará volver a la normalidad, esa tan llena de contrastes, de injusticias y desafíos. 


sábado, 23 de mayo de 2020



Lo que cuenta el caldero - Leonor Espinosa - Primer capítulo ...

LEONOR ESPINOSA: COMUNIDADES Y SABORES DE COLOMBIA

Leonor Espinosa de la Ossa es por vocación doblemente   artista: por su formación como artista plástica y por la magia que surge de su  profundo conocimiento sobre cocina. Con su fundación Funleo, ha desarrollado proyectos de emprendimiento con comunidades del Chocó.  Su restaurante, Leo fue clasificado en el puesto 49 por The World´s 50 Best Restaurants, 2019.  


En el 2018, Leonor publicó un libro, "Lo que cuenta el caldero",  un recorrido de vivencias, búsquedas personales, descubrimientos y memorias de las maneras como personas y comunidades han armado el entramado de una cocina colombiana  llena de influencias diversas, asentada en geografías multicolores y atravesada por la persistencia inagotable  de mujeres y hombres de las regiones del país, resilientes ante la pobreza, la indiferencia estatal y la violencia de grupos criminales.

Leo – Gastro Marca Iberoamérica

"Siempre he sido curiosa", es la primera frase del libro. Y como tal, ante nuestros ojos se revela    su asombro ante la sabiduría de mujeres y  hombres en la preparación de platos hechos con los productos  de las regiones, su  descubrimiento de la música, el cine, el erotismo y los recovecos propios de cada pueblo, vereda y ciudad donde   se vive el día a día con el deleite de sazones ancestrales instalados en puestos callejeros, restaurantes y comederos populares.

Leer Lo que cuenta el caldero es sorprenderse ante la riqueza de productos, la variedad de recetas, el ingenio en las preparaciones, los utensilios usados para crear los platos mas exquisitos. También significa enamorarse de personajes para quienes ante las  adversidades  de cada día  siempre hay un rayito de esperanza, una cuota grande de optimismo y tenacidad.

Zotea, el nuevo corazón culinario de Coquí (Chocó) - Gastronomía ...

La cocina es memoria:
Al caer las seis, la casa de mis padres se impregnaba de olor a tajadas de plátano maduro, cebolla frita y ajo. Era la Cartagena del comercio ambulante. La gloria de pastelitos, panochas de coco, pan de sal, piñitas de masa blanca encostradas en azúcar, raspados de tamarindo, maracuyá y limón rebozados en leche condensada.  Petos, mazamorras, alegrías, bollos de mazorca, y de angelito se ofrecían con ahínco en el acontecer de los días. Bocachicos, sábalos, yuca, ñame y compuesto, ingredientes del sancocho de pescado con leche de coco, eran pregonados por carretilleros al brotar el alba los fines de semana. "ES que no me ven o es que no me oyen?, vociferaba a grito herido el mercader de griegas cuando pasaba por los andenes  residenciales.

Zotea: el restaurante comunitario en medio de la selva colombiana ...

Narda López, cocinera argentina dice: "Ella sabe que el mejor ingrediente son las comunidades a las que se acerca y se ocupa...Leonor ve y aprende, por eso crece y vuela" (Leonor Espinosa, embajadora del realismo mágico culinario, Margarita Bernal, El Tiempo).

El libro de Leonor Espinosa nos ofrece una perspectiva amorosa para comprender el fluir de culturas populares capaces de dotar de olores, sabores y colores la vida. Es un libro de geografía e historia de Colombia, de antropología, etnografía, química y cultura y sobre todo, es un libro de amor a la cocina popular y a los que la hacen posible.


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sábado, 16 de mayo de 2020


Sin Internet en casa, trepa un árbol para captar señal y tomar sus ...

¡QUE VIVAN LOS SALONES DE CLASE!

¿Qué significa cambiar de manera abrupta las clases normales por lecciones virtuales? Karen Strassler,  una profesora de antropología en Queens College, escribió un artículo en el New York Times, "What we lose when we go from the classroom to zoom(Lo que perdemos cuando pasamos del salón de clases a Zoom) en el que reflexiona sobre el proceso de cambio en la manera de interactuar con sus estudiantes debido a la pandemia.

Señala Strassler que aunque normalmente trabaja en diferentes salones, "cada tipo de salón presenta distintos desafíos y placeres, pero todos ellos tienen algo en común. En estos salones se encuentran como iguales aparentes. Ellos se sientan en las mismas sillas. Ahora hemos perdido los salones y , me temo, algo vital junto con ellos".
10 estrategias para el aprendizaje en línea durante un brote de ...

La experiencia diaria de clases en plataformas ha convertido a los profesores en intrusos que presencian la cotidianidad de las vidas familiares: las ollas en la cocina, las clases de viviendas, las mascotas, las interrupciones periódicas, el vestuario informal, las diferencias sociales. Así que además de intrusos, tienen los profesores la oportunidad para hacer etnología familiar y conocer en vivo y en directo un mundo ajeno al movimiento del plantel educativo. De esta manera, el escenario del salón de clases es reemplazado por la explosión de interacciones que incluyen de manera inevitable el universo de las familias.

Estudiantes de colegios en Cesar no tienen Internet para clases ...

Para la académica, esta nueva situación permite mirar el espacio escolar como un escenario donde la igualdad es "una ficción". De los sofisticados apartamentos y lugares de recreo de estudiantes de altos ingresos económicos a la pobreza de viviendas  donde no hay comodidades-tampoco internet-. En los noticieros se ha exaltado el ingenio de estudiantes pobres que deben trepar a árboles para obtener una señal de internet, caminar largas distancias para colgarse a una señal de wi-fi y otras tretas para responder a la exigencia de las clases virtuales.

Tijeras En Las Manos De Los Niños En Edad Preescolar De Corte De ...

Para Strassler, la ficción de la igualdad en la escuela tiene su valor. No se trata de negar las inequidades, pues de esta manera permanecerán sin ser cuestionadas: 

Por eso es que  el aula es tan crucial. No es un espacio aparte del mundo dañado e injusto en el que vivimos, pero es un lugar donde los estudiantes se encuentran, en primer lugar, como compañeros de aprendizaje. Como profesor, no puedo nivelar un campo de juego profundamente desigual. Pero dentro del aula, mis estudiantes y yo podemos tratar de forjar una comunidad donde nos escuchemos con respeto, donde todos tengan derecho al piso y donde los estudiantes compartan sus experiencias debido a la confianza que hemos construido juntos, no porque sus vidas privadas se exhiban a través de Zoom.

Colombia no está preparada para la educación virtual

Comparto la perspectiva de la académica. El espacio escolar es un escenario diverso, en el que confluye la tradición y la novedad, en el que se aprende sobre derechos humanos y poesía, geografía e idiomas, se descubre y profundiza en las matemáticas como lenguaje universal, se mira el universo desde las ciencias naturales, la química y la física, se da apertura a las expresiones artísticas, físicas y deportivas y se viven en común experiencias diversas. Con la ayuda invaluable de las nuevas tecnologías.

Es el espacio escolar el  lugar en el que se viven las primeras sensaciones amorosas, donde se aprende a maniobrar la complejidad y belleza de la amistad, se enfrentan los conflictos inevitables y se adquiere perspectiva acerca del universo local y global. 



sábado, 9 de mayo de 2020

Capítulo 10 – EL AGUA CLARA: EL ALIMENTO DE LA VIDA CREATIVA ...


¿IMPORTA QUE SEA CIERTO?

Hay ocasiones en las que alguien  decide ir a conocer o reconocer  lugares donde transcurrió una parte de su vida, la  de amigos, familiares, amores perdidos e historias leídas o contadas.  Paul Auster, escritor norteamericano, cuenta la historia de una búsqueda personal: 

Diversas circunstancias me llevaron a Ucrania en septiembre de 2017. Tenía que ir a Leópolis, pero aproveché un día libre para viajar a dos horas al sur, a pasar la tarde en Ivano-Frankivsk, donde nació mi abuelo paterno a principios de la década de 1880. No tenía ningún motivo para ir salvo la curiosidad o lo que podría llamar el atractivo de una falsa nostalgia, porque la verdad es que nunca conocí a mi abuelo y todavía hoy no sé prácticamente nada de él(Los lobos de Stanislav; El País, sábado 2 de mayo de 2020).

Ivano-Frankivsk | Ivano Frankivsk Ukraine | Ivano Frankivsk university

Lo interesante de la búsqueda corre por cuenta de un poeta del lugar, quien le
narra un hecho acaecido en 1944:

Ya habíamos dejado claro que yo estaba familiarizado con lo que le ocurrió a la mitad judía de la población entre 1941 y 1943 pero, cuando el ejército soviético entró y se apoderó de la ciudad en julio de 1944, dijo, solo seis semanas después de la invasión aliada de Normandía, no solo se habían ido los alemanes, sino también la otra mitad de la población. Todos habían salido huyendo en una u otra dirección, al este o el oeste, al norte o el sur, de forma que los soviéticos conquistaron una ciudad vacía, un terreno lleno de nada. La población humana se había dispersado a los cuatro vientos, y se encontraron una ciudad habitada por lobos, centenares, miles de lobos.

Ivano Frankivsk Ukraine 2015 DJI - YouTube

Al tratar de verificar la historia, Auster no encuentra ninguna referencia escrita ni oral que la ratifique : 

¿ Un hecho tiene que ser cierto para que lo aceptemos como cierto, o la fe en la veracidad de un hecho lo convierte en verdadero, incluso aunque lo que se supone que sucedió no haya sucedido? ¿Y qué ocurre si, a pesar de nuestros intentos de averiguar si el hecho sucedió o no, llegamos a un callejón sin salida lleno de incertidumbre y no podemos estar seguros de si la historia que nos contó alguien en la terraza de un café en la ciudad de Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, partía de un hecho histórico poco conocido pero verificable, o era una leyenda, o una fanfarronada, o un rumor sin fundamento que había pasado de padre a hijo? Aún más importante: si la historia resulta tan asombrosa y elocuente que nos quedamos boquiabiertos de asombro y con la sensación de que ha cambiado o profundizado nuestra interpretación del mundo, ¿importa que la historia sea cierta o no?

¿Qué piensa usted, amigo lector?

Imágenes, fotos de stock y vectores sobre Ivano Frankivsk ...

sábado, 2 de mayo de 2020


afrocolombianosvisibles: MARIA ELCINA VALENCIA CORDOBA

SOMOS VIAJEROS

Somos, como los virus, seres viajeros. El movimiento nos define y el mapa de nuestros itinerarios constituye la cultura humana, es decir, el contagio. Existen muchas maneras de viajar, así que hoy voy a hablar de una muy particular, la que me mostró la poeta bonaverense  María Elcina Valencia: 

"He viajado en los sueños/ de aquel que me desea".

La transmutación de los cuerpos en las mentes de otros.

Cómo ver foto de telescopio espacial Hubble del día de tu ...


"He viajado también en las carteras/ de quien guarda mi retrato con nostalgia".


Hemos viajado en la carta de antaño, en los correos electrónicos, en los chats, en los mensajes, en los videos, en la promesa hecha palabras. Así construimos los humanos la ubicuidad. Somos seres multitemporales, poseídos por Mnemosine, la diosa de la memoria, juguetona y prestidigitadora  que arroja los recuerdos al azar y que como gotas de lluvia golpean de manera inesperada a transeúntes desprevenidos.  

Vuelve el Hubble tras el parón con esta espectacular imagen


No somos uno. Somos partículas danzantes que viajan por trayectos reales y espirituales, posibilidad  de ser recuerdo, presente, anhelo. Capacidad para revivir en otras mentes, de incitar la pasión en otros cuerpos en la distancia.

El consuelo. En unos, somos  olvido,  desprecio. En otros, cariño, esperanza. 


Qué imagen capturó el telescopio Hubble el día de tu cumpleaños ...


Lo extraño es que esa materialización reproduce  a seres de distintos tiempos, los que ya no somos. Aquel jovencito aventurero es hoy  un misógino perdido en sus tragicomedias. Sentido y asimilado por seres que tampoco son los mismos.

Somos partículas enamoradas, atrapadas en el remolino del tiempo.

Los grandes éxitos del Hubble - National Geographic en Español

Fotos del telescopio Hubble