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sábado, 23 de abril de 2022

 

LAS CANCIONES DE AMOR

¿Podemos vivir sin las canciones de amor? Imposible. Forman parte de la canasta familiar, elementos indispensables a la hora de despertar los sentimientos mas dulces o amargos, de transportarnos a la cima de las cumbres mas elevadas, de arrojarnos al abismo de la tristeza y el desencanto: en resumen, las canciones de amor son el aire que respiramos.

Nick Cave escribe:

 Aunque la Canción de Amor se manifiesta de muchas y muy variopintas formas —canciones de exaltación y alabanza, de rabia y desesperación, eróticas, de abandono y pérdida—, en todas ellas se invoca al Creador, pues es en la embrujadora premisa del anhelo donde la verdadera Canción de Amor habita. Es un aullido en el vacío que clama al cielo amor y consuelo, y pervive en los labios del niño que llora a su madre. Es la canción del amante que se desespera por su ser querido, el delirio del lunático suplicante invocando a su dios. Es el desgarrador lamento del que, encadenado a la tierra, anhela alzar el vuelo, el vuelo hacia la inspiración, la imaginación y la divinidad (La vida secreta de la canción de amor, Nick Cave, Babelia).


¿Así que la canción de amor es una suerte de reclamo al mas allá por las desdichas vividas en la tierra? Si es así, se demuestra que el amor es el acto mas etéreo e incorpóreo, suprema aspiración de trascender. Para los que sentimos  que el amor está regado por el mundo y crece mas que la verdolaga, la afirmación de Cave es válida. El amor es la filosofía sensible, el argumento sin conceptos cargado de emociones, verdadero tratado del  absoluto.

Que lo digan las letras de las canciones, ensayos húmedos dirigidos al corazón.  : "los aretes que le faltan a la luna/ los tengo guardados para hacerte un collar/ los hallé una mañana en la bruma/ cuando caminaba /junto al inmenso mar.    


Y miren esta: ayúdame Dios mío/ayúdame a olvidarla/arráncame del alma esta pasión tan loca.

O esta otra: Bendita tú que trajiste a mi vida/con tus besos de cielo/ la ilusión de vivir.

Esta,  de un despechado sin moral, propia de hombres resentidos y vengativos: temes, que yo diga un día/ en cualquier esquina/ que tú fuiste mía en una aventura.

Por supuesto, las hay mas en sintonía con los tiempos modernos. La mujer que yo quiero no necesita / bañarse cada noche en agua bendita.



Tan extraños somos los humanos que aspiramos a alcanzar la eternidad con el recurso del lenguaje y la música. El amor, que todo lo transforma, es una suerte de oración pasional que anhela  trascender  la mortalidad para otorgarle al ser humano un sentido mas allá de lo cotidiano.

sábado, 16 de abril de 2022

 


VIAJAR AL PASADO

¿Cómo reaccionarías si alguien te dijera que existe una cafetería en la que es posible regresar al pasado? En mi caso, no dudaría en ir corriendo a ese lugar. Pero, siempre los peros. Existen algunas reglas para poder realizar el viaje al pasado: "la primera establecía que, si volvías al pasado, únicamente podías encontrarte con una persona que ya hubiera estado en esa cafetería...La segunda "establecía que, aunque viajaras al pasado, por mucho que te esforzaras, el presente no cambiaría...Pero eso no es todo: para volver al pasado, debes sentarte en una  silla en concreto de de la cafetería, de la cual no puedes moverte mientras estés allí y finalmente, debes regresar antes de que se te enfríe el café" (Antes de que se enfríe el café, Toshikazu kawaguchi, Plaza Janés). 



Con estas condiciones, leemos 4 historias: 

"1. Novios: la historia de una chica separada del chico con quien tenía pensado casarse. 2. Marido y mujer: la historia de un hombre que ha perdido la memoria y de su enfermera. 3. Hermanas: la historia de una hermana que huye de su casa y de otra que come mucho. 4. madre e hija: la historia de la embarazada que trabaja en esa cafetería".




Empecé la lectura de la novela con cierto escepticismo, el cual fue desbordado por un afán de conocer el trasfondo de las vidas de personajes con historias   tan parecidas a las nuestras. En el fondo, la lectura se convirtió en un diálogo conmigo mismo, una exploración acerca de los significados que se arman en nuestra interacción con personas y acontecimientos a lo largo de nuestra existencia. 

Existen relatos cuya virtud radica en confrontarnos con nuestras propias dudas y deseos, con las ansias y esperanzas que se tejen en el periplo enredado de la existencia. ¿Qué sentirías si el ser a quien amas empieza a perder su memoria y tú te conviertes en alguien desconocido? ¿serías capaz de afrontar el riesgo de morir con tal de dar a luz a tu hijo? ¿esperarías algunos años a tu amor, porque ha viajado a otro país a trabajar? Todas estas situaciones generan dudas, que se espera resolver con un viaje al pasado en la novela de Toshikazu. En la última historia, el viaje se realiza al futuro. 


Relatos como este nos invitan a preguntarnos por ese océano de interrogantes que surgen de nuestras interacciones con otros. ¿De verdad me amó? ¿debí haber tomado a una decisión distinta de aquella que me alejó por años de mi familia? ¿valió la pena la ruptura total con mis amigos? ¿fue una  buena decisión salir de mi pueblo y ausentarme durante tantos años? ¿cómo resarcir el daño por palabras y acciones que causaron dolor a un ser querido?

Si desean embarcarse en historias tan provocativas, los invito a leer "Antes de que se enfríe el café".

sábado, 2 de abril de 2022



COTIDIANIDAD Y ENIGMAS

Todas las mañanas al salir el sol, el mundo repite el concierto ruidoso de los acontecimientos variados que definen la dinámica propia de las sociedades insertas en él, asignándoles una patente de normalidad. Aquí o en Cafarnaúm se realizan los  actos sociales que mueven a tirios y troyanos, con diferencias de estilo, motivación, horarios, jerarquías. La normalidad. El mundo de la cotidianidad. el que transcurre a diario, tan evidente que pasa desapercibido y nunca es motivo de cuestionamiento.

Para Wislawa Szymborska,  "El concepto de mundo ordinario no existe para mí. Cuanto mas sabemos de él, tanto mas enigmático se torna y la vida que en él existe se nos revela como una extraordinaria anomalía cósmica". Solo basta con detenernos a mirar la manera como está organizado el mundo, la forma como explotamos la naturaleza, los propósitos de las naciones para sospechar que aquello denominado normalidad es una palabra de conveniencia, un rótulo incómodo. 



¿Cómo puede ser ordinario el hecho de vivir en urbes con mas de diez millones de habitantes, cuyos sistemas de transporte movilizan a millones de personas? ¿ Qué de ordinario tiene  que cada día se recojan millones de toneladas de basura, se ofrezca agua potable, millones de personas se instalen en rascacielos para laborar, se realicen transacciones económicas reguladas por papeles moneda, se emprendan guerras, invasiones, se viva buena parte del día en lo que llamamos virtualidad?

Comparto la idea de Szymborska, la vida es enigmática, con un componente que define la historia de la humanidad: enigmática e injusta. Por lo mismo, cada día suceden hechos en los cuales la bondad, el sacrificio, la generosidad y la solidaridad campean entre la codicia, la rapiña, el despojo. Que una persona se quite el pan de la boca para cedérselo a otros, recorra cientos, miles de kilómetros para buscar mejores condiciones de vida para su familia, trabaje de sol a sol para producir el pan diario son muestras elocuentes de lo enigmática que es la vida.


A mí me impresiona un asunto: vivimos montados en un globo que gira en el espacio, apenas un punto irreconocible en la galaxia, invisible mas allá de la vía láctea y nos proclamamos los amos del universo, los reyes de la creación, la especie soberana. Enigmático y absurdo. Despreciamos a las demás especies, destruimos los recursos naturales, acabamos con las fuentes de agua y usamos fuentes de energía dañinas. Todo por el crecimiento que implica el hambre voraz por aquello que debería cuidarse con esmero.

Aferrados a la estabilidad aparente, vivimos entre la duda de saber de donde venimos, qué somos, a dónde iremos. Innúmeras religiones ofrecen respuestas que nos trasladan a otros mundos- paraísos donde las contradicciones se acaban y el ser humano vive a plenitud, junto a Dios. 


Y como la cuestión es enigmática por donde se la mire,  a mí- y a otros- nos queda el deleite de las sensaciones que se convierten en música, poesía, escultura, cine- el arte-, el disfrute de las brisas mañaneras, la mano generosa, la palabra sincera. Cada mañana, al despertar, nos disponemos a zambullirnos en el caótico mundo que nos ha tocado en suerte, acostumbrados a convertir el asombro en rutina.