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lunes, 9 de mayo de 2011




HEIKE MONOGATARI (I)



Yorimasa, novicio budista del tercer rango del templo de Byodo lucha con arrojo contra las tropas que comanda Ashikaga no Tadatsuna, del clan de los Heike. Herido en una rodilla, intenta ingresar al templo con el fin de quitarse la vida, pero un grupo de guerreros enemigos lo ataca. Su hijo Kanetsuna ,capitán de la Guardia Imperial, interpone su caballo entre su padre y los atacantes. Yorimasa, abatido por la muerte de su hijo, logra penetrar en el interior de la edificación y le pide a su criado que le corte la cabeza. -Señor, no soy capaz de hacer tal cosa. Pero os prometo hacerlo después de que os quitéis la vida-.

Luego de entonar diez veces el "busco abrigo en Anida", Recita un poema de despedida:




planta enterrada
que jamás floreció
así de triste
mi vida fue; y sin fruto
dar, ahora se muere.



Cuando terminó de declamar el poema "se clavó la punta de su espada en el vientre y echó el cuerpo hacia adelante para ser bien penetrado y exhalar así el último aliento".

El fragmento que comento forma parte del HEIKE MONOGATARI, relato que describe la lucha de dos clanes, Heike y Genji, a finales del siglo XII. Escrito a principios del siglo XIII, constituye una obra capital de la literatura japonesa y muestra la complejidad de un periodo conocido como HEIAN (789-1185). La cultura china penetró en Japón en el siglo V, y durante los dos siglos siguientes produjó una revolución en todos los órdenes, "...y que incluye aspectos tan fundamentales como la escritura, la religión, los sistemas de cultivo, el derecho y la teoría del estado, la historiografía, etc"(Heike, introducción, Carlos Rubio).

El Heike es el producto final de numerosas versiones cantadas y acompañadas por el laúd, que realizaban músicos ciegos bonzos o en hábito de bonzo. Yukinaga,cortesano letrado del siglo XIII, realiza la versión escrita.

La actitud de Yorimasa refleja muy bien el código de honor(bushido o código de los samurais) presente en aquel momento: "el ritual del harakiri o seppuku, con su carácter sangriento, posee una pureza de intención...Minamoto Yorimasa...que tiene la sangre fría de componer un bello poema antes de clavarse la espada en el abdomen con su propia mano al verse perdido, tendrá el siniestro honor de marcar el estilo de esa trágica modalidad de suicidio para los japoneses de los siglos futuros"(Rubio).

Exquisita obra el HEIKE, llena de acciones determinadas por códigos rígidos que se imponen a la voluntad individual, de batallas sangrientas suavizadas con los gestos y los actos de guerreros cuya última voluntad consiste en elaborar un poema antes de que les corten la cabeza, de ambiciones que ponen frente a frente a clanes que luchan por el poder, de guerreros, nobles y damas anhelantes de hacerse la tonsura e ingresar a un monasterio, de intervenciones de los dioses que toman partido por uno de los bandos.

2 comentarios:

  1. Los japoneses me parecen enigmáticos. Cuando ocurrió el terremoto, me impresionó ver las imágenes de la devastación que dejó; pero me impresionó aún más ver que las personas no lloraban. Tal vez la destrucción que dejaron las bombas nucleares, sumado a sus tradiciones, les han conferido una gran tenacidad y la capacidad de renacer de las cenizas.

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  2. Los contrastes hermosos y terribles... Lo sublime y lo trágico; los extremos que se tocan. Buen post.

    Paola

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