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viernes, 29 de octubre de 2010


LÀSZLÒ KRASZNAHORKAI


AL NORTE LA MONTAÑA, AL SUR EL LAGO, AL OESTE EL CAMINO, AL ESTE EL RÍO



Trata este libro de un templo que está en una montaña que está cerca de Kioto en una región que se encuentra en un país de un continente que está en el globo, y en cuyos límites se encuentra el jardín más bello y perfecto del mundo, motivo por el cual el nieto del príncipe Genji ha emprendido un viaje que dura mil años, bueno, en realidad no estamos seguros de que el nieto haya existido, vaya usted a saber si lo que allí se cuenta es fantasía o mentira, de lo que se trata es de que es un libro de lo más raro, de lo más encantador.

Busqué durante varios años este libro. Una reseña leída en alguna revista me despertó la curiosidad, hasta que lo conseguí y luego de haberlo leído, digo con el corazón henchido de emoción, que valió la pena leerlo. Recuerdo haber soñado varias veces con el libro, me veía recibiéndolo de alguna mano generosa, y sentía una gozosa paz interior, hasta que el ruido del despertador me recordaba, "cómo se pasan las horas", apúrele hermano que va a llegar tarde al trabajo.

El personaje principal de este relato es el ciprés de HINOKI

"..que los antiguos carpinteros de los templos, llamadosTORYO utilizaban preferentemente mientras podían dirigirse -el maestro y unos cuantos carpinteros experimentados y ya mayores- a la provincia de Yoshino para elegir, una vez tomada la decisión de construir un templo y hecha la petición ritual, la madera adecuada, lo cual era una empresa difícil y cansada, de varias semanas o meses de duración, pues además de las cargas propias del viaje habían de cargar también con la responsabilidad ante los dioses, que significaba encontrar, elegir y comprar la madera adecuada, el bosque adecuado, la montaña adecuada, esto es, encontrar, elegir y comprar según los principios ancestrales e invariables aquello que era lo más adecuado para el caso, o dicho de otro modo, tener en cuenta que lo importante era conocer tres elementos: el sol, el viento y la lluvia...

Este proceso toma varias décadas-obsservar su comportamiento en relación con los vientos, el agua, el sol-, hasta que al fin comienza "el rito sagrado de la tala" y luego el lento trabajo de la construcción del templo, de la elaboración de las estatuas sagradas. La elección del lugar, lejos del monte HIEI, demanda una ubicación segura, "..en resumen, los cuatro grandes preceptos de la ubicación se cumplían a rajatabla y al monasterio lo defendían al norte la montaña, al sur el lago, al oeste el camino, al este el río...".


El nieto del príncipe Genji logra llegar al templo e inicia la búsqueda del jardín. Llega a la biblioteca donde se guardan los libros sagrados y se realiza una descripción de las diversas técnicas utilizadas, las hojas de bambú, el metodo NAGASHIKUZI para la elaboración del papel:

Este fue , pues, el momento decisivo en la invención del papel: el aprendizaje de la fabricación del papel en los talleres de la gran China, de aquel país incomparable, insuperable y asombroso en todo, ...su implantación en Japón, en los rincones traseros de los monasterios y de las casas de los nobles, la aparición del papel y sobre todo de los rollos en la historia, sobre todo de los rollos que al principio se fabricaban pegando un trozo de papel que se acababa de llenar con signos al siguiente trozo, y así sucesivamente, generando una larga hoja de papel que incluía todo el texto y que al principio sólo se plegó en la célebre forma del abanico llamada encuadernación de sutras....


Un libro cuyo personaje principal es un árbol, cuya búsqueda del jardín perfecto por parte del nieto del príncipe Genji culmina en nada, pues el nieto pasa junto al jardín y no lo ve, o tal vez lo percibe, una búsqueda infructuosa del nieto por parte de su séquito, una historia de mil años que parece no haber sucedido, una epopeya arquitectónica o mejor, la tradición que va de la mano del tiempo, un templo erguido que perenne, parece diluirse en la memoria y en el viento. Lo bello y lo sutil, el orden que subyace en el universo, el equilibrio entre las acciones humanas y las leyes de la naturaleza, el universo contenido en cada porción de las cosas, la curiosidad y el equilibrio, el soplo del viento que se lleva sin pudor las construcciones de los hombres, sus sueños...

Refinamiento, en suma, ejercicio sofisticado del arte de vivir, equilibrio cadencioso que corresponde a los secretos designios de la naturaleza. Hubo, un rey, Ludwig, el rey loco de Baviera, quien pretendió hacer de su vida y de su mandato la realización del arte en el mundo. .La música, la danza , la arquitectura respondían al deseo de un hombre para quien el arte era la vida. Menos para sus contemporáneos, los que decidieron derrocarlo. En AL NORTE... se ha plasmado la experiencia humana de una cultura refinada para la que el propósito central de la existencia consistió en descubrir el ritmo secreto de la naturaleza, dulce armonía de lo eterno y lo efímero, ritualidad sagrada que descubre las leyes sutiles del viento y el olvido, la furia del río y las pasiones humanas, la complejidad del bosque y el comportamiento humano, y la conciencia de descubrir en cada acto humano la belleza perenne y majestuosa del mundo.

!Ah libro tan bello!!!!!


















1 comentario:

  1. Picado por la curiosidad leí el libro y me pareció en verdad bello. De una belleza llana, simple, sin ostentaciones. Un libro en donde las palabras, como las cosas, tienen un sentido ritual que parece venir del mismo orden secreto de la naturaleza que describe. Un libro que, como el recorrido del nieto del príncipe Genji se inicia sin saber cómo (tras el epígrafe el lector está de repente ad portas del segundo capítulo), en donde simplemente se avanza y donde finalmente se tiene la sensación de haber recorrido un mundo entero para llegar al mismo lugar.

    La novela de Krasznahorkai tiene la misma estructura del viaje y la búsqueda del nieto del príncipe Genji. Pero también es un lugar, un proyecto arquitectónico en donde la belleza de las palabras y las frases no es algo monolítico sino un todo armonioso. Por su lado, el lector tiene que estar muy atento porque el jardín más bello puede estar a la vuelta de la esquina. Krasznahorkai nos enseña que la belleza no es efímera y que sólo debemos aprender a mirar/leer.

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