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lunes, 5 de julio de 2010



ANGIE CAMILA


Tiene 10 años y es la más pequeña del grado sexto en el Liceo Académico Jean Piaget. En grupos, desarrolla una actividad en el libro de inglés. Me mira, se ajusta sus gafas y me dice: -Ya terminé-. Reviso la actividad. !Excelente! Sonríe y saca un libro, que lee mientras espera que sus compañeros terminen el ejercicio.

Angie Camila es una furibunda defensora del medio ambiente. El año pasado impulsé en Guaduas la recolección de firmas para el Referendo del Agua. Ella le expresó a su mamá el deseo de estampar su firma y me envió una carta argumentando las razones por las cuales estaba de acuerdo con esta iniciativa.

Angie lidera un grupo ecológico, "manitas unidas por el medio ambiente" y coordina con otros compañeros un programa radial en la emisora comunitaria llamado "amigos de la naturaleza". Su conocimiento de temas ambientales es amplio y riguroso.

Yo la miro y le admiro su frondosa melena ensortijada. Le digo que me regale un poco de cabello para solucionar mi problema-calvito-. Se ríe y mueve su cabeza a lado y lado. Tal vez piensa que este viejito no ha aprendido a comportarse como corresponde a su edad.

Angie es juguetona, amable y energética. Cuando realiza alguna labor intelectual se transforma: frunce el ceño, no se distrae. !Angie! !Angie! le digo, pero no me escucha. Está concentrada. Al cabo de un rato me mira, me extiende su cuaderno y espera. !Excelente! le digo. Angie sonríe.

Bueno, personas como ella son el riachuelo que alegra con su canto la vida de los maestros.



1 comentario:

  1. Excelente post, Dago. Quedó impregnado en mi el retrato vivo de angie.

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