Buscar en este blog

domingo, 13 de junio de 2010



IMPERIO


Soomo Soomonián, al hacerse monje, decidió llamarse KOMITÁS. Nacido en Turquía en 1869, dedicó toda su vida a recopilar la música popular armenia, y compuso una gran cantidad de coros armenios. En 1915 empezó el exterminio armenio por los turcos. Orhan Pamuk, el nobel turco, ha denunciado el silencio de los gobiernos de su país y la política de estado de negar esta carnicería, en la que fueron asesinados a cuchillo millón y medio de armenios. Komitás estuvo a punto de perecer en estas masacres:

Unos soldados turcos subieron a Komitás a lo alto de una roca de donde se proponían arrojarlo al vacío. La hija del sultán de Estambul, alumna suya, lo salvó en el último momento. Pero ya había visto el abismo y perdió la razón.


Tenía entonces cuarenta y cinco años. Alguien lo llevó a París. No sabía que estaba en París. vivió veinte años más. No articuló palabra alguna. Veinte años en un manicomio. Apenas sí caminaba, permanecía mudo , pero sí miraba. Se puede suponer que veía; Los que lo visitaron, dicen que observaba fijamente los rostros.(IMPERIO, RYSZARD KAPUSCINSKI).

¿Por qué su obsesión por mirar con intensidad a los que lo visitaban? Aventuro una respuesta:
Entre las múltiples facetas de los rostros está la de la muerte. Imposible, para un ser de tan rica sensibilidad, aceptar la barbarie que sus ojos han presenciado. Su música, que se eleva gozosa para rendir homenaje a Dios, es puesta ante el abismo que representa el fanatismo. El vacío pretende acallar la profunda comunión entre un ser humano y su religión. Y el corolario misterioso, el silencio. Imagina KOMITÁS que su música ha sido desterrada del reino de los mortales. Y sólo queda su íntima ceremonia con lo divino.

Este texto surge de la lectura apasionada del libro IMPERIO, que recomiendo a mis amigos blogueros. Vale la pena leer este reportaje del autor polaco, donde se registra su recorrido por 15 repúblicas socialistas, en un momento en que el imperio soviético se derrumba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario