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jueves, 25 de agosto de 2011


YO ME LLAMO
Tiene aproximadamente 40 años. Viste un conjunto de pantalón de bota ancha con abanico rojo y saco. Se contonea imitando movimientos sensuales: "Rosa, dame toda tu vida, rosa...". Amparo Grisales le ordena dejar de cantar: "definitivamente, tú no eres Sandro". El hombre desconcertado, trata de esbozar una sonrisa. "Tú no eres Sandro", corean los otros dos jurados. El hombre sale, cabizbajo. Afuera lo espera Ernesto Calzadilla, quien funge de anfitrión del programa. Los otros artistas en espera lo animan y tratan de consolarlo.
YO ME LLAMO, el programa de Caracol televisión que se pasa en la noche, busca encontrar émulos de artistas nacionales e internacionales. Tres jurados, Amparo Grisales, Luz Amparo Vélez y Jairo Martínez son los encargados de decidir si los artistas aficionados que han sido seleccionados previamente cumplen con el requisito de "ser" el artista al que representan. Por el escenario desfilan imitadores de artistas de diversas épocas y estilos musicales. Alci Acosta, Leonardo Fabio, Paulina Rubio, Shakira, Héctor Lavoe y muchos otros. El programa se realiza en diversas ciudades de Colombia y los escogidos(52) viajarán a Bogotá a la ronda final. El premio,, 500 millones de pesos.
Colombia sigue siendo un país de regiones y las empresas de televisión han sabido enfatizar este rasgo tan nuestro. Por supuesto, se resaltan los símbolos oficiales que han hecho carrera en los discursos dominantes :la sucursal del cielo, tierra del chontaduro;la perla del Otun, etc. La cámara muestra las alrededores del edificio donde se realizn las pruebas. Una variedad de modas, rostros diversos que reflejan la diversidad étnica del país y una constante: seres provenientes de clases sociales pobres y medias.
El programa está estructurado para generar empatía, solidaridad, risas, burla. Las mamás dan la señal de la cruz a sus hijos, las novias lloran de alegría o de tristeza, un artista se seca las lágrimas con un pañuelo naranjado. Y Calzadilla desempeña el papel de hombre bueno que comprende a los concursantes antes y después de exponerse al jurado. Amparo Grisales es la madrastra del programa, perversa, mala, imponente. Los otros dos jurados asumen actitudes menos beligerantes al descartar a los artistas, y todos sueltan una lágrima por la actuación de alguien: "me recordó a mi padre, dice compungido Jairo Martínez.Y reinando sobre todos, la esperanza, que se pasea por todas partes oronda, hasta el juicio implacable de los jurados.
Los espectadores sufren y gozan con los relatos que se articulan en cada programa. Una mujer espera impaciente el traje que sus amigos y vecinos han elaborado en una jornada extenuante que se ha prolongado hasta la madrugada. El vendedor de chontaduros es mostrado por la cámara en su puesto callejero.Un joven canta en los buses. Cada personaje carga con el drama de una vida difícil. ¿Lograrán convencer al jurado? Las carcajadas hilarantes de los jurados desinflan la seguridad del artista. "tú no eres..." Y la mamá o la novia, el novio, el esposo cumplen con la tarea dolorosa de decir: "Ánimo, la próxima vez..." Y los ungidos, A Bogotá, meca fría del éxito. A Bogotá!!!!!!
La televisión desempeña una función destacada en nuestras vidas: "Vemos canales antes que programas. Por otra parte, somos los hijos de los talk shows y los realities, el directo, la telenovela,los deportes televisados; los hijos del entretenimiento humor y la tele-verdad;somos los anónimos buscadores del protagonismo de las historias televisivas; cada vez mas, vemos y somos más como los canales que vemos"(OMAR RINCÓN, NARRATIVAS MEDIÁTICAS).
Las formas contemporáneas de identidad y representación se construyen en buena parte con la mediación de los medios. No hay mayor tragedia que carecer de audiencia en facebook. Cada mañana, al iniciar nuestras rutinas, empezamos las interacciones con los relatos que la televisión nos ha ofrecido. Los canales aprovechan la pobreza. ¡500 millones!. "la televidencia permite imaginar que somos una comunidad, en la medida en que todos vemos lo mismo, asistimos a los mismos mensajes y construimos los mismos horizontes de comprensión"(Rincón).
La Mama Pacha contemporánea se llama televisión, terreno fértil desde el cual asumimos nuestras maneras de ser. YO ME LLAMO es relato, es construcción de sentidos. Dinero para el ganador, esparcimiento para los televidentes, ganancia se gura para el canal. Amén!
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