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domingo, 15 de julio de 2012

DEPILACIONES A LA ORDEN S.A.




En el siglo XV, las prostitutas se depilaban el vello púbico  para evitar infecciones producidas por los piojos. Así lo cuenta Carrie Bradshaw en su artículo del Atlantic, The new full - frontal: has pubic hair in America gone extinct? (El nuevo frente: ¿Se ha extinguido el vello púbico en América?). De manera minuciosa, la periodista analiza un comportamiento que se ha vuelto mayoritario, especialmente en las mujeres jóvenes: la depilación de su zona íntima y el auge de salones dedicados a este menester.

Cuenta Bradshaw que hasta los años 80 del siglo pasado, la depilación del vello púbico era una costumbre escasa. Las chicas de Playboy aparecían , en su mayoría, mostrando el monte de venus. A partir de los noventa, la mayoría de las modelos mostraban sus partes íntimas parcial o totalmente depiladas.


De acuerdo con estudios estadísticos, el 60% de las mujeres estadounidenses entre los 18 y los 24 años se depilan  e igual  lo hacen el  50% de las mujeres entre 25 y 29 años. Esta costumbre "...es más común entre mujeres sexualmente activas y específicamente en mujeres que reportan tener sexo oral frecuente y mujeres que no están en una relación monógama".

Entre las razones que se esgrimen para explicar esta tendencia aparecen algunas que se basan en el hecho de que la ropa interior femenina  es cada vez más pequeña, otras la atribuyen a la industria porno y por supuesto, las que consideran que es una forma de ratificar la independencia femenina. O, por el contrario, una tendencia a infantilizar a las mujeres y a convertirlas en objetos sexuales de los hombres. Entre usted y escoja el argumento que mejor le parezca.


Forma parte del inventario de gustos añejos la exhibición de vellos en el pecho y en los sobacos. Lo que para las mujeres de hace algunas décadas era fuente de erotismo, hoy causa fastidio y rechazo en los jóvenes. Abundan por el contrario, los salones dedicados a exterminar los vellos de piernas, brazos, zonas genitales. Relata Bradshaw la historia del salón de las hermanas J, cuatro chicas que comenzaron a aplicar la CERA BRASILEÑA en Nueva York,  un tratamiento que como su nombre lo indica, consiste en aplicar cera caliente para  arrancar  los pelos. 

Los ideales de belleza, los objetos de atracción sexual se transforman, las barbies imponen su ley y las cirugías complementan aquellos atributos que demanda la sociedad contemporánea.En ese flujo incesante de los cambios sociales y culturales, las formas  la seducción crean nuevas tendencias, dejan atrás gustos considerados ideales en determinadas épocas.

El cuerpo, ese objeto del deseo, sufre las intervenciones de su dueño y deja de mirarse como algo natural e inmodificable. A medida que la ciencia permite realizar cambios complejos, los seres humanos nos las arreglamos para adecuar ese "templo" a las exigencias nuevas.

Como dijo Anthony Bourdain:" Tu cuerpo no es un templo, es un parque de diversiones". ¿O un centro comercial?

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