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jueves, 21 de junio de 2012



TSUNAMIS Y CIVILIZACIONES
A PROPÓSITO DEL CINE DE HANEKE


La Grecia esplendorosa en bancarrota; los españoles, a quienes se les habían subido los humos y encontraban en los sudacas y en los africanos un motivo para sentirse mejores, buscan desesperadamente una tabla de salvación que les evite el colapso económico; los estudiantes ingleses marchan en protesta por el alza en los costos de las matrículas; el desempleo en Estados Unidos no cede y el número de pobres crece en una sociedad a la que durante mucho tiempo se miró como modelo de igualdad. Las promesas de sociedades prósperas se diluyen ante el tsunami de la pobreza, y los ricos, cada vez atesoran más dinero y poder. 

Pedro Adrián Zuluaga escribe en El Tiempo:" ...Pero lo que Haneke se ha especializado en mostrar, en una brillante carrera de una docena de títulos, es el aparatoso fracaso de todas las promesas-éticas y materiales- de la civilización"- Michael Haneke es un director de cine germanoaustriaco que  acaba de recibir su segundo reconocimiento en Cannes por su película  Amour y es el director de películas como Funny games, El séptimo continente, El video de Benny, Cache, La pianista, 71 fragmentos de una cronología desconocida-. Pareciera que la crisis global que vivimos es una especie de constatación del derrumbe aparatoso de los fundamentos,  propuestas y realizaciones de la civilización occidental- la que también llega a Oriente-.

Tal vez lo que ocurre en la actualidad es el advenimiento de una nueva civilización a la que se le han podado los principios de la revolución burguesa y se le han incorporado los que surgen  con el desarrollo del neocapitalismo: la iniciativa privada como principio rector del estado, el corporativismo que asume la dirección política, el fin del estado de derecho social, nuevas maneras de ser y de estar en el mundo por el desarrollo vertiginoso de las tecnologías,  nuevas maneras de concebir el ámbito laboral, el surgimiento de conciencias planetarias y etc.,etc.

 ¿Qué pensarían los habitantes de villas y poblados sometidos al asedio de ejércitos reclutados por el señor  de la gleba? ¿Cómo vivirían las personas a las que les tocaba dormir en el monte ante el asedio de grupos armados en los años 40 y 50 del siglo pasado en Colombia? ¿Qué significará la noción de civilización para aquellos africanos que se debaten entre el hambre y la violencia ?  Cada época vive sus crisis y pareciera que las estructuras que soportan el edificio social se derrumban  sin remedio.Se vive un ambiente de fin del mundo, se predice un colapso definitivo que acabará con la humanidad entera. Y la vida continúa. 

Mi percepción de estos asuntos se orienta a creer que lo que caracteriza a la humanidad es su constante afán de cambio, lo que hace que cada época viva sus revoluciones, que asuntos considerados durante mucho tiempo como inamovibles y seguros se caigan y con el tiempo se olviden. El transistor produjo un terremoto cultural que hizo posible el desarrollo amplio de la radio. Llevar el radio a donde se fuera significó la libertad de oír los programas sin la limitación del enorme aparato fijo que adornaba las salas de los hogares.

Y las promesas, como las esperanzas, vienen y van, orondas.






















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