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jueves, 1 de diciembre de 2011






EL INFINITO Y EL CORDÓN DEL ZAPATO


Ver la tierra desde una nave espacial, vislumbrar e intentar adivinar el nombre de megaciudades luminosas en la noche estelar, ver proyectados como en un mapa los contornos de los continentes desde la inmensidad del cosmos. Privilegio de los astronautas que desde lugares de observación unicos se maravillan ante el hecho de observar que este globo es apenas un punto diminuto en la infinitud del universo. Hace años leí el relato sobre un periodista radial que transmitía un desastre nuclear, pero su agobio se debía a la circunstancia de que la mujer que amaba lo había abandonado. Tal vez esos astronautas mezclarán en el asombro de la visión esplendente sus vivencias domésticas, quizás en el éxtasis de la contemplación pensarán en su mujer y sus hijos, en las cuotas de la casa, en la última pelea conyugal, en la cerveza fría que se vende en el bar y que se disfruta en compañía de sus amigos.

Nuestras vidas se debaten, por una parte, entre el asombro y la perplejidad por el hecho de estar vivos, por no tener respuestas seguras frente a las preguntas esenciales, de dónde venimos, hacia dónde vamos y por el ansia insaciable de conocer. Y por la otra, vivimos inmersos en la cotidianidad de nuestras vidas, en los problemas de la convivencia, en el afán, las preocupaciones, el hastío, las pequeñas alegrías. Aquí y en Cafarnaún se piensa y se vive de la misma manera. Sentimos como humanos. El odio, la envidia, la solidaridad, el amor nos moldean a cada instante. Vamos montados en una nave espacial y nos incomoda el cordón del zapato mal amarrado.


La navidad tiene mucho de esta mezcla. El ambiente se llena de alegría, la esperanza viste sus mejores galas y el estrés se dispara, elevando al máximo conflictos y angustias. Lo bueno es que esta época abre la compuerta para pensar sobre lo que ha sido nuestro transitar por el mundo. Gocemos con intensidad los pequeños momentos que esta época de diciembre nos ofrece y compartamos las sonrisas y las alegrías que hacen mejor la convivencia.

Deseo de corazón a todos mis amigos blogueros una feliz navidad y un año nuevo lleno de experiencias, conocimientos y sorpresas. Por un mes los dejaré descansar y les agradezco la fidelidad y el cariño que me brindan al leer y compartir este blog. Gracias.

5 comentarios:

  1. Muchas gracias, Dago! Para mí, este blog es siempre venero de magia para la vida. Yo no me siento cansado de leerlo, todo lo contrario. Es motivo de regocijo para mí.
    Quiero felicitarlo por su perseverancia en la difícil tarea de crear y mantener este espacio de congregación de nosotros, sus lectores.
    En las estadísticas de sus artículos se puede ver el progreso y el nivel de productividad que ha alcanzado: en 2008 publicó solo 4 entradas. En 2009, 15. Yo llamaría a ese periodo "la expedición", en el que Dago se lanzó a conquistar los mares de la palabra digital, y en el que tuvo que aprender a navegar, a no perder el ánimo, a encontrar su motivación para escribir y, por supuesto, a volverse ciudadano activo de la red.

    En 2010 viene el auge de la escritura esplendorosa, con un Dago más diestro en la palabra y en el manejo de los lectores. A juzgar por el número de entradas (64), el Dago de 2010 ya encontró su motivación y convirtió la escritura en parte de su cotidianidad.

    2011 confirma que Dago ha sabido ser un buen capitán de su nave, sobrepasando el año anterior en 18 entradas, su año más productivo. Ya son cuatro años de este blog, Dago! En el quinquenio tenemos que festejar, el capitán y los tripulantes que nos hemos sumado al barco. Salud!

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  2. Gracias, dieguito. Fue usted quien me animò a medìrmele a este ejercicio tan grato, fue usted uno de los que màs me han apoyado para compartir estos textos. Gracias

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  3. Gracias, dieguito. Fue usted quien me animò a medìrmele a este ejercicio tan grato, fue usted uno de los que màs me han apoyado para compartir estos textos. Gracias

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  4. Dago,
    La vida está llena de finales y de comienzos, de pequeñas muertes y de nacimientos. Tal vez esta época del año es especial porque marca, aunque sea de manera arbitraria, el comienzo de una nueva etapa. Quisiera aprovechar este momento para decirle que aprecio enormemente su amistad. Este blog se ha convertido en una especie de ventana a través de la cual puedo echar un vistazo a su interior y constatar que se trata de un hombre profundamente sensible, creativo y visionario. Lo que más admiro de Usted es su capacidad de asombro, esa que los niños tienen a flor de piel, y que hace que pueda hablar con desparpajo de temas tan diversos como los que aborda en sus textos. Yo también deseo que el próximo año le permita vivir buenas experiencias y que siga compartiendo un poco de su esencia con quienes leemos su blog. Un abrazo. Diana

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  5. Dianita: cada vez que escribo un blog pienso en usted, en lo que dirá, porque ha sido usted una acompañante infaltable de mi experiencia bloguera.Gracias por animarme a continuar escribiendo estas naderías, su apoyo es aliento para seguir en este jercicio que disfruto tanto.

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