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martes, 18 de octubre de 2011


En estos días de invierno, miro fascinado la belleza del otoño en el hemisferio norte, gracias a la magia de las fotografías del Atlantic Monthly newspaper.


Arropado con vestido de hojas, ¡imponente en su soledad!


Pequeños retazos de azul en medio del bosque.



Suave destello de sol a la hora de la cena






¡Qué travesura cruzar el asfalto en otoño!





Delicado lecho de hojas, sendero frondoso. Las manos cogidas, mágico farol de otoño.



¡Tan vanidosos los troncos con sus ropajes de otoño!



Al mirar el fondo del río, la hoja caída se estremece.


3 comentarios:

  1. Dago, gracias por estas palabras. Cada oración encierra incontables sensaciones, como mantras que cada día dicen algo nuevo. Me puse a pensar qué pasaría si uno los pusiera juntos. ¿El efecto sería el mismo? ¿Qué efecto podría uno sentir? Aquí va el resultado de mi ejercicio, no se qué piensan los lectores:

    Delicado lecho de hojas, sendero frondoso. Las manos cogidas, mágico farol de otoño.
    Pequeños retazos de azul en medio del bosque y un suave destello de sol a la hora de la cena
    ¡Qué travesura cruzar el asfalto en otoño!
    Al mirar el fondo del río, la hoja caída se estremece.
    Arropado con vestido de hojas, ¡imponente en su soledad!

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  2. Exquisito. Con la sabiduría del artesano experimentado que elabora su obra en silencio. Siento que he jugado un poco con mi hijo a ser de nuevo Pierre Menard.

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  3. ¡Padre e hijo haciendo poesía!...Ahora si que tiemblen los poetas... Felicitaciones.

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