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sábado, 14 de mayo de 2022

 



CARRETERAS I

Recorrer de manera rutinaria las vías que nos acercan a nuestros destinos ha sido una costumbre milenaria, y cada época le imprime las características propias de  su desarrollo científico y tecnológico, desde los desplazamientos a pie, pasando por carretas, diligencias, botes,  hasta los trenes de alta velocidad y los aviones supersónicos. Las vías terrestres, marítimas y aéreas  han sido factores decisivos en la conformación de las sociedades y les aportan los sellos distintivos de la cultura a cada grupo humano asentado en la diversidad de la geografía del planeta.

David Farrier escribe en "Huellas. En busca del Mundo que Dejaremos Atrás":" Asociamos las carreteras con la sensación de libertad...las carreteras hacen que nos sintamos modernos. Nos abren el mundo para nosotros, pero tal como señaló Emerson, también dictan la dirección que tomamos". Y Whitman, ese poeta de la vitalidad, dijo:" A pie y de buen humor tomo el camino abierto/ Saludable, libre, el mundo ante mí/ Ante mi la extendida senda parda que conduce a dondequiera que yo elija...(Song of the open road). 


Cuando se construye una carretera, la geografía y la cultura sufren transformaciones de hondo calado, acercando a los grupos humanos al torbellino del progreso y cambiando de paso todas las fortalezas de la tradición. J. R. Tolkien escribió a propósito:

EL CAMINO SIGUE Y SIGUE

Los caminos siguen avanzando

sobre rocas y bajo árboles

por cuevas donde el sol no brilla,

 por arroyos que el mar no encuentran,

sobre las nieves que el invierno siembra,

y entre la flores alegres de junio,

sobre la hierba y sobre la piedra,

bajo los montes a la luz de la luna.


Las carreteras reconfiguran los mapas de la memoria de las generaciones y nos enseñan que los paisajes son bienes renovados por el afán de conectar  lugares. Hoy, en Guaduas, para ir a Quebrada Honda, antiguo paseo a pie para darse un baño en los pozos que se formaban cuando la quebrada descendía por un cauce  adornado de piedras y musgos, se debe atravesar la autopista del Sol. Quebrada Honda es un escondite, una vía secundaria opacada por la imponencia de la nueva vía.

Soñamos los humanos con un planeta cuyo paisaje artificial relevante sea la carretera. A la par con el  crecimiento poblacional, la red   de carreteras, ávida de movimiento, acerca los lugares y uniformiza el paisaje, abriendo las puertas para que penetre la red del consumo. 

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