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lunes, 7 de diciembre de 2009


BRISAS Y TORMENTAS

Raymond Carver poseía una extraña cualidad: La humildad. Cuenta JAY MCCINERNEY, antiguo discípulo de Carver en un un curso de escritura, que éste solía hablar en voz baja, casi musitando las palabras. Para MCCINEREY, la humildad de Carver era sincera, natural. En sus clases, solía leer y comentar los textos, especialmente de autores del siglo XIX y los contemporáneos. En cierta ocasión, le correspondió ofrecer un curso denominado FORMA YTEORÍA DEL RELATO CORTO, al cual asistió un estudiante doctoral. Al cabo de unas semanas, preocupado por lo que hacía el profesor, comentó:
Este curso se llama Forma y Teoría del relato, pero todo lo que hacemos es sentarnos y hablar de libros. Ray lo miró preocupado. Asintió con la cabeza y estrujó su cigarrillo."Bien, esa es una buena pregunta. Después de una larga pausa, dijo: Supongo que el asunto aquí es que leemos buenos libros......y luego ustedes se forman su propia teoría". Y sonrió.

Fue Carver un adicto al alcohol; con John Cheever, bebieron y juerguiaron de lo lindo. " Él y yo no hacíamos más que beber", y no fueron pocas las ocasiones en que "pusieron palo" en muchos negocios. Marianne Burke, la primera esposa de Carver, pagó varias veces las cuentas del par de irresponsables.

Su relación con Gordon Lish fue compleja, llena de ira contenida debido a la intromisión del editor en su obra.

El mejor homenajeque podemos hacer a la memoria de Carter es sencillo: leer y disfrutar sus relatos.





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