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sábado, 1 de agosto de 2020


NARRAR LOS LUGARES

Alguien narró la historia de su ciudad  a partir de sus cafés. Otro narró la ciudad desde sus salas de cine; aquel  desde el barrio o el campo, desde las migraciones, los paisajes, el transporte, las luchas sociales, la moda, la música. Un lugar es un cosmos, diverso, multicolorido, imposible de abordar desde una sola mirada.


Villa Hermosa no se desmarca de los combos

Medellín, por ejemplo, significa para mí la cuadra (una cuadra en  el barrio Villahermosa). Ese espacio público sede de encuentros de chicas y chicos unidos por pasiones y sueños, en las que el diálogo constante es el tejido de historias que se hacen y deshacen en el proceso complicado de vivir; lugar de acuerdos, tareas, seducciones y conflictos, escuela irreemplazable para entender los mecanismos de la maquinaria  social,  escenario en el que se despliegan los símbolos de identidad y de rupturas. 

Los Árboles de la Carrera Séptima - El periodico de Chía

De Bogotá , el centro. El que conocí allá por los años 70, librerías:Casa del Libro, Buscholz, Nacional, Lerner; Cinemateca Distrital, el Jorge Eliécer Gaitán, la séptima, el Portal del Marinillo, la Florida, la Luis Ángel Arango, Café el Pasaje, Marielita y los tangos, los bares de salsa, la Candelaria. Y la Universidad Nacional.

En estas dos ciudades me siento extraño, ajeno. Son como amores lejanos, como estrellitas que titilan sin fuerza. A veces regreso a la memoria de tantas vivencias y me siento enamorado, de nuevo. Pero pasa.


Y siempre retorno al mismo lugar, al pueblito de pintura, a Guaduas. Aquí soy explorador, notario, cronista, poeta y flaneur.  La puedo mirar desde los relatos de personajes diversos, la capturo desde la riqueza de sus paisajes, desde sus calles y rincones, la cuento desde sus olores, desde las alboradas y  crepúsculos tan llenos de mensajes cargados de esperanza.

Para contar hay que amar y a veces odiar.  El paisaje de los lugares se tiñe de las emociones siempre presentes y de la memoria que restaura a su manera los hechos y circunstancias de la vida.

5 comentarios:

  1. Saludos: muy bueno el Blog. Compañero del curso de redacción...

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  2. Tal vez todos tenemos un poquito de eso que mencionar sentir por Guaduas.. volver al lugar. Me pasa igual cuando volvía a Bogotá. Me sentía de aquí y me despreocupo de muchas cosas que me inquietan cuando vivo en otra ciudad. Aunque no conozco mis vecinos y nadie me identifique. Por eso me cuestiona el desplazamiento forzado, yo me muevo porque quiero.

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  3. De acuerdo. Nos sentimos atados a las vivencias de la infancia, a las experiencias de muchachos. En esos lugares, tan entrañables.

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