JARDINES

 En 1939 se descubrió en el estado de Baden-Wurtemberg, Alemania, una figura antropomorfa elaborada en marfil  que se ubica entre 40.000 y 32.000 años de antigüedad y a la que se denominó "el hombre león de Stadel".

El hombre león de Stadel ha sido recientemente comentado por Noah Y. Harari en su magnífico ensayo "Sapiens. De animales a dioses"(2015). Este autor ha señalado que la figura debió tener un papel significativo  en el sistema de creencias ideado por los primeros Homo Sapiens de Europa.  Desde su punto de vista, la capacidad imaginativa de crear un ser humano de aspecto híbrido con cabeza de león, que no existe en la realidad, demuestra el desarrollo  de destrezas mentales de orden superior que deben ponerse en el contexto de una verdadera revolución cognitiva.  Esta revolución cognitiva  permitió a los Sapiens progresar en una línea de pensamiento simbólico, comunicación profunda y cooperación social mucho mas avanzada que las especies procedentes de homo. La consecuencia de ello fue el origen del sentimiento religioso, de la mitología, la estratificación social, del comercio y de la creación de complejas ficciones que empezaron a ser compartidas socialmente, dando origen a en última instancia a las primeras sociedades protohistóricas (Blog Arte e  Iconografía).

La capacidad imaginativa que menciona Harari incluye por supuesto al sentido estético, presente en todas las culturas del mundo.  Los jardines forman parte de la expresión estética de esos  grupos sociales. Cuando el nomadismo da paso al sedentarismo, la agricultura y la ganadería se convierten en las actividades económicas que permitirán el surgimiento de las civilizaciones. Los nuevos asentamientos urbanos posibilitan el ocio y el jardín se convierte en emblema de los nuevos poderes. Las viviendas privadas descubren la riqueza expresiva y simbólica de los jardines y los diseños urbanos los acogen como manifestación estética, política e ideológica.    

(Jardines colgantes de Babilonia)

Cuando se viaja por carreteras colombianas, sorprende la  presencia de jardines en las casas a su vera. Materas colgantes, cultivos de dalias, rosas, astromelias, variedad infinita de flores que semejan un cuadro de Jacanamijoy por la explosión de colores. 

 

(jardín romano)

Los jardines reflejan las modas y tendencias de cada época. Durante el Renacimiento, predominaron las formas geométricas, símbolo de la razón y el humanismo. El agua reclama representación y surgen, gracias a los arquitectos, diseños que sorprenden  por la manera como aquella fluye a través de canales, fuentes. 

(jardín árabe)

El jardín posee la virtud de  estimular los sentidos, avivar las emociones e invitar a la contemplación. Pasear por ellos es descubrir la belleza presente en la diversidad de colores, en el ingenio para disponer las plantas, en relacionar la magia presente en la simbiosis de agua, flores, plantas, árboles,  arena y piedra. 

(jardín japonés)

El jardín es la condensación de la armonía y la belleza del universo.