VIAJEROS
                                                                                                          A Laura Alejandra               

"Hay que vivir con esta persuasión: no he nacido para un solo rincón; mi patria es todo el mundo visible", dijo Séneca. Podría ser esta frase el motivo del viajero. Asumir los lugares como experiencias sensibles de las cuales se nutre la existencia, ave viajera que desconoce las fronteras.

El viajero. Equipaje liviano y  una vocación para no volver la vista atrás. Aventurarse por la espesura intrincada, atento el ojo, dispuesto el corazón. Al igual que un niño, asumir el asombro como la mejor maestra. El paladar curioso, el tacto siempre prendido, el olfato recursivo que curiosea la gama de olores naturales y humanos.

Todo es distinto y todo guarda una conexión con lo que se deja atrás. Así, desaparecen la nostalgia y la inseguridad. En la noche, el cielo estrellado es refugio y aliento para continuar. Al arribar a cualquier lugar, un rimero de historias va tejiendo el camino y aparece la eterna verdad: somos los mismos en cualquier lugar.

Del viaje podemos afirmar: "es un libro tan bueno que provoca quedarse a vivir en él" (JoseZuleta).