DÍAS DE SOL

De nuevo la luz solar se ha posesionado de los días. El viento, travieso, recorre curioso los lugares, y el calor nos incita a beber con deleite el agua helada que apaga el incendio interno. Todo porque, de acuerdo con la mitología  de Polinesia, Maui, un héroe, vive triste pues la luz del sol recorre rauda la esfera celeste, haciendo que los días sean cortos. Maui desea que los día sean  largos para que su madre pueda tejer ropa de corteza.  El héroe corta las trenzas mágicas de su esposa Hina y sube temprano al cielo. El sol empieza a despertar y Maui aprovecha esta circunstancia para golpear al sol con la quijada de su abuela. Adolorido por la muenda, el sol se arrastra lento y así se prolonga el día.

Después de dos años de invierno, la luz solar nos regala tonalidades especiales que dotan a la naturaleza de matices sorprendentes: la montaña exhibe  un tapiz de verdes primorosos y las flores se pavonean mostrando sus mejores galas. El placer de observar a distancia lugares desconocidos es posible por el lente amplificado que nos concede la luz solar.

Camino por los alrededores de Guaduas y me maravillo ante  tanta belleza.  Vivir entre montañas  tiene un encanto especial, pues los colores parecen niños a la hora del  descanso en la escuela. Se mueven por todas partes, se mezclan e irradian la alegría, esa que nos recuerda la maravilla de vivir en un mundo variado y generoso.

El verano posee la facultad de despertar en los seres humanos la alegría y el gusto por la vida.  El ritmo de la cotidianidad se altera y las risas brotan espontáneas, las mujeres se llenan de un hálito especial que las hace más atractivas y el espíritu de fiesta está presente en nuestros actos.

Al caer la tarde, las plantas muestran el agotamiento producido por el sol constante, nuestros cuerpos se resienten y la brisa fresca nos otorga un poco de alivio. Llega la noche y el reposo nos incita a vagar por otros senderos. Los dioses nocturnos esperan su oportunidad. Todo se ha llenado de sombras y los pensamientos adquieren gravedad.

Hasta el día de mañana, que espero con ansiedad. Bienvenido, amigo Sol.