LAS PIEDRAS CRECEN
Monumentos impasibles, creciendo en silencio, acumulando los sedimentos de minerales y agua: las piedras.
Sus formas nos hablan de secretas combinaciones, de arreglos planetarios. Son libros que guardan la historia de millones de años, memoria de granito, impávida e indiferente a las vanidades humanas. Sea porque en su piel de granito se refleje la historia natural de las innumerables transformaciones planetarias, sea porque - como la piedra Rosetta- en su lomo se tallen los decretos que permitieron descifrar los jeroglíficos egipcios, las piedras son los testigos acuciosos de un relato que trasciende las vanidades humanas.
Nada mejor para descansar y disfrutar de la armonía del paisaje que esas piedras de diversas tonalidades cuyas formas reproducen el paso del tiempo. Su belleza es contenida y sus cambios suceden de manera imperceptible. La flor ostenta el arcoíris de colores y la piedra exhibe el códice donde reposan los cambios del planeta.
Las piedras son el complemento de la exuberancia y la fertilidad del suelo. No son objetos de cambio, no provocan la codicia del emprendedor. Así que ellas nos acercan como ningún otro elemento a la fusión con el globo.
Son ellas el testimonio fehaciente del paso de años, siglos, milenios, de la cambiante estructura del planeta, de los cambios climáticos, de los fenómenos naturales y de los cataclismos que le han asignado rostros variables a la tierra.
Un jardín alcanza su máximo esplendor si lo adornan las piedras.
Este texto surgió a propósito de la lectura de un artículo en El País de España, "Piedras vivientes que parecen sacadas de un cuento de Borges", por Montero Glez.
Las piedras son parte de esta existencia, cuna de biomas, paisaje del horizonte, están en cada lugar por razones que desconocemos, pero siempre con sus átomos en una vibración casi imperceptible.
ResponderEliminarMe seducen las piedras de la Paz de Calamoima, paisaje de horizonte.
ResponderEliminarMe encanta coleccionar piedras de diferentes formas, no alcanzó a imaginar cómo la naturaleza y los cambios que en estas se van dando puedan firmar figuras a veces tan perfectas.
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