¿GUADUAS, PUEBLO PATRIMONIO?

Cada pueblo procura destacar determinados rasgos que le confieren un sello particular, es decir, una identidad. Así,  Guaduas basa su proceso de reconocimiento en el hecho de poseer un centro histórico que le asegura ser considerado pueblo patrimonio de la nación Y de ser la cuna de Policarpa Salavarrieta y Francisco Javier Matís.  No hay duda de que poseer un área especial, caracterizada por sus rasgos arquitectónicos coloniales, otorga prestigio y convierte a estos pueblos- Monguí, Barichara. Aguadas, Ciénaga, Jericó, Jardín, Salamina, Girón, Santa Fe, Mompox, Lorica-en objeto de interés turístico en una época en que el turismo es una fuerte importante de generación de trabajo y divisas. 

Guaduas es hermoso. Ubicado en un valle encantador, con un clima privilegiado y una tradición histórica y cultural, posee todos los requisitos para convertirse en destino obligado de turistas nacionales y extranjeros. El hecho de ser el tercer municipio en extensión de Cundinamarca le da unas ventajas comparativas, ya que cuenta con diversidad de climas, paisajes y diversidad de grupos sociales. Cada cuadra del centro histórico posee el encanto de aludir a personajes y acontecimientos de la historia de Colombia: la comunidad franciscana, Rafael Nuñez, Manuel Antonio Sanclemente, familia Samper, Joaquín Acosta, Soledad Acosta de Samper, Francisco Javier Matis y por supuesto, Policarpa Salavarrieta.

Si Guaduas posee todo esto, ¿por qué razón no hemos sido capaces de mantener el centro histórico en condiciones dignas y propias  de una localidad próspera? ¿por qué razón se derrumba el convento de la Soledad y no existe una acción para restaurarlo y convertirlo en la joya arquitectónica del centro de Colombia? ¿Por qué razón se cae el edificio Murillo Toro sin que esto nos preocupe a todos?  ¿Por qué razón se derrumban casas del centro histórico sin que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto? ¿por qué razón no se regula el espacio público del centro histórico, convertido hoy en parqueadero anárquico?  ¿por qué razón no se controla el ruido ensordecedor de algunos negocios del centro histórico los fines de semana? ¿por qué razón no existe una política de promoción cultural que ofrezca muestras de la riqueza cultural de Guaduas? ¿por qué razón no existe una oficina de información que oriente a los turistas? ¿Qué estímulos existen para los empresarios que, contra viento y marea, invierten en el municipio? ¿Qué acciones se han tomado para cuidar el Camino Real? '¿cuándo se limpiará el rastrojo que avergüenza al monumento de la cabeza De Galán?

La belleza de un lugar trasciende el mero fin de convertirla en motivo de atracción  de turistas. Bien está preocuparse por este asunto. Y bien pensar que un pueblo con tantos atractivos sea lugar donde se respire armonía, paz, gusto por vivir, deleite por el tejido social que se elabora en la cotidianidad y que nos hace suspirar de nostalgia cada vez que nos ausentamos de la bella villa. Para afirmar con orgullo que Guaduas es pueblo patrimonial, debemos cuidarla, restaurarla, destacar sus riquezas y fortalezas. Hasta tanto no ocurra esto, su centro histórico reclama otro título: pueblo patrimonial en ruinas.

Merecemos políticos comprometidos con el desarrollo armónico de Guaduas, visionarios capaces de articular propuestas para una sociedad tan demandante y retadora. 

Ojalá sea un tema de discusión de los candidatos a las corporaciones públicas este asunto de la identidad de Guaduas como pueblo patrimonio de Colombia.

Y que no sean solo promesas electorales.