¡NO MAS BESOS, POR FAVOR!
Alzola Kirschgens, periodista española escribió un tuit que decía: "Que no vuelvan los dos besos a las mujeres en el ámbito profesional, por favor". El tuit se volvió popular y desató una ola de comentarios acerca de esta costumbre habitual en el mundo laboral de España, nos cuenta Nuria Labari en El País. "Saludar a las mujeres con dos besos y a los hombres con un apretón de manos es una forma de subrayar el género por encima del cargo o del criterio profesional en el entorno laboral. Y en este sentido, dar dos besos puede ser una forma de menospreciar a las mujeres por el hecho de serlo", comenta Labari.
El mundo laboral acoge estos rituales sin cuestionar el machismo presente en estos gestos:" lo cierto es que el trabajo se desarrolla en sociedades machistas y está atravesado de arriba abajo por estructuras machistas, y todo ello sin que ninguna empresa se reconozca machista, claro está. Es la magia de un mercado donde la palabra patriarcado jamás ha sido pronunciada en según qué despachos", añade Labari.
Igual que el uso de tacones en la oficina. O las faldas en ciertos oficios. Leo que unas aerolíneas- Virgin Atlantic y Aer Lingus- han suprimido la obligación de usar traje ceñido y maquillaje a sus auxiliares de vuelo y en cambio, ha aceptado el uso del pantalón. En Suráfrica se ha iniciado un movimiento para exigir una reforma constitucional que les permita a las mujeres tener dos esposos- los hombres tiene el derecho consagrado en la constitución para tener varias esposas-. Así que en todos los ámbitos se derrumban costumbres consideradas durante tanto tiempo como normales.
La lucha por la igualdad entre hombres y mujeres encuentra la resistencia de sectores habituados a la visión patriarcal y las religiones aportan una cuota importante en este terreno. Hace poco, un juez en Colombia dio casa por cárcel a un hombre que, después de comer en la madrugada, le arrojó acido en el rostro a su esposa porque ella no había lavado los platos. Aun así, la tendencia global se encamina a fortalecer los derechos de la mujer.
Lo interesante de la vida parece ser la incesante dinámica de los cambios. Una educación moderna debe apostarle a educar a los niños y jóvenes en el aprendizaje de actitudes flexibles, menos rígidas y mas en consonancia con el respeto a los derechos de personas, grupos, minorías y especies diversas, al igual que la búsqueda del equilibrio con el medio ambiente.
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