PERPLEJIDADES E INFINITOS
Observo la niebla que se posesiona de las montañas, las cubre y les añade un aire misterioso. Los cantos de las aves son melodìa sin pausa en medio de zonas cubiertas de palmas de cera. Es el valle del Cocora. Un clima suave, la lluvia tenue y el aire, que de lo limpio, es caricia para la piel. Tanta belleza. Tantas maravillas juntas. Descanso al borde del camino e imagino a otras gentes, que al igual que yo, han vivido, por un instante, la revelación y el asombro. Asì que regreso a preguntas que a ratos me asaltan, aquellas que tienen que ver con las cuestiones esenciales: ¿De dónde venimos? ¿Cuál es la razón de nuestra existencia en este mundo? ¿Existe otra vida después de la muerte? ¿Qué significa Dios?
Rob Riemen, filósofo holandés, concedió una entrevista a El Universal de México que El Tiempo reprodujo y que me cayó como anillo al dedo para hablar de estos asuntos.
El primero: La voluntad dogmática de la izquierda para rechazar toda idea relacionada con la trascendencia. A la pregunta del periodista, "Por qué usa términos inusuales, incluso para libros de filosofía, como "alma" y "metafísica"? , responde Riemen:
Que estas palabras se hayan vuelto poco comunes habla de cuàn aislada se ha tornado la cultura occidental, pero puedo asegurarte de que en otras culturas, como las indígenas o las africanas, estas han sido siempre las palabras mas comunes. Se encuentran olvidadas porque, según los intelectuales, solo pueden usarse en un contexto religioso.. Esto tiene que ver con el colapso del liberalismo: hemos sido lo suficientemente estúpidos para entregar estas palabras a los conservadores, a la derecha. Y ellos saben cómo hacer mal uso de ellas...Estamos ante la politizaciòn de la mente, ante un malentendido sobre lo que es el ser humano. Cuando leemos a Shakespeare y oímos a Beethoven, podemos percibir el alma y el espíritu...Por eso me parece importante devolverles a las palabras su sentido original.
Extraña criatura es el hombre: no pide nacer, no sabe vivir y no quiere morir, sentenciò alguien. Y que vive haciéndose preguntas incómodas, para enredar mas la pita. Algunas de ellas sin respuesta. Miro el firmamento en la noche estrellada y me deleito con la vastedad del universo y su indiferencia. Apenas un puntito invisible, nada notorio es la tierra. Millones de galaxias, universo-universos- en expansión, y la perplejidad del homo sapiens, confundido y aterrado ante el vacío y el infinito.
Frente al misterio de la vida reclamo mi derecho a hacer preguntas. Y en especial una, que comparto con Wade Davis: ¿qué significa ser humano y estar vivo? Siento que formo parte de un universo variado, infinito. Y me identifico con esas culturas que explican la existencia como una interacción física y espiritual, en la que todos los elementos juegan un papel valioso, a pesar de nuestra fragilidad. La humildad, como rasgo identitario de la humanidad. Para aceptar que nuestra especie es una entre tantas otras. Sin mejores derechos. Bañarme en el río y sentirme, por un instante, río. Observar el pájaro, el bosque y sentirme, por un breve instante, pájaro, bosque. Percibir el alma, el espíritu.
El budismo plantea el carácter efímero de la existencia, de las cosas. "¿Qué es la vida del hombre en la tierra? La estela blanca de un bote que navega en la oscuridad". Cierto, pero..
Este mundo de rocío,
mundo, como es, de rocìo
y, con todo...
ISSAH
Miro a mi alrededor. Amigos, familia; creyentes, la mayoría; escépticos, unos pocos. Extiendo mi mano y siento vibrar el mundo. Creyentes, ateos, todos navegando en el mar proceloso de la vida, en busca de un destino seguro, de un puerto amigo. ¿Acaso sea Dios la savia que alimenta la esperanza de los viajeros?
Desde mi refugio, interpreto la existencia del universo como una energìa extraordinaria, llena de pasadizos y nexos evidentes y secretos. No hay mano conductora, nadie a quien orarle ni pedirle nada. Asumo la mortalidad como el don que nos permite, en el lapso de la existencia, dar pábulo a los sentidos, a la inteligencia y a la imaginación, al miedo, a las dudas y a la incertidumbre. Asumo el milagro como la sorpresa sin cuotas y me asombro ante la perpetua diversidad de experiencias que el vivir nos depara.
La humanidad busca desde diversos ángulos explicaciones absolutas a las preguntas fundamentales. Lo valioso de estas indagaciones consiste en entender que formamos la gran comunidad humana, y que nada hay mejor que compartir el pan y los sueños, gracias a las diferencias inevitables.
Cuando todo acabe para alguien, otros, en algún lugar, miraràn la estrella rutilante y por un momento, pensaràn que ese alguien està ahí, en el fulgor nocturno, recordándonos lo efímero de la existencia y la eternidad de la generosidad, la compasión y el amor, esencia verdadera de de la vida.
