LA PRIMERA IMPRESIÓN

Así ha sido siempre. La primera impresión, la que produce el amor a primera vista y muchos malentendidos. Esa lectura impresionista que determina los cauces de las interacciones, los ritmos de la seducción y las equivocaciones a granel.

La primera impresión. Solemos confundir el envase con el contenido y nos soltamos ante la belleza que impresiona. Confundimos los gestos, las actitudes primeras y concedemos un aval a los primeros momentos. A veces, suena la flauta. la vio allí, silenciosa y las miradas fueron el sello de una relación duradera. En un encuentro, las primeras palabras son el combustible de una amistad que se hace perenne.

No hay escapatoria. Los primeros momentos son magia secreta que produce hechizos, encantamientos. O rechazo. Esa fiesta en la que brotan las palabras como chorro de agua fresca, como si hubiera habido un antes, una suerte de déjá vu que nos deleita.

El tiempo, el herrero que pule  la pieza.