LAS MINORÍAS Y LA LIBERTAD
Barbara Johnson se acercó a recibir la comunión en la iglesia de St. John Newman, Gaithersburg, EE.UU. El sacerdote Marcel Guarnizo, párroco de la iglesia, se rehusó a darle el sacramento. Ese día se realizaba el funeral de la madre de Barbara. Así lo cuentan los periodistas Michael S. Rosenwald y Michelle Boorsken, del WASHINGTON POST.
Barbara,que tiene cincuenta años, ha sido una lesbiana militante en su comunidad y fue esta la razón que argumentó el sacerdote para tomar esta decisión. Además de católica, la mujer es budista y profesora de educación artística en un colegio del lugar. Guarnizo es un sacerdote que ha participado en actividades de protesta contra clínicas donde se realizan abortos y firmó un documento en el que acusa a varios políticos católicos de poseer ideas "moralmente repugnantes" por apoyar los matrimonios gays. El sacerdote realiza con frecuencia viajes a Europa con el fin de promover el libre mercado a través de valores religiosos conservadores.
La Arquidiócesis de Washington acusó a Guarnizo de amenazar a su personal de la parroquia y lo relevó de sus labores sacerdotales. La respuesta del sacerdote ha sido la de rechazar el castigo y ha recibido el apoyo de sectores católicos. Además, considera que la sanción no tiene valor legal, pues al haber sido ordenado en Rusia, depende del Arzobispo de aquella jurisdicción.
Escucho los cantos de guerra que se extienden por el mundo en aras de limpiar de la faz de la tierra la" escoria" conformada por homosexuales, transexuales, bisexuales, inmigrantes, negros, latinos, sudacas, musulmanes, africanos, pobres. Una mezcla despreciable que merece el exterminio. Y como la vida es más compleja que las ideologías, blancos pobres se descubren de la misma condición de los inmigrantes, se destapan escándalos de abusos sexuales cometidos por miembros de congregaciones religiosas, se descubre la doble moral de censores y perseguidores de prostitutas y homosexuales. En Colombia se considera más grave ser gay que haber usado el poder del congreso para apropiarse de bienes públicos, tal como ocurrió con un partido político, depositario único de la moral ciudadana.
A la pérdida de conquistas sociales como la estabilidad laboral, la separación de iglesia y estado, la libertad de expresión, el derecho a la salud y la educación se suma la beligerancia de sectas, grupos y congregaciones que amparados en el pasaporte de la voluntad divina, arremeten contra minorías cuyo único destino parece ser la exclusión, el rechazo, el castigo y la muerte.
¿Con qué comparar la vida en este mundo? La estela blanca de un bote que navega en el crepúsculo. Nada y todo. A pesar de lo efímero de nuestras vidas, cada momento se yergue como una totalidad. Por eso, el bien más preciado consiste en apreciar y defender el valor de la libertad, ave que vuela sin ataduras en el horizonte. Tanta intolerancia perversa debe ser rechazada con la fuerza que nos da saber que lo bello y lo justo existe en cada pliegue, en cada recodo de la existencia. A pesar de todo.
Escucho los cantos de guerra que se extienden por el mundo en aras de limpiar de la faz de la tierra la" escoria" conformada por homosexuales, transexuales, bisexuales, inmigrantes, negros, latinos, sudacas, musulmanes, africanos, pobres. Una mezcla despreciable que merece el exterminio. Y como la vida es más compleja que las ideologías, blancos pobres se descubren de la misma condición de los inmigrantes, se destapan escándalos de abusos sexuales cometidos por miembros de congregaciones religiosas, se descubre la doble moral de censores y perseguidores de prostitutas y homosexuales. En Colombia se considera más grave ser gay que haber usado el poder del congreso para apropiarse de bienes públicos, tal como ocurrió con un partido político, depositario único de la moral ciudadana.
A la pérdida de conquistas sociales como la estabilidad laboral, la separación de iglesia y estado, la libertad de expresión, el derecho a la salud y la educación se suma la beligerancia de sectas, grupos y congregaciones que amparados en el pasaporte de la voluntad divina, arremeten contra minorías cuyo único destino parece ser la exclusión, el rechazo, el castigo y la muerte.
¿Con qué comparar la vida en este mundo? La estela blanca de un bote que navega en el crepúsculo. Nada y todo. A pesar de lo efímero de nuestras vidas, cada momento se yergue como una totalidad. Por eso, el bien más preciado consiste en apreciar y defender el valor de la libertad, ave que vuela sin ataduras en el horizonte. Tanta intolerancia perversa debe ser rechazada con la fuerza que nos da saber que lo bello y lo justo existe en cada pliegue, en cada recodo de la existencia. A pesar de todo.
Cerezos en la noche;
si más me alejo
más vuelvo a mirarlos.
(Tomiyasu)
si más me alejo
más vuelvo a mirarlos.
(Tomiyasu)
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