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sábado, 7 de agosto de 2021



  DESCONECTARSE POR UN TIEMPO

Paso junto aun grupo de obreros de la construcción que almuerzan en un parque. Todos están conectados a sus celulares, en una especie de ceremonia que los  se abstrae del mundo circundante. Esta escena se repite en la calle, en los centros comerciales, en los buses, en las aulas. La nueva manera de estar en el mundo, vía la pantalla del celular.

¿Por qué nos seduce  de esta forma la conexión virtual al punto de transformar los encuentros y replantear la conversación? Creo que las pantallas ejercen una fascinación imposible de eludir, una suerte de parque temático omnipresente en nuestras vidas. Un tsunami de información que destruye nuestras defensas y nos deja expuestos a la sucesión inagotable de mensajes. El secreto estriba en que los usuarios de las redes son participantes activos de las interacciones mediáticas. Si la televisión no permite-por ahora- la participación activa de los usuarios, el computador y el celular basan su sentido en la interacción permanente de los usuarios. 


Las pantallas de celulares y computadoras ofrecen una gama diversa de ofertas que comprenden redes sociales, chats, música y todo  lo imaginable en formatos atractivos, elaborados para generar adicción y de los cuales es muy difícil desprenderse.  Así que la introspección, el examen pausado de los hechos, la meditación, el silencio y el aburrimiento forman parte de prácticas desuetas, vistas como raras y con muy pocos practicantes.

Yuval Noah Harari cuenta que con cierta frecuencia suele desconectarse por un tiempo de las pantallas, con el fin de poder atender a los requerimientos que nacen de lo íntimo, de aquello que brota de adentro.  Tarea casi imposible, dada la fuerza de seducción de la virtualidad en nuestras vidas. 


Sospecho que la influencia de los medios virtuales en nuestras vidas será cada vez mas fuerte y nociones tradicionales como las interacciones cara a cara, el tipo de actividades sociales, festivas, laborales dependerán de internet.  En sociedades del primer mundo, un porcentaje importante de las relaciones de amistad, amorosas y de ligue se realizan por medio de las redes sociales.

Tan difícil imaginar cómo serán las relaciones y los encuentros en un futuro cercano. De algo estoy seguro: nada mas placentero para el espíritu que alejarse por un momento del mundanal ruido, emprender el viaje hacia la interioridad y dejar que las sensaciones y los pensamientos se liberen del asedio de chats, memes, videos y mensajes de Whatsapp. La ruta hacia la paz implica la desconexión temporal de celulares y computadores.

Tan provocativa y seductora como tiktok, facebook e instagram es la mirada interior, sin la presión de los likes ni el afán de sentirse reconocido como parte de una tribu homogénea y etérea.

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