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sábado, 12 de febrero de 2011




OMAR KHEYYAM


A mediados del siglo XI, tres amigos persas realizan un pacto: Quien triunfe primero, deberá velar por los otros dos. Hassan el Sabbah, Nizam al Mulk y Omar Kheyyam, jóvenes imbuidos por el deseo de alcanzar la sabiduría y la ciencia, se convierten en discípulos del imán Novassak en la ciudad de Naishapur. Pasa el tiempo y Nizam alcanza el grado de secretario y visir del sultán Alp Arlan, "el león", así que Hassan y Omar deciden recordarle el compromiso hecho años atrás.

A Hassan le concede su amigo un importante cargo en la Corte, pero pronto entra en conflicto por las constantes intrigas en las que se ve envuelto, así que es retirado de su cargo. Decide Hassan retirarse a las montañas del sur del Caspio. Allí organiza una banda de delincuentes que azota la región. Su crueldad y sevicia aterrorizan a los habitantes de la región. De su nombre se deriva la palabra ASESINO.

Omar Kheyyam solicitó a su amigo una pensión con el fin de dedicarse en su ciudad natal al estudio de la astronomía, las matemáticas y la poesía. En las noches, en compañía de sus amigos, disfrutaba de la música, la danza y el vino. Sus estudios le permitieron participar en la reforma del calendario y aportó de manera significativa en diversas disciplinas científicas. Fue autor de la colección poética denominada RUBAIYAT.

Murió en Naishipur en el año 1123.


Leer la poesía de Kheyyan implica reflexionar sobre el sentido de la existencia, el vacío de doctrinas religiosas cuya fuerza radica en los miedos que son capaces de generar, sin aportar respuestas que conduzcan a la paz de los seres humanos.

levántate y olvida este efímero mundo.
Alégrate; aprovecha cada instante de gozo.
Si Natura, mujer al fin, fuese constante,
¿no te habría llegado de ser querido el turno?



El tiempo sólo se neutraliza viviendo el presente:


El tiempo, inexorable, va fluyendo. ¿Qué ha sido
De Bagdad y de Balk? Un leve roce puede
matar la rosa. Bebe, y al mirar las estrellas
medita en las culturas que se tragó el desierto.


Si lo efímero es la verdad que atraviesa nuestras vidas, entonces



¡Vino! Lo creó Dios. Es de las más hermosas
muestras de su poder. ¿Quién será entonces el tonto
que lo desprecie? ¿A qué privarnos de él si es bueno?
Si es malo, ¿qué bellaco será el que lo ha creado?

Así que



No renuncies al vino mientras sea posible.
¡Cuántas lamentaciones seguirían! La rosa
entreabre su ropaje y canta alegre el pájaro.
¿Crees este momento propicio a la renuncia?


Y a aquel que pretende encontrar las respuestas esenciales de la vida ...


Tú presumes de sabio, mas pasado y futuro
Te atormentan.Entre ambos quisieras un remanso
de paz. Créeme: cambia toda esta locura
por un vaso de vino donde ahogar tu impotencia

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