NARRAR LOS LUGARES
Alguien narró la historia de su ciudad a partir de sus cafés. Otro narró la ciudad desde sus salas de cine; aquel desde el barrio o el campo, desde las migraciones, los paisajes, el transporte, las luchas sociales, la moda, la música. Un lugar es un cosmos, diverso, multicolorido, imposible de abordar desde una sola mirada.
Medellín, por ejemplo, significa para mí la cuadra (una cuadra en el barrio Villahermosa). Ese espacio público sede de encuentros de chicas y chicos unidos por pasiones y sueños, en las que el diálogo constante es el tejido de historias que se hacen y deshacen en el proceso complicado de vivir; lugar de acuerdos, tareas, seducciones y conflictos, escuela irreemplazable para entender los mecanismos de la maquinaria social, escenario en el que se despliegan los símbolos de identidad y de rupturas.
De Bogotá , el centro. El que conocí allá por los años 70, librerías:Casa del Libro, Buscholz, Nacional, Lerner; Cinemateca Distrital, el Jorge Eliécer Gaitán, la séptima, el Portal del Marinillo, la Florida, la Luis Ángel Arango, Café el Pasaje, Marielita y los tangos, los bares de salsa, la Candelaria. Y la Universidad Nacional.
En estas dos ciudades me siento extraño, ajeno. Son como amores lejanos, como estrellitas que titilan sin fuerza. A veces regreso a la memoria de tantas vivencias y me siento enamorado, de nuevo. Pero pasa.
Y siempre retorno al mismo lugar, al pueblito de pintura, a Guaduas. Aquí soy explorador, notario, cronista, poeta y flaneur. La puedo mirar desde los relatos de personajes diversos, la capturo desde la riqueza de sus paisajes, desde sus calles y rincones, la cuento desde sus olores, desde las alboradas y crepúsculos tan llenos de mensajes cargados de esperanza.
Para contar hay que amar y a veces odiar. El paisaje de los lugares se tiñe de las emociones siempre presentes y de la memoria que restaura a su manera los hechos y circunstancias de la vida.
Saludos: muy bueno el Blog. Compañero del curso de redacción...
ResponderEliminarMuchas gracias.
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EliminarTal vez todos tenemos un poquito de eso que mencionar sentir por Guaduas.. volver al lugar. Me pasa igual cuando volvía a Bogotá. Me sentía de aquí y me despreocupo de muchas cosas que me inquietan cuando vivo en otra ciudad. Aunque no conozco mis vecinos y nadie me identifique. Por eso me cuestiona el desplazamiento forzado, yo me muevo porque quiero.
ResponderEliminarDe acuerdo. Nos sentimos atados a las vivencias de la infancia, a las experiencias de muchachos. En esos lugares, tan entrañables.
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