U SAM OEUR
Para sobrevivir, U Sam Oeur tuvo que ocultar su condición de persona letrada, destruir sus manuscritos y trabajar durante cuatro años en campos de concentración, pastoreando búfalos y cuidando arrozales. Su esposa dio a luz mellizos en uno de los campos de concentración. Los recién nacidos fueron estrangulados por comadronas que recibieron la orden del jefe de la prisión, preocupado por dos nuevas bocas a las cuales alimentar y un adulto a quien se separaba de la producción.
POl Pot asume el poder en Cambodia en el año de 1975 y se inicia uno de los periodos más sangrientos de la historia contemporánea, con millones de personas obligadas a desplazarse de la ciudad al campo a trabajar en condiciones inhumanas. Cerca de dos millones de personas fueron exterminadas por soldados del Khmer Rouge. Cientos de miles de personas con algún nivel educativo fueron conducidas a campos de concentración y la mayoría de ellos, asesinados.
Gracias al Festival de Poesía de Medellín, tuve la suerte de ver y escuchar al poeta camboyano, en una noche mágica donde confluyeron otros poetas de largo aliento, Evtushenko, uno de ellos. Todavía recuerdo el estremecimiento que me produjo oír declamar a Oeur su poema "la pérdida de mis mellizas", con esa voz desgarrada que penetró la noche e iluminó la lluvia. A continuación, otro de sus poemas en el que se produce una revelación desde la mirada budista:
Trabaja, trabaja —talando árboles,
descuajándolos, despejando monte, transplantando arroz,
sin un momento para descansar. Al mediodía, solo, cuando despejaba un cañaveral,
una bella cobra negra abrió su capucha frente a mí, demostrando su poder.
Pensó que yo era su enemigo.
“¡Es bella, como en las películas indias!”, exclamé en voz baja
con las rodillas temblorosas.
“¡Oh, cobra! Tu carne y tu sangre son de verdad
la carne y la sangre de Buda.
Yo soy sólo un prisionero de guerra pero no soy tu alimento.
Tú, cobra, eres libre, y si mi carne es de verdad tu sangre,
defiéndeme con los espíritus de esta laguna
para llevarme a los tres refugios del Buda.
La cobra me miró fijo con amorosa bondad y luego bajó la cabeza.
se alejó hacia el sur deslizándose en la laguna
y yo volví al trabajo de sobrevivir.
¿Por qué he vuelto a releer a U Sam Oeur? Compré una novela de Kim Echlim, escritora canadiense, "La huella de tu ausencia" y me encontré con una historia dolorosamente bella que transcurre en buena parte en Cambodia y vino a mi memoria esa noche de poesía en la capital antioqueña. Recomiendo que escuchen el poema de las mellizas en youtube. Y los invito a leer mi reseña de la novela de Echlim en el próximo post.
Historias tan parecidas, de gentes tan diversas, en lugares diferentes. Vivencias terribles, sufrimientos que uno no alcanza a imaginar y que conmueven; pero que también constituyen la lúcida inspiración de sus protagonistas.
ResponderEliminarPaola