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sábado, 14 de septiembre de 2024

 


 NOTAS SOBRE EL CENTENARIO DEL COLEGIO SAMPER

LA MÚSICA Y LOS PROFES DE INGLÉS

Dedicado a los profesores  de inglés del colegio Samper

Con  dispositivos que hoy  causan asombro y risa, con las peripecias para la consecución de la música, con las dificultades técnicas propias de aparatos como el diskette, la grabadora, el videobeam, el casete y con el entusiasmo siempre presente, así nos bandeábamos los profes de inglés para compartir los éxitos musicales de los ochenta y noventa en el Samper.

¿Quién puede olvidar la cinta enredada en la casetera, el lapicero listo a recoger la cinta, los casetes deteriorados y las idas de la corriente eléctrica ? El profesor o algún alumno conseguían el casete y venía entonces un proceso que se caracterizaba por poner play,  rewind- rebobinar-,  fast forward- adelantar-; escuchar, cantar, leer y traducir las letras de las canciones,  o dicho en otras palabras, el proceso técnico amoroso para oír la canción de moda.

Esas clases en las que nos unía la música representaron la forma bella de acercarnos a la  cultura anglosajona, de situarnos frente a éticas amorosas y contestatarias nacidas de movimientos sociales y culturales del primer mundo y de permitirnos realizar nuestras interpretaciones  de mensajes que se aclimataban en Guaduas. El salón era discoteca, sala de terapia, rincón de desahogos, cuarto de voces destempladas. 

Entre tantos títulos de canciones, mencionaré unos cuantos: "Hotel California", de The Eagles;" Imagine", de John Lennon; "I will survive", de Gloria Gaynor; "I will always Love You", de Whitney Houston; Saturday Night Fever" de The Bee Gees; "another Day in Paradise", de Phil Collins; "Another one Bites the Dust", de Queen, "Sacrifice", de Elton Jones; "Baby, can I Hold you Tonight?" de Tracy Chapman.


Hace poco conversé con Omar Acevedo, un exalumno que hoy en día es instructor de gimnasia y me comentó con calidez la manera como la profesora Marina Vásquez les pedía interpretar  determinada canción: "quien la cante, pasa inglés". 

Lo que hago en este texto es reconstruir un tiempo ya ido que dejó hondas huellas en los corazones de muchos estudiantes, nos brindó momentos de calidez, risas y lágrimas y nos puso en contacto con otros mundos a través de la música. 

Hoy ha cambiado el panorama por el acceso formidable a internet, el cual nos permite disfrutar de la música del mundo sin problemas, en contextos fragmentados, pues la red nos ha ubicado en nichos diferentes, así que compartir una canción implica una negociación diferente con los estudiantes. Otras formas de relacionarnos con la cultura anglosajona, otra manera de sentir, de añorar y de vivir.

3 comentarios:

  1. Yellow submarine, lemon tree y otras canciones que inventábamos para saludar o destrabar la lengua eran retos que amaban (o aterrorizaban) a los estudiantes.

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