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sábado, 28 de septiembre de 2024


NOTAS PARA EL CENTENARIO DEL COLEGIO SAMPER

 CLASES AL AIRE LIBRE

Una de las experiencias de mas grata recordación de los estudiantes samperinos de  los años ochenta hasta comienzos del siglo XXI está relacionada con los ambientes donde transcurrió la interacción alumnos y docentes. Del salón tradicional con chicas y chicos sentados en sillas universitarias atendiendo el discurso del maestro a la delicia de sentarse junto a los árboles y las zonas verdes- hoy reducidas a su mínima expresión- y dar cabida a interacciones mas  dialogantes, motivadas por el verdor del paisaje.

Allí compartimos lecturas de textos literarios, ensayos, dramatizaciones, preparación de obras teatrales y bailes o el acto mas prístino de los encuentros escolares: dialogar sobre el día a día, la cotidianidad vista por las mentes y los ojos de chicas y chicos frescos y alegres.

Encuentro en estas costumbres un potencial significativo para propiciar la palabra como un acto liberador: dar la palabra a los estudiantes sin la amenaza de la nota, incluir el humor, las bromas como ejes de la conversación. 

Considero esta experiencia un momento memorable del Samper, cuando el verde era de todos los colores y el calor agobiante nos invitaba a buscar la sombra gentil de árboles y plantas para convertirlos   en espacios gozosos, plenos de alegría y gusto por la vida.

sábado, 21 de septiembre de 2024



HABLEMOS DEL AMOR

¿Qué es aquello que es objeto de tribulaciones y alegrías, algo indispensable y vilipendiado, objeto del arte y de la crónica rosa y roja, asunto sin el cual no es posible vivir? La respuesta surge espontánea, sin ambages: el amor.

¿Y qué es el amor? Vaya usted a aventurarse en la selva de definiciones todas a cual mas elocuentes y contradictorias, pues a los sesudos análisis de los expertos debemos sumarle siete mil millones mas que corresponden a toda la especie humana. Por lo tanto, evitaré la mía y mas bien me referiré a una mujer que , además de filósofa fue escritora: Iris Murdoch. 

Dado que hoy impera un discurso crítico sobre el amor y al hecho de que la espontaneidad ha sido desterrada en aras del consentimiento, vale la pena considerar lo que Murdoch pensaba:

Para Murdoch ese algo es un faro, una luz inaprensible, cálida y viva, ubicada en muchas partes a la vez, por mucho que se empeñen en negarlo los más agoreros. Y hay que echar mano de él. “Necesitamos una filosofía moral en la que el concepto de amor, tan raramente mencionado hoy por los filósofos, se haga central de nuevo”, alerta en La soberanía del bien (Taurus, 2019). Sea lo que sea, el rastro del amor está presente en actos cotidianos como el de intentar comprender, en el esfuerzo por no hacer daño, en los cuidados, en el gesto que busca alegrar a otros, en la querencia por un paisaje o la misma vida, a veces tan insoportablemente misteriosa. “El amor nombra tantas cosas distintas que uno se pregunta por qué se clasifican juntas”, decía también Murdoch(el amor a través de la filosofía de Iris Murdoch, Mar Padilla, El País).

Como se acerca el mes del amor y la amistad y el amor de pareja se erige  sobre los otros, vale la pena preguntarnos:¿Cómo se entiende el amor en nuestro tiempo? ¿Qué pervive del amor romántico? ¿Seguimos aspirando al amor eterno? ¿Es posible hablar hoy de monogamia?

Amor es un punto que conecta con el deseo, el cuerpo, la moral, la norma, las rupturas y el consumo. Todos esos puntos cambian con el tiempo y el amor como noción se transforma, en un juego entre lo absoluto amoroso y las demandas de cada época. Amor es un asunto que tiene que ver con la especie, con la genética. Amor es el pez enjabonado, imposible de asir. EL amor es dulce y el dulce daña los dientes. El amor es agrio y nos fortalece.


Lo curioso: a pesar de tantos cuestionamientos, ahí sigue, campante, con nuevas ropas. De la posesión como prisión al poliamor, de la presencia ineludible del género en las nuevas definiciones del amor, del cuerpo como posesión a la aventura de los sentidos. 

Hay algo inasible, etéreo, que vuela sobre nuestras cabezas y nos convierte en faunos ansiosos de rozar la eternidad. El paraíso en la tierra.

sábado, 14 de septiembre de 2024

 


 NOTAS SOBRE EL CENTENARIO DEL COLEGIO SAMPER

LA MÚSICA Y LOS PROFES DE INGLÉS

Dedicado a los profesores  de inglés del colegio Samper

Con  dispositivos que hoy  causan asombro y risa, con las peripecias para la consecución de la música, con las dificultades técnicas propias de aparatos como el diskette, la grabadora, el videobeam, el casete y con el entusiasmo siempre presente, así nos bandeábamos los profes de inglés para compartir los éxitos musicales de los ochenta y noventa en el Samper.

¿Quién puede olvidar la cinta enredada en la casetera, el lapicero listo a recoger la cinta, los casetes deteriorados y las idas de la corriente eléctrica ? El profesor o algún alumno conseguían el casete y venía entonces un proceso que se caracterizaba por poner play,  rewind- rebobinar-,  fast forward- adelantar-; escuchar, cantar, leer y traducir las letras de las canciones,  o dicho en otras palabras, el proceso técnico amoroso para oír la canción de moda.

Esas clases en las que nos unía la música representaron la forma bella de acercarnos a la  cultura anglosajona, de situarnos frente a éticas amorosas y contestatarias nacidas de movimientos sociales y culturales del primer mundo y de permitirnos realizar nuestras interpretaciones  de mensajes que se aclimataban en Guaduas. El salón era discoteca, sala de terapia, rincón de desahogos, cuarto de voces destempladas. 

Entre tantos títulos de canciones, mencionaré unos cuantos: "Hotel California", de The Eagles;" Imagine", de John Lennon; "I will survive", de Gloria Gaynor; "I will always Love You", de Whitney Houston; Saturday Night Fever" de The Bee Gees; "another Day in Paradise", de Phil Collins; "Another one Bites the Dust", de Queen, "Sacrifice", de Elton Jones; "Baby, can I Hold you Tonight?" de Tracy Chapman.


Hace poco conversé con Omar Acevedo, un exalumno que hoy en día es instructor de gimnasia y me comentó con calidez la manera como la profesora Marina Vásquez les pedía interpretar  determinada canción: "quien la cante, pasa inglés". 

Lo que hago en este texto es reconstruir un tiempo ya ido que dejó hondas huellas en los corazones de muchos estudiantes, nos brindó momentos de calidez, risas y lágrimas y nos puso en contacto con otros mundos a través de la música. 

Hoy ha cambiado el panorama por el acceso formidable a internet, el cual nos permite disfrutar de la música del mundo sin problemas, en contextos fragmentados, pues la red nos ha ubicado en nichos diferentes, así que compartir una canción implica una negociación diferente con los estudiantes. Otras formas de relacionarnos con la cultura anglosajona, otra manera de sentir, de añorar y de vivir.

sábado, 7 de septiembre de 2024

 

SER MADRE

La escritora y periodista venezolana Arianna de Souza-García ha publicado un libro, "Atrás queda la tierra", "un texto sobre lo que significa ser madre y ser hijo  en una América Latina inhóspita para los migrantes... "Atrás queda la tierra" es el testimonio de una madre que abandona la dictadura  venezolana para proteger a su  hijo. Con el tiempo descubre que, para los exiliados de su país, lo peor no siempre queda atrás sino que- a causa del estigma de ser quienes son y la xenofobia y el racismo- nuevas formas de crueldad los esperan en otras tierras, bajo otros gobiernos, en democracia"(Entrevista de Marco Avilés, El País).

Ciudades y pueblos de Colombia han incorporado en su escenografía a niños y mujeres indígenas que piden limosna. Desarraigados por la violencia, estos grupos terminan en la mendicidad, el alcoholismo y la prostitución, sin que a nadie le preocupe la situación deplorable en que viven. 

El libro de De Souza- García está escrito en forma de carta de una madre a su hijo: "Espero que cuando leas esto no haya cinismo en tu corazón", escribe De Souza- García  advirtiendo un futuro en el que quizá ya no podrá proteger a su hijo de conocer su propia historia. ¿Cómo será él cuando lea este texto? ¿Qué preguntas tendrá  para entonces?

                                 

Ser madre- y padre- es un enunciado lleno de  fisuras. Ser madre- y padre- adquiere sentidos de acuerdo con el lugar donde se vive. Ser madre- y padre- adquiere connotaciones diferentes en cada época, en cada territorio. Ser madre- y padre- implica desbordar el tejido de relaciones familiares y tejer un mapa de disyuntivas, rupturas, anhelos en un mundo cada vez mas insensible e inhumano.