NOTAS PARA EL CENTENARIO DEL COLEGIO SAMPER
CLASES AL AIRE LIBRE
Una de las experiencias de mas grata recordación de los estudiantes samperinos de los años ochenta hasta comienzos del siglo XXI está relacionada con los ambientes donde transcurrió la interacción alumnos y docentes. Del salón tradicional con chicas y chicos sentados en sillas universitarias atendiendo el discurso del maestro a la delicia de sentarse junto a los árboles y las zonas verdes- hoy reducidas a su mínima expresión- y dar cabida a interacciones mas dialogantes, motivadas por el verdor del paisaje.
Allí compartimos lecturas de textos literarios, ensayos, dramatizaciones, preparación de obras teatrales y bailes o el acto mas prístino de los encuentros escolares: dialogar sobre el día a día, la cotidianidad vista por las mentes y los ojos de chicas y chicos frescos y alegres.
Encuentro en estas costumbres un potencial significativo para propiciar la palabra como un acto liberador: dar la palabra a los estudiantes sin la amenaza de la nota, incluir el humor, las bromas como ejes de la conversación.
Considero esta experiencia un momento memorable del Samper, cuando el verde era de todos los colores y el calor agobiante nos invitaba a buscar la sombra gentil de árboles y plantas para convertirlos en espacios gozosos, plenos de alegría y gusto por la vida.