LA CONTEMPLACIÓN
San Juan de la Cruz, el poeta místico español escribió" La noche oscura", poema en el que se alcanza la dicha suprema de la contemplación, estado ausente de emociones por medio del cual se logra la unión con Dios.
A escuras y segura/por la secreta escala, disfrazada,/¡oh dichosa ventura!/a escuras y en celada/estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,/en secreto, que nadie me veía/ni yo miraba cosa/sin otra luz y guía/
sino la que en el corazón ardía.
La contemplación es un estado de abandono necesario para el encuentro con Dios, un desprenderse de las cosas materiales-mi casa sosegada- y aproximarse al amado-Dios-.
En el budismo zen, "en lugar de darnos un sistema de creencias o un catálogo de doctrinas y afirmaciones, y pedirnos que las creamos ciertas y las aceptemos por fe, el budismo nos pide que miremos dentro de nosotros mismos...no hay que explicar nada, solo observar atentamente"(el budismo zen, la práctica contemplativa, Centro zen de Puerto Rico).
La contemplación como búsqueda de la trascendencia, la contemplación como búsqueda interior. En Nicaragua, , el gran poeta Ernesto Cardenal creó a Solentiname, una comunidad campesina contemplativa unida en la solidaridad, la trascendencia y el arte por obra de los evangelios asumidos como compromiso con los débiles, con los pobres.
Todos los seres humanos tenemos momentos en los que buceamos en nuestra psiquis en busca de respuestas. Es un ejercicio de navegación a lo profundo de la condición humana, que nos lleva a preguntarnos por los sentidos de la vida, el amor, la soledad, la justicia.
Otra forma de contemplación es la que brota del contacto con la naturaleza. Allí, los pensamientos se funden con el esplendor del paisaje, visto no como fuente de consumo sino como alimento del espíritu. Un baño de agua fresca, caricia dulce para integrarnos por un momento con la tierra.
Solo yo que contemplo/ la rama, el fruto, el pájaro/me enfrento con temor/ a la mudable vida/a la frágil belleza (Susana Bennet, la durmiente).
Existe la contemplación en medio del bullicio. El caos no apaga la sed de silencio, la necesidad de perderse en los meandros de la intimidad.
La contemplación es el abandono para descubrir las líneas secretas de la existencia, el mapa inacabado del devenir, los senderos arcanos que nos muestran la grandeza y la finitud de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario