NUEVAS NARRATIVAS
Me gusta Netflix, me encantan sus pelìculas y series, muchas de las cuales me parecen exquisitas, provocativas: Mad men, Los Borgia, Marco Polo, La emperatrices de la corte, Black mirror, Lily Hammer, Rita, Cría cuervos, entre otras. Netflix, HBO y Amazon forman parte de una cadena de empresas que ofrecen visualización vía streaming(flujo) multimedia. Netflix " en diciembre de 2016, alcanzó 89 millones de suscriptores, de los cuales 48 millones son de Estados Unidos" (wikipedia).
La producción visual-series, cortos, documentales, películas, videojuegos- por parte de estas empresas ha contribuido a modificar los gustos de los consumidores, amenazando la hegemonía de la televisión, que me parece se ha quedado corta frente a este desafío. De la uniformidad de los canales de tv, hemos pasado a ofertas segmentadas y en la red, en las que la población mas joven juega un papel preponderante. Lo que no impide que una nueva uniformidad amenace la diversidad cultural, con el poder económico de empresas transnacionales dispuestas a arrasar los mercados locales. Y sin pagar impuestos
Existe talento a montones en nuestro medio. Jóvenes y veteranos que han aprendido a narrar visualmente nuestras historias, con relatos llenos de sabor local y valor universal. No obstante, las cadenas televisivas nacionales prefieren invertir dinero en coproducciones internacionales, en alquilar series extranjeras baratas y en desestimular la oferta criolla. De allí la importancia de apoyar a canales como Señal Colombia, Cadena 1, y los canales regionales: Teleantioquia, Telecafé, Telecaribe, Telepacífico, empresas que en algunos casos han narrado historias desde la perspectiva de regiones con un ritmo y unas miradas diferentes de la bogotana.
La Narración visual es la nueva soberana, hegemónica y cambiante. La tecnología ofrece posibilidades infinitas para contar y el texto escrito pierde su carácter privilegiado. La escuela como institución sufre el ataque inmisericorde de propuestas audiovisuales atractivas, convirtiendo el discurso escolar en un fardo pesado que toca aceptar.
Pensar visualmente, integrar sonido, texto, imagen, incorporar nuevos formatos y aplicaciones para narrar constituyen los desafíos contemporáneos en términos de la comunicación. El texto escrito se expresa en soportes tradicionales y nuevos, los ritmos narrativos se acomodan a las exigencias de un público que exige velocidad, y el carácter lúdico de las nuevas narrativas pone en cuestión formatos ortodoxos.
Existe talento a montones en nuestro medio. Jóvenes y veteranos que han aprendido a narrar visualmente nuestras historias, con relatos llenos de sabor local y valor universal. No obstante, las cadenas televisivas nacionales prefieren invertir dinero en coproducciones internacionales, en alquilar series extranjeras baratas y en desestimular la oferta criolla. De allí la importancia de apoyar a canales como Señal Colombia, Cadena 1, y los canales regionales: Teleantioquia, Telecafé, Telecaribe, Telepacífico, empresas que en algunos casos han narrado historias desde la perspectiva de regiones con un ritmo y unas miradas diferentes de la bogotana.
La Narración visual es la nueva soberana, hegemónica y cambiante. La tecnología ofrece posibilidades infinitas para contar y el texto escrito pierde su carácter privilegiado. La escuela como institución sufre el ataque inmisericorde de propuestas audiovisuales atractivas, convirtiendo el discurso escolar en un fardo pesado que toca aceptar.
Pensar visualmente, integrar sonido, texto, imagen, incorporar nuevos formatos y aplicaciones para narrar constituyen los desafíos contemporáneos en términos de la comunicación. El texto escrito se expresa en soportes tradicionales y nuevos, los ritmos narrativos se acomodan a las exigencias de un público que exige velocidad, y el carácter lúdico de las nuevas narrativas pone en cuestión formatos ortodoxos.
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