NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS COSTUMBRES
Cambian los tiempos, costumbres arraigadas desparecen, otras llegan con trajes nuevos y lo que ayer era deleite hoy es censura y pecado. La sanidad ha reemplazado a la santidad y ha hecho de la vida un manual de consejos y prohibiciones, y antes que disfrutar los sabores, olores, colores y hábitos entendidos como normales, preferible es atenerse a las indicaciones técnicas que nos señalan la presencia de enemigos del cuerpo y del alma: azúcar, sal, postres, harinas, pastas, arroces, fritos. Dormir bien requiere una serie de pasos imprescindibles para lograr buen sueño, ejercitarse es requisito para pertenecer a un clan o tribu con rasgos de hegemonía social, piropear es un delito, el toreo es práctica infame, tener sexo exige un protocolo y un acuerdo.
La imagen de un beso dulce sería hoy un atentado contra la salud: besos dulces o besos mesurados en los que el equilibrio de vitaminas y proteínas sea la manera correcta de besar. Asumo que llegará el día en que, provistos de carnés, los enamorados aprueben un beso sano, sin la presencia de almíbares dañinos para la salud. "Se fundieron en un beso cargado de vitamina D, con cuotas justas de calcio y proteínas". Sospecho que echarse un polvorete implicará un protocolo legal en notaría en el que se especifique consenso, duración, zonas de contacto, regiones prohibidas, variedad de juegos y monto de la indemnización si la maquinaria no funciona.
Me cuenta un amigo que los consultorios de psicólogos se han visto abarrotados de hombres de pelo en pecho que demandan atención inmediata por la pérdida de la hegemonía masculina. Lejanos aquellos tiempos en en que el macho tenía a su disposición a las mujeres para su disfrute y servicio. Ahora, canta Shakira, las mujeres no lloran, las mujeres facturan y el reguetón nos revela que el placer femenino existe y no requiere de salvoconductos expedidos por hombres posesivos.
Los encuentros festivos han prohibido el consumo de bebidas alcohólicas. Ni mas faltaba. Hay que exhibir músculos, hábitos saludables, contratar un coach para la salud mental y física. A la hora de los convites, los invitados aprobarán si los alimentos ofrecidos cumplen con los requisitos y las proporciones de una alimentación sana. En vez de repicar los discursos perversos de "qué rico está", mejor decir: "qué maravillosa proporción de vitaminas y proteínas me he empacado". Olores, sabores y colores desterrados de la mesa. Primero la salud, carajo.
Llegará el día en que los productores de colaciones, dulces, jugos, postres sean considerados enemigos públicos y perseguidos por la ley. Y los amantes perversos, los de los besos dulces, sean sometidos al escarnio y la censura. Adiós sancocho de cola, fríjoles con garra, morcillas y chorizos, lechona y asados. Adiós, adiós. Adiós besos con lengua, adiós adiós. No mas rumbas y trasnochadas, no mas guaros, adiós, adiós.
Por otra parte, vivimos la época de las familias interespecie: en vez de hijos, perros y gatos. Una industria exitosa ofrece desde alimentos, atención médica y psicológica, entretenimiento, sitios virtuales en los que los dueños de las mascotas- perdón, no diga mascotas, es término discriminante- intercambian información, consejos, testimonios relacionados con sus experiencias de vida con, con... sujetos de derechos caninos y felinos.
Todo se transforma y ante la presencia de tantas costumbres nuevas solo queda la resignación festiva y ¡ a cambiar se dijo!