TATUAJES
Tal vez sea el sentido estético la mas significativa expresión de la condición humana. En la contemplación y en la creación, aflora el ingenio humano adornado de poesía. En el lienzo o en el barro, en las pantallas y en el papel se manifiesta el arte de diversas formas. Y en el cuerpo.
¿Acaso hay papel o lienzo mas íntimo que la piel? Dibujar en el cuerpo, plasmar en la piel la riqueza de la imaginación, en un proceso de transformación del ser. Arte antiquísimo, "hace aproximadamente 5.300 años se encontró un cazador neolítico congelado, y quien tenía la espalda y las rodillas tatuadas en la actual frontera de Austria e Italia. Un segundo hombre fue encontrado en Siberia con un tatuaje en el hombro y por los estudios realizados se calcula que data de hace 2.500 años"(wikipedia).
¿Qué lleva a grupos humanos tan antiguos a tallarse el cuerpo? "En 1595, se descubrió por el español Mendaña las islas Fenua Enana, a las que bautizó como islas Marquesas. En estas islas los tatuajes tenían un significado erótico y sexual en las mujeres, quienes se tatuaban los dedos de las manos y las orejas con diseños finos y sobre la vulva símbolos obscenos. Los hombres se tatuaban todo el cuerpo y para ellos tenía un mensaje mágico religioso porque lo utilizaban como un tipo de armadura de protcción física y espiritual"(wikipedia).
De considerar el cuerpo como un templo hemos pasado a convertirlo en un objeto modificable. La belleza física incorpora el tatuaje como complemento y surgen nuevas pieles que añaden una pizca de identidad en la que el cruce de visiones, ideologías, tendencias imprimen el sello de la individualidad. Así, el tatuaje es la nota fresca que reinterpreta el significado del cuerpo.
En sociedades cada vez mas individualistas, el tatuaje es la nota fresca que reinterpreta el sentido del cuerpo. En una geografía corporal de montañas y valles, de hondonadas y bahías, el tatuaje es colonizador que transforma el espacio y lo convierte en escenario de representación. Sospecho también que hay en el alma de los tatuados un afán por cristalizar el tiempo, dotar de eternidad instantes, inmortalizar experiencias, registrar acontecimientos vistos como definitivos.
En mi caso, prefiero dejar el lienzo de mi piel a tatuadores implacables: el sol, el viento, el clima cambiante y el paso del tiempo. Me miro al espejo y observo con curiosidad las arrugas que se van posesionando, cual verdolaga, de mi piel. Cada trazo refleja el sinfín de historias y avatares que cubren mi existencia. Es un pincel que traza desde adentro.
Dejo a la mano invisible del destino la hechura del tatuaje cambiante que registra mi existencia.
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