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sábado, 29 de noviembre de 2025

 


MOMPOX

Al recorrer lugares con paisajes distintos de los que forman parte de nuestra vida cotidiana, recibimos el impacto de imágenes que nos enseñan la diversidad presente en el mundo. Visité de nuevo Mompox por considerarla un lugar que forma parte de mi mapa sentimental, dada la belleza de su arquitectura, cuyo marco es el río Magdalena. Ciudad histórica donde la parsimonia define el estilo de vida de un lugar  circundado por la majestuosidad del río madre.

No me cansa recorrer sus calles, detenerme ante sus casas de arquitectura antigua, la ornamentación de sus ventanas, sus tejados, la uniformidad en la diversidad que otorgan los colores de sus paredes y la presencia del río. Allí se experimenta una manera de estar lenta, pausada. Nadie pareciera estar de afán. Y como el sol marca su presencia con sus rayos de fuego, un jugo de corozo o de guayaba agria refrescan el gaznate y nos animan a contemplar atardeceres en los que la inmensidad del río es bañada con la luz de los arreboles.

No había conocido la ciénaga de Pijiño, así que me embarqué en una lancha, ajeno a lo que allí me esperaba. Luego de un tramo de viaje por el lecho principal del río, nos metimos por caños donde la vegetación resguarda una profusión de aves que embelesan con sus cantos: águilas pescadoras, cormoranes, patos cucharos, garzas tigres, gallitos de ciénaga, patos cucharo, jabás y tantas otras aves, micos y por supuesto, peces propios del río. La vegetación está llena de palma de vino,  corozo, el árbol que camina y muchas otras especies. La vista es majestuosa, verde vegetal, verde agua, cielo primoroso y la emoción que produce la vastedad de un cuerpo de agua que es vida.

En el camino nos encontramos con pescadores solitarios y viviendas a la ribera del río. Cultura anfibia que define su existencia de acuerdo con los ciclos del agua: sequía, lluvias, inundaciones y la labor tesonera de los habitantes del lugar que siembran patilla, yuca, plátano, melón. Pijiño del Carmen es un poblado que vive al ritmo que marca el río, pueblo de honda religiosidad donde se celebra la fiesta de la Virgen del Retablo.

Tanta belleza nos sorprende y a la vez nos asusta: los trasmallos cumplen de manera impecable su labor de capturar los peces del río, botellas plásticas forman parte del paisaje y la codicia siempre presente en busca de rentabilidad. ¿Seremos capaces de armonizar nuestra existencia con el medio?

El río, la sabana están allí, silenciosos. Ojalá podamos coexistir siempre con ellos.



domingo, 16 de noviembre de 2025



 ORGULLO SAMPERINO

Visitar su escuela es adentrarse en un jardín multicolor. Con amor, dedicación y el concurso de sus niños, mantiene aseada y bella su institución. Grata sorpresa me llevé porque los baños de la escuela son limpios y los niños y la profesora los mantienen impecables. La vereda colinda con el río Magdalena, y el clima es bastante caluroso. Hace ya varios años, ella fue mi alumna en el Samper. Hoy, ejerce su labor de maestra y realiza un trabajo lleno de amor y creatividad.

 Cuando termina su jornada, la maestra debe caminar un buen tramo hasta la carretera nacional y esperar que un bus o un conductor generoso la remolque hasta el pueblo. Así todos los días. Me cuenta que en  una época cerraron una escuela y ella se trasladaba después de su jornada laboral a la vereda de dos niños que se habían quedado sin estudio. Luego, la lucha para conseguir transporte. Durante mas de 30 años ha asistido sin falta a compartir sus saberes y sueños con niños de escasos recursos económicos y anhelos infinitos.

Su hija también fue mi discípula en el Samper. Mientras nos conduce a la escuela, me cuenta cómo, al finalizar el bachillerato, se propuso dos cosas: estudiar una carrera y hacer un capital. Cierto día, decidió hacerse un examen médico de rutina. Resultó con cáncer . Inició entonces un trayecto de miedos y exámenes y finalmente una operación que fue exitosa. -No podrá tener hijos- le dijo el médico. Ella anhelaba  tener dos. Y un día, otro examen mostró que estaba embarazada. Su esposo, un emprendedor,  la respaldó y lograron labrarse un nivel de vida que les permite mirar la vida con tranquilidad. Ella le ha enseñado a sus hijas a respetar y valorar a las personas y a ser solidarias con quien lo necesite. 

La miro conducir de manera experta y recuerdo a la jovencita de antaño, tan risueña y entusiasta.  Igual que su mamá. Ellas han sido dos mujeres capaces de sobreponerse a las dificultades del diario vivir y a construir una vida en la que el servicio a los demás es requisito fundamental de su existencia. 

No escribí sus nombres. No hace falta.  Ellas  realizan acciones de dimensiones épicas para entregar lo mejor  a su pueblo y a su país. Como ellas, otras mujeres, en todos los rincones de nuestro país, aportan su trabajo, su creatividad y su amor para  hacer de Colombia un jardín donde florezcan la armonía y la justicia social 


sábado, 8 de noviembre de 2025

 

NOVIEMBRE

Empieza el mes de noviembre, mojado, frío. Gélido por fuera, cálido por dentro. La cercanía con diciembre lo torna colorido, a pesar del predominio del gris. En un acto de magia inversa, el mes que no ha llegado contagia de alegría a noviembre.

Se viven los días con la expectativa de diciembre. Los comerciantes, psicólogos expertos, adornan las vitrinas y dejamos de vivir el presente por la expectativa de lo que va a llegar. Es una droga cuya virtud consiste en hacernos vivir en modo de anhelo.

Triste condición la de noviembre, pues carece de personalidad propia. A diferencia de junio, que reclama su trono como el mes de las vacaciones de medio año. Y si el cambio climático lo permite, sus días están llenos de sol y de viajes.

Yo entiendo: ante la dureza de la realidad que se torna agobiante, una dosis de esperanza nos anima a continuar la dura brega. Noviembre no tiene la culpa. Su misión consiste en dotar de combustible una máquina que no descansa. Igual que el atleta que  gasta sus últimos cartuchos con la esperanza de alcanzar la  meta. Ese deseo por la llegada del rey de los meses convierte a noviembre en imagen especular dotada de esperanza.

sábado, 1 de noviembre de 2025



 LOS VECINOS

La pareja cumple su sueño de viajar a un lugar cerca de la montaña, con un paisaje inigualable y una vivienda confortable. Unos pocos vecinos y un ambiente de calma presagian unas vacaciones inolvidables. Los niños disfrutan del lago y de los animales que habitan en el bosque. Cierto día, comienzan a ocurrir hechos misteriosos. La tranquilidad es reemplazada por el desconcierto y el miedo. ahora se mira  a los vecinos  con desconfianza. Todo un argumento para una serie de Netflix. Los vecinos como fuente de amenaza. 

Vivir en comunidad representa la experiencia inevitable de todos los días. Habitamos barrios, pueblos, veredas. Allí compartimos un lugar, con parámetros propios de casas, aceras, vías, parques, avenidas, caminos. Tenemos vecinos,  somos un conjunto de vecinos. Así se vive en comunidad. Lo que implica la existencia de reglas no escritas, de normas jurídicas para lograr la armonía.

 Luego, la realidad. Vecinos para quienes el ruido forma parte inseparable de sus vidas. A las dos de la madrugada, el vecino, con unas copas de mas, llega a rematar el programa con un concierto de rancheras y música de despecho. El perro ladrador que suelta sus alaridos a cualquier hora del día. La de la moto, que convierte su acera en garaje. El señor que se toma la acera para ampliar el área de su vivienda. La casa sede de un grupo cristiano. El chico que da clases de zumba. La vecina que comparte sus gustos musicales mientras prepara el almuerzo. 


La otra parte de la historia: los vecinos amables, los que comparten sus  corotos y  su amistad, los que te echan la mano cuando lo necesitas, los que disfrutan de tu compañía. Con ellos se vive en armonía y se sienten mas dichosos los días.  Aquí es la palabra, los gestos generosos los que predominan. Nada mas grato que encontrarse con el buen vecino y soltar los comentarios del día, reír y disfrutar el momento. 

Son los vecinos un termómetro que expresa las preocupaciones e intereses colectivos. Los temas translucen los temores y esperanzas del colectivo, las desarmonías por la política, la religión, la moral. Un vecindario semeja un país con sus geografías dispares, sus historias diversas, sus manifestaciones culturales. 

En los lugares donde existen los edificios de apartamentos, la interacción se reduce al saludo y a las quejas por el ruido y el desorden. Se incuba allí un estilo de vida en el que cada apartamento representa una isla,  distinto de aquellos pueblos y barrios donde se vive en permanentes intercambios. 


Cada vez mas nos acercamos a estilos de vida en los que la intercomunicación se reduce a frases breves y monosílabos. Cada hogar es un castillo separado por un foso que nos aísla  y nos impide alcanzar una armonía social basada en el diálogo y los acuerdos.

Vivir en vecindad consiste en aprender a preparar el sancocho  con los otros. Vivir en vecindad consiste en reconocer la diversidad de historias en el pequeño espacio del barrio. Un tejido multicolor que nos arropa y nos enseña la gracia de ser con otros.

sábado, 25 de octubre de 2025



 

HUMOR, SALUD Y AMOR

-¿Quieres saber cuál es el aspecto mas interesante para una mujer cuando se relaciona con un hombre?- me pregunta mi amiga.

-El atractivo físico y el dinero- respondo con el criterio imperante entre los hombres.

-No-, responde ella. - El humor-. 

Caramba, no lo sabía, así que nos dedicamos a hablar del humor en la vida de las personas.

Creo sin duda que una relación en la que el humor está presente posee solidez. Situarse ante la vida con esa actitud entre irónica y jocosa ofrece el mejor ángulo para comprender la vida sin la rigidez ni el tono rimbombante que caracteriza a los duros de corazón.

Decía Henry Bergson que reímos para corregir la rigidez de la vida(Aldo Cívico). Ante el tono solemne de ciertos personajes, nada mejor que una descarga de buen humor; ante la estupidez de políticos vanidosos, es el humor el corrosivo que destruye egos y denuncia al rey desnudo. 

Reír posee propiedades terapéuticas. Fortalece la quijada, amplia la capacidad pulmonar, estimula la producción de endorfinas y serotonina, disminuye el estrés, fortalece el sistema inmunológico, aumenta el flujo sanguíneo y reduce la presión arterial. 

El humor nos alienta a mirar el mundo con ojos escépticos y a la vez optimistas. Nos facilita la comprensión y nos permite romper los esquemas almidonados que solo conducen a la ira y el dogmatismo.

Amigos: en vez de fotos retocadas, perfumes costosos y  poses de dandi,  descargas de humor que alienten el interés de esa chica distante. 

Humor y amor. ¿Sí ven lo cerquita que están?

sábado, 18 de octubre de 2025

 


LAS VISITAS

Un asunto que se recuerda de la niñez es el de las visitas. Esas marchas forzadas en las que se tenían que soportar charlas de adultos, sesiones de consejos, regaños y un chocolate espeso. Había que acudir a toda clase de tretas para sacarle el cuerpo a una costumbre pesada. 

A lo largo de la vida, las visitas forman parte del ritual familiar. Las hay, la mayoría, que se realizan por obligación y conveniencia. Son pesadas, aburridas y la mayor recompensa es rebasar la puerta luego de la consabida despedida. Las hay que suceden de manera espontánea. hola, cómo está, siga un ratico, cuyo desenlace es imprevisible. y están las que deseamos hacer y que solo ocurren en raras ocasiones.

De las visitas agradables está esa hecha a una chica que nos gusta, un amigo con el cual compartimos gustos, un amigo mayor que nos seduce con su charla amena y sorprendente. Lo que sucede es que esos encuentros son mejores si suceden en un bar, una cafetería, un restaurante, es decir, un lugar neutral.


He aprendido que pocas veces se recibe con agrado una visita inesperada. y nada mas tormentoso que una visita familiar que no se acaba. Recuerdo que un amigo decía: lo mejor, cuando llega una visita inesperada es decir: "Hola, bienvenido, ¿Cuándo se va? 

hay visitas que son inevitables y se hacen con gusto: a un amigo enfermo, a alguien afectado por alguna circunstancia de la vida. En cambio, nada mas engorroso que una visita de pésame.

¿Qué significa una visita? Es ratificar un orden,  una amistad, cumplir con un requisito, acudir a pedir un favor. En general, una visita forma parte de las prácticas sociales que sellan la existencia  de un mundo en apariencia inmodificable.

Reconozco que he sido poco amigo de las visitas, así que lo expresado aquí es parcial, sesgado, injusto. Prefiero siempre los lugares neutrales, desprendidos del arsenal de requisitos, convenciones y obligaciones propios de las visitas en casa.


sábado, 11 de octubre de 2025




¿A QUÉ HUELE TU BIOGRAFÍA?

En el campo de batalla se juega el destino de un grupo de combatientes  y la suerte de un reino. Los historiadores describen los factores que influyeron en el desenlace final, las estrategias, los errores y aciertos de los generales, la pesadumbre de la derrota, la euforia del triunfo. Mas allá de los hechos mayores, un aspecto relevante siempre olvidado en las crónicas: el campo huele a sangre, a sudor, a orines, a excrementos, a pólvora. El humo de los cañones nubla la visión y el olor a quemado asciende del suelo e impregna el ambiente.

Los relatos históricos carecen de olor. Son narraciones que destacan las imágenes y los textos, dejando  otras sensaciones que acompañan las acciones, los personajes. El olfato,  se ubica en el lugar mas bajo de la escala de los sentidos, a pesar de su impacto en la vida de las sociedades. Es el olfato el lector mas acucioso de las vivencias de las personas, de la manera como se afianza la cultura en nuestro ser. Los archivos no huelen. 

La historia oficial se escribe con ojos y manos. Se redacta desde la distancia, con tinta y papel, con fechas y nombres que se alinean como soldados en una cronología. Pero el cuerpo queda fuera. No hay sudor en los documentos, ni sangre en las notas de  pie de página. El campo de batalla, ese escenario donde se juega el destino de los pueblos, se narra como si fuera un tablero de ajedrez, sin barro, sin moscas, sin hedor. El olor, ese sentido que no se puede citar ni ilustrar, queda excluido del archivo. La historia sin nariz es una historia mutilada.

En la jerarquía sensorial de Occidente, el olfato ocupa el último peldaño. Se le considera animal, primitivo, poco confiable. La vista reina como sentido del saber; el oído, como sentido del lenguaje; el tacto, como sentido del afecto. El olfato, en cambio, se asocia con lo íntimo, lo visceral, lo incontrolable. Pero es precisamente esa cualidad la que lo convierte en lector acucioso de lo vivido. El olfato no argumenta: recuerda. No explica: convoca.

El olor es archivo invisible. Es cultura encarnada. Es la forma en que la memoria se instala en el cuerpo sin pasar por el lenguaje. El olor de la infancia, el perfume de una amante, el hedor de una cárcel: todos son formas de inscripción que escapan al texto. El olfato es el sentido que más resiste la escritura, pero también el que más la desafía. ¿Cómo narrar una revolución que olía a sudor colectivo? ¿Cómo registrar el olor de la pólvora en la independencia de Colombia?

Olor y vergüenza van de la mano. Escondemos nuestros olores naturales, los vestimos con el glamur de la apariencia. Oler bien  significa neutralizar nuestro cuerpo, negarle presencia en el escenario social. El capitalismo nos ha domesticado para que ejerzamos la represión sensorial.

Si de reivindicar lo colectivo se trata, debemos rescatar el patrimonio odorífico. Los olores que fluyen en la cotidianidad y evidencian una experiencia colectiva. Un colombiano está molesto con los olores de su vecino de la India. Tantas especies desagradables. Se lo encuentra en el vestíbulo del edificio. Le dice:" quería hablarte de unos olores". El indio lo mira y le dice:" ah, qué bueno, porque estoy desesperado con el olor a cilantro de tu cocina".

Dicho de otra manera:¿A qué huele tu biografía? ¿A qué huele tu país?

sábado, 4 de octubre de 2025

 


ROBIN WALL KIMMERER

Dedicado a Sergio Mendoza Patiño por su grado en Biología ambiental
 
Wall Kimmerer se asombra de que, de acuerdo con una encuesta, " niñas y niños conocen un centenar de logos y marcas diferentes, y solo una decena de plantas (una de ellas, el árbol de Navidad)(Mark Padilla, El País). Es que ella es una bióloga indígena que ha dedicado su vida  a estudiar las plantas, a conectar los saberes nativos con los científicos y a cuestionar el papel ideológico del idioma ingles en la manera como nos asumimos los seres humanos en el planeta. 
La revista Time la catalogó este año de 2025 como una de las personas mas influyentes del planeta. Cuenta Kimmerer que "de sus abuelos aprendió un lenguaje que incluía, por ejemplo, un verbo para expresar el surgimiento de un hongo de entre la tierra húmeda de la noche a la mañana, y otro tipo de conocimientos: la (supuesta) inteligencia de las plantas, sus múltiples relaciones de dependencia —como explica en su libro Reserva de musgo. Una historia natural y cultural (Capitán Swing, 2024) — y su condición de ente vivo".

Para Kimmerer, el idioma inglés es el principal transmisor de la tierra como proveedor de recursos: "con él se redactan documentos que transmutan un bosque milenario en un contenedor de toneladas de carbón vegetal".  A tal punto hemos acomodado el idioma inglés a los intereses comerciales, que hemos empobrecido nuestra mirada del mundo que nos rodea, reduciéndolo a un corpus ligado al consumo. El inglés es un idioma recargado de sustantivos, reflejo de la obsesión por las cosas. "Y el problema es, según ella, que en inglés todo lo que no somos nosotros es it, un simple pronombre que transforma los animales, las plantas, los árboles en cosas. Y con esta objetivización del mundo natural, todo es susceptible de convertirse en un simple recurso, y nada más".


Admiro a los jóvenes que eligen dedicar su vida al estudio de la biología, el medio ambiente, la geografía, la microbiología, la medicina, la enfermería, la geología y tantas otras  disciplinas complementarias. Son varios chicos y chicas de Guaduas, amorosos con la comprensión y el cuidado de nuestro planeta, enamorados de la diversidad presente en el cosmos y atentos a brindar consejo y protección a quien lo requiera. A ellos va mi reconocimiento.

Resignificar nuestra relación con la naturaleza y con el lenguaje forman parte de una tarea imprescindible en la escuela. 


sábado, 27 de septiembre de 2025



¿VIDA O VIDAS?

 ¿Se celebran tantos años de vida o tantos años de vidas? Escoja usted. Yo prefiero la segunda. Mas acorde con el hecho de que somos variables en el tiempo, transformados por los avatares de existencias en acción, sujetos a las contingencias de toda clase que nos redefinen como personas.

A mí me llama la atención la existencia  de esos monjes budistas alejados del mundanal ruido, dedicados a la meditación y a la soledad, como Kamo No Chomei, el autor de "Pensamientos desde mi cabaña", quien a sus cincuenta años  decidió construir una cabaña de tres metros cuadrados en medio de un bosque. Por supuesto, ni por asomo llevaría esa vida, pero me inquieta si esos monjes son  los mismos después de años de convivir en soledad. 

Si celebro mi cumpleaños número 25, ¿qué quedará de esa vida cuando cumpla cuarenta? ¿tendré los mismos arrestos y el entusiasmo de  juventud? ¿los mismos anhelos, sueños? ¿quién seré cuando cumpla cincuenta? ¿Tendré el entusiasmo de épocas pasadas, el vigor y el deseo vivos? ¿qué asuntos me molestarán cuando cumpla sesenta? ¿qué aspectos nuevos se apoderarán de mi corazón si llego a los setenta? 


Dice Neruda en su poema XX: " los muchachos de entonces, ya no somos los mismos". Tampoco las muchachas. Díganme si no tengo razón: un hippie sesentón es una caricatura del rebelde joven, partidario de la vida comunal y el amor libre. Eso sí, queda el tumba'o.

Siento que deliro. Soy otro. Consulto a Copilot. Ella(?)  me propone elaborar un poema que dice así:

Hay una que despierta con el sol en la lengua,

y otra que se esconde detrás del espejo.

Una que escribe con la mano izquierda

y otra que borra con la derecha.

Hay una que ama sin nombre,

otra que colecciona nombres como piedras.

Una que recuerda el cuerpo de la infancia

y otra que lo niega, lo disfraza, lo inventa.

Soy la que duda,

la que canta en voz baja,

la que se disfraza de certeza

para no llorar en público.

No soy una.

Soy muchas.

Soy las que fui,

las que fingí,

las que soñaron con ser otra.

Muy bello poema, Copilot. Definitivamente, soy otro. Hace años  hubiera mandado al carajo a la Copilot esa. 

sábado, 20 de septiembre de 2025




UNA APROXIMACIÓN A LA EDUCACIÓN:
DELA BIBLIOTECA  A LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Muchos guadueros recuerdan su viaje frecuente a la biblioteca de la Fundación Antonio Romero Guzmán con el fin de realizar consultas, elaborar carteleras, armar modelos de los sistemas del cuerpo humano, encontrarse con los amigos, con las novias y novios. Todo un paisaje cultural y afectivo que marcó a muchas generaciones, gracias a la pericia de Alejandra y su enorme talento para convertirse- dicen hoy- en la Google de la época.

En ese escenario reinaba el libro. Enciclopedias, manuales, textos escolares, mapamundis, diccionarios aportaban el recurso para resolver las tareas de la época. De la memoria prodigiosa de la bibliotecaria dependía la rapidez de la consulta. Hoy, la biblioteca sigue funcionando, aunque han cambiado las prácticas y existe allí una sala de internet, una biblioteca infantil, una sala general y un espacio disponible para encuentros de niños y jóvenes en actividades recreativas y de promoción lectora. La consulta  de libros se ha reducido a su mínima expresión y es el internet el encargado de resolver las tareas de los estudiantes.

"Para algunos, como cuenta Joshua Rothman en un ensayo reciente en The New Yorker, el smartphone posibilita el sueño de andar con una biblioteca en el bolsillo; para muchos otros ofrece un acceso a formas de ocio e información mas atractivas y accesibles", nos cuenta Daniel Gascón(¿Caminamos hacia el final de la lectura? El País). El efecto se refleja en las estadísticas que señalan un descenso enorme en la lectura por diversión, una dependencia absoluta en el celular para las consultas escolares y una inmersión total en este aparato al punto de ocupar por lo menos cuatro horas diarias en la población adolescente.

Leemos en la prensa que algunos países han prohibido el uso del celular en las aulas. Francia, por ejemplo. En Colombia, 20 instituciones educativas de élite han hecho lo mismo y muestran que los resultados en el rendimiento académico de los estudiantes ha mejorado en gran escala. La cuestión: ¿es la prohibición la mejor manera de evitar la dependencia del celular por lo menos en la escuela? Hasta ahora, parece esta decisión la mejor para contener el fervor de los alumnos por navegar en las redes sociales. Sin embargo, un virus silencioso avanza sin pedir permiso: la IA. 

Ahora, cuando proliferan las reacciones frente a las pantallas, también genera preocupación la inteligencia artificial. Algunos estudios apuntan a posibles efectos negativos: “Del mismo modo que confiar en un GPS entumece nuestro sentido de la dirección, confiar en la IA para escribir y razonar puede resultar entumecedor para esas destrezas”, señala un informe de investigadores del MIT. Su llegada y sus ventajas obvias para escribir o resumir textos reforzarían la idea, formulada de varias maneras en las últimas décadas, del fin de la “galaxia Gutenberg” y el regreso con internet a una cultura que se parece más a la oral, una “oralidad secundaria”, en palabras del filósofo del lenguaje Wayne Ong (El País).

Lo que intuyo de la presencia demoledora de las nuevas tecnologías es que nos acercamos al final de la escuela como aparato fundamental para la transmisión de la tradición y el conocimiento. Las disposiciones de salones, espacios de recreación, horarios, currículos, interacciones estarán determinados por el papel determinante de la IA en los procesos de adquisición de conocimientos y en el impacto de la misma en todos los ámbitos de la sociedad. Es muy difícil determinar cómo serán esos cambios. De lo que estoy seguro es de que en corto tiempo, veremos cambios sustanciales en las instituciones educativas y en la manera como se concibe la educación en una sociedad. 


sábado, 13 de septiembre de 2025

 

 SER POETA 

Hablar de poesía y de poetas significa transitar por la ruina, la melancolía y la desesperanza. Si ser artista ya representa el camino al fracaso, ser poeta  constituye  la forma excelsa de vagar por los márgenes de la sociedad. Y con todo, aún existen poetas. 

Si en otras épocas el poeta encarnaba la visión romántica, el deslinde con lo común para alcanzar las costas de la verdad, hoy tenemos otras voces que jamás asumen el riesgo, los cuestionamientos y la búsqueda de la belleza. Es, por el contrario, la veneración del consumo, el aplauso interesado al poder lo que marca la tendencia.

Ser poeta en una sociedad atrapada por los cantos de sirena de las redes sociales  representa una manera de asumir de forma plena la riqueza presente en cada fragmento, en cada detalle de la existencia. Allí el paisaje sutil que se insinúa en la persistencia de la flor entre el cemento,  de la voz que abre nuevas perspectivas y nos conduce a desentrañar los misterios de un mundo en constante ebullición. De la atención debida al silencio, a la conversación. A la contemplación. 

No mas conmiseración ni duelo por los poetas. Ellos están vivos. Sus voces nos descubren los pasadizos secretos de la verdad y la ternura. Ellos son los portadores de mensajes secretos, de rituales juguetones, de armonías y verdades. De mensajes que estimulan la comprensión, y la armonía. Para ello, tienen la palabra. 

Alguien escribió:

La poesía es un árbol sin hojas que da sombra.

Los invito a ver la película "Un poeta", de Simón Mesa, joven director antioqueño, ganador del premio del Jurado a mejor película en el Festival de Cannes.



sábado, 30 de agosto de 2025

 


Si tuviera que describir un recuerdo inolvidable  de la infancia, diría que es el partido de fútbol jugado en la cuadra o en el potrero uno de los mas memorables. Con balones  remendados, descalzos o con tenis viejos, a cualquier hora del día, un partido es lo mas cercano a la felicidad. Allí se esgrimen las gambetas, las atajadas, los empujones y canillazos para alcanzar el triunfo. Luego, en la escuela y el colegio, los juegos intercursos nos enseñan  el valor del equipo, el esfuerzo colectivo, la alegría suprema del triunfo y la tristeza de la derrota.
En charlas interminables y acaloradas, aprendemos de los mayores a amar un club profesional de fútbol. " Recuerda el periodista Nacho Carretero, de 44 años, a toda una generación:" De un equipo no se elige ser, de un equipo se es porque es el de tu tierra, el de tu padre o tu madre. Si eliges el equipo, no te gusta el fútbol, te gusta ganar. Y eso es distinto" (Regreso al fútbol de siempre: una ola de orgullo e identidad de Oviedo a Cádiz, Natalia Junquera, El País Semanal). 
Tal vez sea esta idea la que hace que en España aumente el número de abonados de equipos carentes de los títulos y el dinero de los grandes(Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid). Equipos como Deportivo la Coruña, Cádiz CF, Club Deportivo Mirandés, Elche CF, Real Oviedo ) aumentan su número de seguidores, quienes asisten sin falta a los encuentros y apoyan con alma vida y sombrero las actuaciones de sus equipos. Y lo mejor: cada vez hay mas mujeres que no solo asisten a los estadios sino que son ellas las protagonistas principales de eventos deportivos locales e internacionales. 
Para Eduardo Galeano  el fútbol es la única religión que no tiene ateos y Julián Marías escribe que el fútbol es  la recuperación semanal de la infancia, nos cuenta  Junquera. Asistir a un partido, camiseta recién lavada, bufanda,  gorra, el grupo de amigos, los cantos, arengas y gritos que suceden a cada jugada, el éxtasis del gol, la angustia ante el marcador adverso. Por unas pocas horas nos desprendemos de la rutina del hogar y del trabajo o la escuela,  escalamos la montaña suprema de las emociones y experimentamos la felicidad.
Dicha grande saber que el fútbol guarda una conexión íntima con la familia, los amigos y el terruño. 

sábado, 23 de agosto de 2025




LAS SONRISAS NO SE COMPRAN

Satoshi Kitamura es uno de los autores infantiles mas destacados del mundo. Su abundante producción se ha convertido en deleite de los niños, que disfrutan con cada una de sus historias, llenas de ingenio y belleza. En su último libro," La tienda de las sonrisas", un personaje dice:" Las sonrisas no se compran, se comparten". Expresión digna de enmarcar en letras de flores, pues esconde toda una visión de la espontaneidad y la generosidad que representa una sonrisa.

En las historias infantiles, el  cascarrabias forma parte del mosaico de personajes; es un ser hosco, poco amigo del prójimo; a veces, ese gruñón esconde virtudes especiales. En la vida real, existen millones de personas para quienes sonreír es un acto absurdo. Nada mas elocuente que un político, cuya verbosidad elimina de tajo el humor, pues intuye que este desvela la pantomima del farsante. 

El agelasta es aquel que no ríe. El que jamás entraría a la tienda de Satoshi. El que va por el mundo con una carga de amargura en su alma,  el vecino que no responde un saludo, el que no da las gracias, el que prefiere encerrarse en su cuarto antes que compartir un rato con los amigos al calor de las risas que dan aliento y sabor a la vida.




Cuántas veces fuimos sorprendidos por un rostro amable, una  sonrisa plena, que nos trasladó por un instante al paraíso y nos permitió asumir con entereza el reto cotidiano. Cuántas veces una simple sonrisa nos libró de la carga del deber sin sustancia. Cuantas veces una sonrisa desbarató la estrategia del patán y abrió el camino para otros comienzos.

Que sea una sonrisa la llave  mágica que nos abre las puertas de los encuentros placenteros, de las acciones generosas. 


Una sonrisa posee el encanto de desbaratar las prevenciones, los estereotipos. 


 

sábado, 2 de agosto de 2025



DÍA Y NOCHE

¿ Pensamos igual en la noche que en el día? No parece. Es la noche refugio de la intimidad, momento para estar con nosotros mismos. El día porta el sello de la obligación, de aquello que proviene de afuera y se ventila a voz en cuello. La noche posee un ritmo lírico, pausado y sin fronteras. 

En la noche, los pensamientos vuelan por rutas abiertas y conducen a lugares que riñen con la realidad diurna. Aquello que estaba prisionero de los condicionamientos del trabajo, de la familia, de los amigos rompe las cadenas y escapa al paraíso de lo posible. 

El día se viste del uniforme que impone la sociedad. Quien se atreve a romper las normas establecidas sufre el ostracismo, la burla del colectivo. Sucede así porque el día es interacción, acuerdo, responsabilidad, aceptación. El día es ejecución.

En la noche, vemos los asuntos humanos desde las emociones reprimidas en el día y elaboramos un mundo distinto, el que cabe en la imaginación y el deseo. La fiesta, el encuentro se tiñen de sombras. De noche somos exploradores de mundos ignotos. 

El día se hizo para la conquista. Para las realizaciones. La noche para los sueños, los proyectos. El día analiza. La imaginación se desborda en la noche. 

Día y noche juegan con nosotros. Así logramos capotear  las vicisitudes de la existencia humana. Dos momentos que son luna y sol, frío y calor. La noche cumple la función de darnos aliento para enfrentar los desafíos que se presentarán en el día. En la noche somos los héroes que se enfrentan sin temor a los rugidos del monstruo diurno. Nada mas grato que llegar a casa en la noche. Ojalá, repleta de estrellas. 


sábado, 26 de julio de 2025



NOSTALGIA POR LOS QUE NO CONOCIMOS DE CERCA

 ¿Nos deja  huellas alguien con quien no hemos interactuado de forma física? ¿Experimentamos tristeza , vacío por alguien a quien no tratamos personalmente cuando fallece? La respuesta es concluyente. Existen personas que sin haber interactuado físicamente con nosotros han marcado a un pueblo, a la humanidad entera: Jesús, Mahoma, Buda, Sócrates, Marx, Hanna Arendt, Simone de Beauvoir, Marie Curie, Jane Goodall, entre otros. Esos son los que no requieren explicación. 

Otros, invisibles para la inmensa mayoría de la humanidad, han aportado afecto, solidaridad, amor a montones a sus seres cercanos. En cada pueblo, vereda, barrio pululan personas que se destacan por ser afectuosos con el mundo que los rodea y se ganan el cariño de los que comparten con ellos ese espacio. Los hay que siembran árboles y brindan a sus paisanos- y a la humanidad- frescor y aire puro; otros, entrenan y comparten sus saberes en el deporte y la cultura; algunos realizan acciones encaminadas a mejorar las condiciones de vida- un acueducto, una escuela, un cultivo, una cooperativa-. Un día nos enteramos de su muerte y a pesar de no haber sido cercanos a ellos experimentamos una sensación de tristeza, de pérdida.

Carlos Monsivais, intelectual mexicano, murió hace algunos años. Era para mí un faro de ideas, una experiencia única a la hora de entender este mundo tan enrevesado. Lo extraño, así como guardé un luto en mi corazón por quien puso color a mi vida, me descubrió una manera distinta de mirar a América Latina: García Márquez.


Cómo me hubiera gustado tomarme un café con ellos. Y con Willie Colón( me imaginaba en un escenario en el cual yo cantaba un pedacito de "Gitana" mientras el público coreaba conmigo la canción). Ella en Brasil, yo en Guaduas. Símbolo de sensualidad latina, gracia tropical que me embelesaba y me transportaba al paraíso de la sensualidad mulata: Sonia Braga. Tantas y tantos que se ganaron un pedacito de mis anhelos y sueños y que me dejaron la pena  cuando fallecieron.

Sueño que camino por Aguaclara con Marguerite Yourcenar yAzar Nafisi, autoras de "Memorias de Adriano" y "Reading Lolita en Teheran". Son mis amigas de muchos años. He aprendido tantas cosas sabias y bellas de sus escritos. Les pregunto tantas cosas mientras contemplamos el valle de Guaduas. 


Me hacen falta. 

sábado, 19 de julio de 2025




LA LLUVIA

 Llueve en Bogotá. Un aguacero torrencial. Miro a través de la ventana: Pasa una mujer, paraguas en mano, de prisa. La mitad de su vestuario, mojado. La imagino anhelando llegar a su casa para cambiarse y dedicarse a las faenas del hogar. Esto de la lluvia me inquieta: la miro con curiosidad, agua que se ha recogido en las nubes, proveniente de tantos lugares. Avisa pintando de negro las nubes. Por el tiempo en que dure, los humanos somos diferentes. Tiene ella la virtud de motivarnos a pensar diferente. En lo frágil de la existencia. En la gracia de la existencia. En el hogar como un refugio seguro. En la tristeza.

Siempre he vivido la lluvia como la expresión húmeda de la tristeza. Es una sensación que nos remite a los orígenes, a la eventualidad como factor determinante de los acontecimientos. Es una tristeza guapa que no se lamenta. Apenas se siente. Y nos abarca. Nos enseña a vivir- por un instante- la presencia de la mortalidad. A interrogarnos sobre nuestra presencia en el planeta. A mirar con  espíritu crítico la cotidianidad y el sentido de  lo que hacemos. Con aire ligero y pausado.


Ha cesado la lluvia. Las calles mojadas, el frío y el transitar constante de gentes y vehículos. Cada uno embebido en sus asuntos. Anhelando el regreso. La casa es refugio, guarida. En la mente, la imagen y el olor de una taza de café o de aguapanela. Tal vez una aromática. Y el reencuentro con aquellos que han dedicado el día a sus asuntos. Al llegar a casa, se advierte el valor de la compañía. Un, abrazo, un beso, una sonrisa.

sábado, 5 de julio de 2025

 


LOS RITUALES

Una boda posee el encanto de un cuento de hadas, con princesa y corte incluidas, el traje vaporoso de la novia, el ramo, el arroz como señal de abundancia, la torta, el baile inicial, los regalos, las palabras. Un ritual. Igual con el bautismo, el grado, el cumpleaños. Igual con la navidad, la feria, el natalicio. No nos explicamos sin los rituales. 

Julio César Londoño escribió en El Espectador:

El papa Francisco murió dos veces. La muerte clínica ocurrió a las 7:35 a.m. del lunes de Pascua a causa de un derrame. La muerte teológica tuvo lugar minutos después, cuando el camarlengo entró a la habitación del papa en la Casa Santa Marta, se acercó al lecho, golpeó tres veces la frente del papa con un martillo de plata y marfil y lo llamó por su nombre de pila –«Jorge Mario… Jorge Mario… Jorge Mario»–. Esperó un momento y le susurró: «Vuelves al polvo». Solo entonces el papa estuvo oficialmente muerto y el joyero del Vaticano rompió su anillo-sello.


Los rituales representan la fórmula exitosa para sobrevivir como especie. Ellos son una mezcla de secreto y fascinación que fortalece el espíritu de grupo.  Un ritual trasciende la ordinario, lo común. Posee una dosis justa de enigma y otorga confianza y esperanza. Al realizar los rituales atravesamos la frontera de lo evidente y nos adentramos en el misterio. 

El ritual forma parte del enmarañado universo de los símbolos, sin los cuales no es posible explicar al ser humano:

Uno puede cuestionar el dogma, dudar de la rectitud de la Iglesia y hasta de la bondad de Dios, pero sus rituales son fascinantes. La semiótica del blanco, del morado, del rojo y del negro, los anillos de piedras rutilantes, tan grandes como los pecados que expían, los cordones de oro, los crucifijos bizantinos que rematan báculos sarmentosos de plata, símbolos esotéricos bordados en fajas y estolas, un boato fashion, una gravedad sacra, cantos gregorianos y fugas de Bach, milenios de sangre, misterio y poder, la arquitectura cifrada de las catedrales, las gárgolas al borde del cielo, las enormes cúpulas apoyadas sobre sí mismas –como la fe–, los sahumerios y las plegarias ascendiendo por las cascadas de luz de los vitrales, la casi tangible presencia de la divinidad. EL EVANGELIO DE FRANCISCO, JULIO CÉSAR LONDOÑO, EE

Los rituales paganos poseen características similares a los religiosos. Los desfiles conmemorativos, las marchas militares, los mítines, los encuentros deportivos adquieren resonancia si van acompañados de un cuerpo de episodios, objetos, silencios y palabras que los convierten en actos imprescindibles. La teatralidad acompaña siempre el ritual y su ejecución ceremonial constituye la ratificación de una tradición que otorga sentido a la vida de una comunidad, de un grupo.

No podemos existir como especie sin las fórmulas que brindan cohesión y sentido a lo que hacemos.


sábado, 21 de junio de 2025

 


¿Y LOS HOMBRES QUÉ?

Caitlin Moran publicó el libro "¿Y los hombres qué?" debido a la inquietud creciente de niñas y mujeres en sus charlas: " ¿Tienes algún consejo para los hombres?". Su conclusión: "hablar de feminismo hoy implica necesariamente hablar también de ellos". En tiempos de preponderancia de las redes sociales,  en las que se imponen modelos de vida determinados por el consumo, manifiestan los chicos el miedo a relacionarse con las chicas y el temor que genera el porno con respecto a la vida sexual.

Cuenta Caitlin que en una conversación  con un grupo de chicos y chicas,  "hablaron de feminismo, aunque pronto la conversación empezó a centrar en los chicos, que hablaron de soledad, de miedo a relacionarse con las chicas o de las expectativas  sexuales marcadas por el porno. Los chicos, agradecieron el espacio: confesaron que  que nunca habían hablado  nada de eso en voz alta, ni en casa ni con sus amigos... al poco tiempo, varias chica empezaron a escribirle a Morán para advertirle algo mas inquietante: aunque sus compañeros se mostraron educados y respetuosos durante la videollamada, en los grupos de WhatsApp llamaban -"cáncer" al feminismo, "feminazis" a las feministas, y bromeaban sobre violaciones".

Creo que los temores expresados por los chicos del relato de Caitlin han existido siempre. Lo que sucede en la actualidad es que el internet permite dimensionar de manera astronómica los asuntos relacionados con las problemáticas de los niños y los jóvenes. Al vincular las sensibilidades, las emociones y las aspiraciones de la población joven al consumo y a los valores del patriarcado, se fortalecen y privilegian los valores de un capitalismo embebido en sus principios. Afuera solidaridades, afuera experiencias colectivas de mejoramiento; adentro,  las modas, las tendencias de convertir los actos humanos en mercancías de cambio.

La visibilización  y el cuestionamiento del papel preponderante de los hombres en la vida social ha permitido poner en la escena pública los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTI; de igual manera, los asuntos relacionados con la raza han  cuestionado el racismo que permea todas las capas de la sociedad. Internet se ha convertido en el espacio público para ventilar estos asuntos y la manipulación de la opinión  ha convertido la discusión pública en un ring donde no existen reglas. En este contexto, imposible propiciar una conversación amplia y objetiva sobres asuntos relacionados con el sexo. 

Ha sido muy fuerte la injerencia de los grupos religiosos en la prohibición de ventilar asuntos de interés de los jóvenes. Se logró prohibir el tema de la educación sexual en los niveles de preescolar y primaria. En la realidad, la educación sexual desapareció de los planes de estudio y son las redes sociales las encargadas de impartir estos temas. En el despelote de las noticias falsas- que se sienten como verdades irrefutables- la discusión sobre la necesidad de dar un espacio a las necesidades y problemáticas de los jóvenes termina convertida en la prohibición de convertir en tema de salud pública un asunto vital para los niños y jóvenes.

Concluye la entrevista con un llamado  a revisar con amplitud el escenario contemporáneo  mediado por la hegemonía del discurso y los interese de las grandes empresas de la comunicación:

Tras presenciar semejante experiencia , Morán empezó a darle vueltas: tal vez esa furia masculina no nazca tanto del desprecio como de la carencia.  La carencia de un espacio en el que los chicos puedan hablar de lo que sienten sin necesidad de escudarse en el sarcasmo, el desprecio o la pose. Si existiera una comunidad masculina capaz de acoger la vulnerabilidad-como la que muchas mujeres han encontrado en torno al feminismo-, es posible que  mucha de esta violencia, sencillamente, no encontrara lugar.  Pero hoy, ese espacio no existe. Y lo que no tiene salida, termina estallando por los márgenes. Así fue que decidió explorar este tema en el libro "¿Y los hombres qué?"