Buscar en este blog

sábado, 21 de junio de 2025

 


¿Y LOS HOMBRES QUÉ?

Caitlin Moran publicó el libro "¿Y los hombres qué?" debido a la inquietud creciente de niñas y mujeres en sus charlas: " ¿Tienes algún consejo para los hombres?". Su conclusión: "hablar de feminismo hoy implica necesariamente hablar también de ellos". En tiempos de preponderancia de las redes sociales,  en las que se imponen modelos de vida determinados por el consumo, manifiestan los chicos el miedo a relacionarse con las chicas y el temor que genera el porno con respecto a la vida sexual.

Cuenta Caitlin que en una conversación  con un grupo de chicos y chicas,  "hablaron de feminismo, aunque pronto la conversación empezó a centrar en los chicos, que hablaron de soledad, de miedo a relacionarse con las chicas o de las expectativas  sexuales marcadas por el porno. Los chicos, agradecieron el espacio: confesaron que  que nunca habían hablado  nada de eso en voz alta, ni en casa ni con sus amigos... al poco tiempo, varias chica empezaron a escribirle a Morán para advertirle algo mas inquietante: aunque sus compañeros se mostraron educados y respetuosos durante la videollamada, en los grupos de WhatsApp llamaban -"cáncer" al feminismo, "feminazis" a las feministas, y bromeaban sobre violaciones".

Creo que los temores expresados por los chicos del relato de Caitlin han existido siempre. Lo que sucede en la actualidad es que el internet permite dimensionar de manera astronómica los asuntos relacionados con las problemáticas de los niños y los jóvenes. Al vincular las sensibilidades, las emociones y las aspiraciones de la población joven al consumo y a los valores del patriarcado, se fortalecen y privilegian los valores de un capitalismo embebido en sus principios. Afuera solidaridades, afuera experiencias colectivas de mejoramiento; adentro,  las modas, las tendencias de convertir los actos humanos en mercancías de cambio.

La visibilización  y el cuestionamiento del papel preponderante de los hombres en la vida social ha permitido poner en la escena pública los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTI; de igual manera, los asuntos relacionados con la raza han  cuestionado el racismo que permea todas las capas de la sociedad. Internet se ha convertido en el espacio público para ventilar estos asuntos y la manipulación de la opinión  ha convertido la discusión pública en un ring donde no existen reglas. En este contexto, imposible propiciar una conversación amplia y objetiva sobres asuntos relacionados con el sexo. 

Ha sido muy fuerte la injerencia de los grupos religiosos en la prohibición de ventilar asuntos de interés de los jóvenes. Se logró prohibir el tema de la educación sexual en los niveles de preescolar y primaria. En la realidad, la educación sexual desapareció de los planes de estudio y son las redes sociales las encargadas de impartir estos temas. En el despelote de las noticias falsas- que se sienten como verdades irrefutables- la discusión sobre la necesidad de dar un espacio a las necesidades y problemáticas de los jóvenes termina convertida en la prohibición de convertir en tema de salud pública un asunto vital para los niños y jóvenes.

Concluye la entrevista con un llamado  a revisar con amplitud el escenario contemporáneo  mediado por la hegemonía del discurso y los interese de las grandes empresas de la comunicación:

Tras presenciar semejante experiencia , Morán empezó a darle vueltas: tal vez esa furia masculina no nazca tanto del desprecio como de la carencia.  La carencia de un espacio en el que los chicos puedan hablar de lo que sienten sin necesidad de escudarse en el sarcasmo, el desprecio o la pose. Si existiera una comunidad masculina capaz de acoger la vulnerabilidad-como la que muchas mujeres han encontrado en torno al feminismo-, es posible que  mucha de esta violencia, sencillamente, no encontrara lugar.  Pero hoy, ese espacio no existe. Y lo que no tiene salida, termina estallando por los márgenes. Así fue que decidió explorar este tema en el libro "¿Y los hombres qué?"


sábado, 14 de junio de 2025

 



¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Cumplir años cuando se ha hecho un recorrido largo semeja revisar los corotos que hemos ido acumulando a través del tiempo.  Cada objeto contiene una historia y todos los  objetos dialogan para armar el entramado de la vida.

Somos seres sociales conectados por múltiples redes y buena parte de nuestro desempeño obedece a los condicionamientos que nos dicta la ideología. Pensamos desde la clase social, desde el grupo religioso, actuamos motivados por el sentido gregario, construimos el edificio que alberga nuestros deseos y aspiraciones. En mi caso, siento ahora que habito un lugar donde lo relativo ordena mi vida. La verdad es un pez enjabonado y agradezco a los libros- literatura, ensayo, crónica, historia, testimonio, noticia ciencia-  haberme arrojado al mar de dudas en el que doy brazadas para tratar de comprender un mundo en permanente cambio. Digo entonces que a estas alturas de la vida procuro evitar los dogmatismos que tanto daño nos hacen a la hora de intentar convivir en armonía. Sin pensar jamás que la verdad no existe. 



El cuerpo es una maravilla. No importa su forma, nos brinda la experiencia vital de desplazarnos, de vivenciar sensaciones diversas, de dialogar con el mundo. Pasada cierta edad, comienza a mostrar signos de cansancio, de debilidad. Aparecen males que, asumo, estaban guardaditos y ahora reclaman un sitio destacado. Dejas de realizar actividades extremas, aquellas cosas que formaban parte de tu rutina diaria se reducen a poco y aprendes a dialogar con tu cuerpo, a pausar el ritmo de la existencia. Ese cuerpo siente de manera distinta la vida. Miras a tu alrededor con otros lentes, evalúas la existencia de manera crítica y un aire pausado define tus decisiones.

Roberto Carlos en su canción nos dijo querer tener un millón de amigos. La vejez los reduce a un puñado. A los que hay que cultivar, cuidar. Comprender. Ejercer con ellos el mas bello arte: la buena conversación, compartir alegrías y penas, dar y recibir el apoyo  solidario cuando se requiere y agradecer el hecho de compartir este mundo. Enuncio sin modestia alguna que ha sido el oficio de la escucha el que me ha permitido descubrir matices, caminos nuevos en el oficio gratuito de interpretar la vida y el mundo. Cuántas veces una frase dicha sin ninguna pretensión produjo una explosión en mi interior que me permitió vislumbrar senderos desconocidos y cuantas veces he gozado la picaresca, el ingenio, la ironía de seres que sin saberlo son cultores del idioma.

Si el cuerpo se resiente y se pausa, la mente es como la loca de la casa. Sigo sorprendiéndome ante la maravilla del planeta, la creatividad presente en los actos humanos, la diversidad de la naturaleza, los libros que no cesan de mostrarme la complejidad del alma humana, el arte, los viajes, la amistad. Y  por supuesto, mi familia, posada amorosa que me  reconforta y alienta a vivir. Dos capullos me alegran los días, me ofrecen la posibilidad de experimentar desde el amor y el asombro esta vida, tan plena.

He metido la pata muchas veces. Errores, actitudes, decisiones tontas. Son pocas, afortunadamente. Cada vez que las recuerdo, siento un dolor grande. Quisiera uno andar por el mundo sin ofender, sin agredir. Sabiendo que somos piezas imprescindibles de una máquina incesante llamada vida, ante la cual nos descubrimos frágiles, vislumbres en el vasto espacio de un planeta y de un universo bello e indiferente. 

He habitado un lugar donde ha transcurrido buena parte de mi existencia. Guaduas representa el sitio donde he podido realizar mis sueños, el espacio que hizo posible convertirme en maestro,  el valle que llenó de color mi vida. Y las montañas que son el hechizo sublime. Y los colegios donde compartí con tantas generaciones de chicas y chicos alegrías, proyectos, paseos, diálogos fecundos. La Fundación Antonio Romero, ejemplo de amor por Guaduas a través de sus proyectos culturales y educativos. Y mi amor por Japón, su poesía, su prosa  y el budismo,  que se apoderaron de mis emociones y me regalaron un ramo de cerezos en flor.

Digo, gracias a la vida, que me ha dado tanto.

sábado, 7 de junio de 2025




KEPA AMUCHASTEGUI: RETRASAR EL OLVIDO

Cuenta kepa Amuchastegui en el podcast Claro Oscuro de El Espectador que durante la pandemia creó  una técnica para retrasar el olvido: se inventó un  canal de YouTube. Así logró reinventarse y mantener comunicación con sus amigos y seguidores. Así logró  retrasar el inevitable olvido.

En cierta época del año, muchas regiones de Colombia se visten  de amarillo, lila, rojo, gracias al florecimiento de ocobos, chicalás, cámbulos y otros árboles generosos. Es un regalo visual que alegra el espíritu. Tuve la suerte de apreciar una mañana el valle del Magdalena, extendido a mis pies desde la Piedra de Capira, con la visión de la serpiente juguetona que zigzaguea mojada por valles fértiles: el río Magdalena. En un área amplia, cientos de ocobos florecidos pintaban el valle de amarillo. A las pocas semanas volví. Los árboles, desnudos, sin flores. Igual que la vida. Igual que el olvido.

Piensa Amuchastegui en el recuerdo de los otros. En la memoria que establece puentes entre ellos y el yo. Para quien logró hacerse un lugar en la memoria de muchos, llega un día en que se percibe cómo ese recuerdo se va destiñendo, va desapareciendo. De un momento de esplendor al olvido. Entonces, se descubre que la verdadera lucha se libra con uno mismo. Retrasar el olvido de lo que somos. El olvido interior.

En el escenario de lo íntimo merece la pena resignificar el pasado. Es una manera de evitar  la añoranza, la melancolía. Revisitar los rincones donde la memoria tramposa acumula sus caprichos. Concebir hechos, circunstancias, personas del pasado con la mirada de quien entiende que toda observación del pasado es una invención del presente. Dejar de un lado los odios, los rencores, las angustias por aquello que ya no es. Una actitud militante para entender que "se hace camino al andar", porque "al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar".

En mi caso, retraso el olvido de diversas maneras y una, especial: los libros. Escribe Álvaro Castillo en El Espectador:

De modo tal que con los años, cada vez que lees, hay un arco voltaico muy abundante que crea una luz interior, cegadora, deslumbrante. Porque el proceso no termina: se crece, se perfila, se madura. Se enriquece, no envejece. No amengua No se deteriora. Al contrario. Adquiere rizomas, echa frondas. y cuando tu vienes a ver tiene un modo vegetativo enorme en el proceso de la lectura.  lees como si fueras, no un árbol, sino una arboleda leyendo. Cada uno de los libros que uno lee es una fogata interior.

Un viaje interior que convierte el pasado en fuente inagotable de alegría en el presente. La fogata interior.

viernes, 30 de mayo de 2025




 TEMAS FRÍVOLOS I

 LAS TELENOVELAS

De los recuerdos gratos de los años  70 y80, las telenovelas ocupan un sitial privilegiado. Nunca olvidaré un día entre semana, cuando me dirigía al colegio Samper a mis clases. El jaleo cotidiano, el ruido de los vehículos, las voces que se atropellan habían desaparecido y un silencio inquietante se posesionaba de las calles y casas. La razón: se pasaba, a esa hora, creo que era al mediodía, una telenovela brasilera- cuyo nombre olvidé- capaz de alterar el ritmo normal de la vida. Luego, por allá en los años 80, otra causó igual sensación: La Esclava Isaura. Las telenovelas brasileñas marcaron un hito importante en el gusto de la población colombiana y pavimentaron el camino para el despliegue formidable de las telenovelas criollas. 

Muchos colombianos llevamos en nuestros corazones las historias y personajes de telenovelas criollas como Café con Aroma de Mujer, Caballo Viejo, Pero Sigo Siendo el Rey, San Tropel, Los Victorinos,  El Taxista, Betty la Fea, Escalona y tantas otras, cuyo aporte principal fue desprenderse de los relatos llorosos de las telenovelas venezolanas y mexicanas para dar paso a historias donde la región, las historias cargadas de humor y complejidad mostraron un camino para mostrar un país  diverso. 

Hoy, las grandes empresas televisivas impusieron un formato con historias planas, acento mexicano y- otra vez- lágrimas a granel. Un modelo único se impuso en los relatos y regiones tan lejanas como Turquía y Corea del sur han ocupado el lugar que antaño tuvieron las telenovelas colombianas. Y los refritos.

Lo interesante en términos culturales: las telenovelas que menciono nos enseñaron a reconocer la diversidad cultural, regional, étnica, lingüística de nuestro país, forjaron nuestro anecdotario sentimental y proyectaron una imagen de Colombia mas allá de mafiosos y muñecas de la mafia. Y abrieron un escenario para la Constitución del 91, que reconoció la diversidad como la riqueza de un país que sueña con un desarrollo armónico



 EL AGUARDIENTE

Me dijo un amigo extranjero, en una noche de copas, que el aguardiente era una mala bebida. Carente de magia, una copa de alcohol con anís. Nada especial. Me quedé callado, él proviene de una región donde los viñedos endulzan el paisaje y producen vinos de sabores tan ligados al suelo donde se produce la uva.  En silencio, me bebí otra copa de aguardiente.

El guaro, como lo llamamos en Colombia, ha sido una bebida espirituosa tradicional. Compañero inseparable de la jugarreta de tejo, de las fiestas, buen bajante y  barato.  Leo que su consumo ha disminuido en Colombia, pues los jóvenes prefieren otro tipo de bebidas y beben menos. No obstante,  las empresas productoras de bebida han creado nuevas versiones de aguardiente y han mejorado su calidad. 

En mi caso, ha sido el aguardiente un buen compañero de jolgorios, y como toda amistad, algunas veces me jugó  malas pasadas. Inolvidables las jornadas de tejo en las canchas de Luis Acosta, tango y boleros como música de fondo a encuentros reñidos en los que manos, mechas y moñonas definían los torneos espontáneos y la palabra se convertía en ejercicio lúdico. Luego, a sentarnos a disfrutar las últimas tandas de guaro y cerveza, con Julio Jaramillo, Alfredo Jiménez, Pedro Infante, Alci Acosta y todos los trovadores del despecho. Otras, el duelo se escenificaba en las mesas de billar.

En noches como esas, fluyeron las historias de amores y desamores, bromas y una que otra polémica ardorosa. A veces, una mujer, algunas mujeres llegaba a esa guarida de Baco y el aire se tornaba fino, el ambiente adquiría matices de película de comedia y los piropos inundaban cada rincón de la juega de tejo. Descubrí así que son los ambientes los que propician el desborde de la normalidad y nos arrojan en brazos de la locura y el juego.

Pienso en mi amigo y sé que no tiene razón con el guaro. El sabor de una bebida depende de 4 elementos esenciales: un grupo de amigos, una charla alegre, un ambiente de fiesta y el deseo enorme de compartir un momento. Por supuesto, existen bebidas cuya composición ofrece sabores exquisitos- vinos, coñac, etc.-. Pero " a mí denme un aguardiente de caña, de las cañas de mi valle y el anís de mis montañas". Eso sí, en cantidades razonables, para que el espíritu no se desborde. 

sábado, 24 de mayo de 2025

 


EL PEPE

Me llaman la atención los comportamientos sociales alrededor de la muerte de alguien. Desde las actitudes, los gestos, los silencios, los rezos, las flores, los abrazos, los sollozos, los chistes, los comentarios acerca del difunto. El voz a voz actúa de manera eficiente y el fallecimiento se convierte en tema de conversación. Cuando un personaje famoso muere, asumo que pasa igual que  con los del común. Los rituales establecidos amplificados por los medios de comunicación, las frases  y ceremonias pomposas. Pocas veces un muerto suscita tanta emoción y tanta admiración como ocurrió a raíz del deceso de Pepe Mujica.

Acostumbrados como estamos a relacionar el poder con la corrupción, la violencia, la crueldad, la soberbia, despedimos a un hombre que "vivió como pensó". Y pensó no en favor de sus intereses, sino en el bienestar de su país, en la lucha contra la pobreza, los derechos de las minorías, en el perdón como manera de cerrar capítulos oprobiosos de la historia de Uruguay. 


Fue guerrillero, estuvo preso muchos años, sufrió torturas, aislamiento, fue herido de bala, amnistiado, fue senador y presidente de la república oriental. Se trasladaba en su carro viejo, rehusó vivir en el palacio presidencial y todos los días viajaba  a su finca de cincuenta hectáreas, buena parte de la cual cedió a sus trabajadores. Y dedicó  su sueldo a apoyar causas sociales. Esas cosas nos sorprenden porque muy pocos son capaces de vivir sin empeñar sus bienes y su corazón a los dictados del capitalismo. 

Guardó independencia frente a los poderes,  cuestionó a Maduro y a Cristina Christner- no soportaba el arribismo estridente de la señora-, mantuvo relaciones cordiales y evitó una política de ajuste de cuentas con los militares de la dictadura.  Fue un crítico acérrimo de los valores capitalistas y exhortó a los jóvenes a no perder sus sueños, a procurar vivir en un ambiente equilibrado.  


Cuando Mujica hablaba, había un respeto enorme pues no era de los de doble faz. Se equivocó, cometió errores, pero nunca fue un farsante. Era de hablar lento, de caminar lento. Era su hogar el refugio donde podía charlar y cultivar crisantemos con su esposa, Lucía Topolansky, compañera de luchas, allá en Rincón del Cerro, a 15 kilómetros de Montevideo. Lloraron largo por la muerte de su perra Manuela.

Decía: "No me voy, estoy llegando". El 13 de mayo de 2025, terminó el viaje de quien supo vivir de acuerdo con sus principios de luz en una época de oscuridad.

sábado, 17 de mayo de 2025


COCA Y ORO: HISTORIA DE UNA TRADICIÓN


Francisco de Quevedo, el gran poeta español del Siglo de Oro escribió: 

"Madre, yo al oro me humillo,/él es mi amante y mi amado./pues  de puro enamorado/de continuo anda amarillo./Que pues doblón o sencillo/hace todo cuanto quiero,/poderoso caballero es don Dinero". 

Ha sido el oro un detonante del progreso humano, el símbolo por excelencia del poder y la codicia. Oro, oro. Cómo olvidar aquella vez que llovió oro en Guaduas y todos, sin excepción, corrieron a recoger las pepitas de oro regadas por el Camellón Real. Allí se desvanecieron las diferencias de clase, allí cupieron flacos y obesos, jóvenes y viejos. Todos, unidos por el deseo de atesorar el que otro poeta,  Giovanni Papini llamó "el "estierco del demonio".

Simón Posada Tamayo, periodista, publicó un libro, "La Tierra de los Tesoros Tristes. La maldición del Oro y la Coca en la Historia de Colombia", relato fascinante que rastrea a lo largo de nuestra historia el papel del  metal y la planta en la conformación social y económica de nuestro país, en particular del poporo que hoy se encuentra en el Museo del Oro.

Refiriéndose al papel del Banco de la República en la recolección de los tesoros indígenas escribe:

En todo este proceso histórico se han cometido aciertos y desaciertos. No se trata de buscar culpables, sino de hacer evidente que todos. tanto el museo como el banco y las comunidades, han sido víctimas del saqueo y el olvido y, además, de la influencia de n mito: el de El Dorado.  La idea de este territorio fantástico repleto de oro ha sido una ventaja y una condena a la vez. Miles de hombres murieron en su búsqueda.  Lope de Aguirre, en medio de su locura, apuñaló a su hija. Hernán Pérez de Quesada, con la ayuda de su despiadado capitán Lázaro Fonte, disminuyó en tres metros el nivel de la laguna de Guatavita con la ayuda de un centenar de indios equipados con totumas. Buscaban los tesoros de ese cacique que navegaba en una barca de juncos hacia el centro de la laguna, con su cuerpo cubierto de oro, para hacer ofrendas que terminaron siendo saqueadas por miles de guaqueros hasta el siglo XX. 

 El libro relata la vida de un personaje extravagante, Carlos Coroliano Amador Fernández, nacido en Medellín el 25 de marzo de 1835. Fue él quien "trajo a Colombia uno de los primeros cinematógrafos  con el que proyectó la película "La llegada de un tren a la estación de la Ciotat... también llevó a la ciudad el primer telégrafo y el primer automóvil que rodó en Colombia". Fueron ostentosas  sus fiestas , con fuentes del patio de su casa llenas de champán "y encontrar músicos en Medellín  por esos días era imposible: todos estaban en su casa". Los objetos extraños que poseía los trajo de sus viajes a Europa " y él aprovechaba el recorrido para traer tantas cosas como pudiera, al punto de que en alguna ocasión, después de un viaje entre 1885 y 1887, necesitó cincuenta mulas para cargar su equipaje en las que, además de los inventos mas innovadores de la época, traía "esculturas de mármol de Carrara, pianos de cola, mosaicos, hierro forjado, ventanas, vitrales, bronce, espejos, muebles, cristalería, alfombras, vajillas y carruajes".


 Casó con Lorenza Uribe Lema, dueña de "haciendas, terrenos- uno que hoy es el populoso barrio de Guayaquil en Medellín- una salina, carboneras, plantaciones, ganadería y , lo mas importante, la mitad de la Sociedad Minera El Zancudo". Gracias  a la empresa minera, logró Coroliano desarrollar diversos proyectos que impulsaron el desarrollo de Antioquia. Además, se convirtió en un coleccionista de piezas de orfebrería que acumuló como un asunto personal. Detrás de estas historias fascinantes, está presente la guaquería, oficio que ha diseñado el mapa de muchas regiones del país, ha dispuesto de la vida de muchas comunidades, creado ejércitos que encuentran en la cocoa y el oro formas rápidas y eficaces para acumular riqueza y generar el eterno subdesarrollo al que hemos vivido en la tierra de los tesoros tristes. 

Invito a mis amigos del post  a leer "La Tierra de los Tesoros Tristes", de Simón Posada,  por ser un relato deslumbrante de la historia  fascinante y  trágica de nuestro país.

sábado, 10 de mayo de 2025



CALLES, LUGARES Y MEMORIA

 Cuando recorremos alguna calle suele ocurrir que se mezclan en nuestro cerebro el presente y el pasado, el ritmo vertiginoso de la actualidad con el recuerdo nostálgico de lo que ya no es. Camino la séptima de Bogotá y se tropiezan las imágenes de aquellas tardes de cinemateca de los años setenta con el desorden actual  de la séptima peatonal, una cinemateca nueva, dos centros culturales de calidad, el Delia Zapata y el García Márquez del Fondo de Cultura Económica. Somos, me parece, una suma de recuerdos que se mezclan  con la actualidad, haciendo de nuestras vidas un permanente intercambio de añoranzas y sensaciones nuevas. 

De Guaduas me invade la memoria de casas de bahareque y tejas de barro, de imágenes de seres que ya no existen o que existen hoy con otros rostros. Algunos nos acompañan siempre y al pasar por los lugares que habitaron sentimos el vacío de su ausencia. Manolito, el inolvidable Manolito, amigo en las buenas y las malas, saliendo de su casa frente al Morgan; Carlos Díaz Padilla, sentado en  la sala de su casa iluminándonos  con su erudicción sazonada con el  humor mas  exquisito. La calle de la Pola, escenario de mis vivencias infantiles, las calles que me conducían a los colegios; El café Real, situado en el Camellón Real, lugar de encuentro de billaristas y jugadores de ajedrez, misma calle donde vivieron nuestros cronistas mayores, Pepe Serrano Y Miguel Hernández.  Cómo olvidar, en esa calle,  a una de las mujeres mas aguerridas de Guaduas, Maruja Fierro, contestataria y  crítica de la política local. No cuento que allí en una antigua casa colonial, visitaba yo a una morena de ojos verdes.


Viví de niño en Villahermosa, un barrio de Medellín situado en la parte oriental, donde recibí las primeras clases de vida en la esquina de la Tienda  Roja, en compañía de muchachos alguito malevos, excelentes amigos y buenos jugadores de fútbol. En sus calles y sus tiendas y cantinas escuché por primera vez los tangos que se metieron en mi alma. Recorro hoy el barrio y queda muy poco o nada de sus lugares. De Honda, la belleza singular de las calles del centro histórico, de las casas y calles del sector del Alto del Rosario, tan coloridas y bellas y de la caricia húmeda del río Magdalena..

También sucede que ciertos lugares  de ficción se nos convierten en reales: Macondo, París visto desde la mirada de Horacio Oliveira en Rayuela, el campo descrito por Juan Rulfo, la Lima de La ciudad y los perros, la Cartagena de El amor en los tiempos del Cólera,  de la Memoria de la Ceiba y la Tejedora de Coronas, la Estambul de Orán  Pamuk, Teherán narrado por Azar Nafisi.

El narrador de  "Por el camino de Swann" finaliza el relato  con una bella reflexión:

Los lugares que hemos conocido no solo pertenecen al mundo del espacio en que los situamos para mayor comodidad. No eran sino una delgada capa entre impresiones contiguas  que formaban nuestra vida  de entonces; el recuerdo de una determinada imagen no es sino la añoranza de un determinado instante; y las casas, los caminos, las avenidas son, por desdicha, fugitivos, como los años



 

sábado, 3 de mayo de 2025

 


VIAJES Y AÑORANZAS

Viajar parece ser, en ciertos casos, la búsqueda de un lugar que se ha pegado en el alma, la sensación de añoranza que se ha quedado grabada en el cerebro, la constatación de que existe un sitio semejante al que habita en los más íntimo de nuestro ser. Para mí, ese lugar se llama Mompox.

Lo visité hace muchos años en compañía de mis amigos David y Delfina y además  tuvimos  la dicha de viajar de Mompox a Magangué en planchón por el río Magdalena. Un viaje inolvidable, en el que creí esta viajando por el mar, tal la inmensidad del río en aquella parte.

Fue aquel viaje y la lectura de El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez  los que de alguna manera convirtieron ese lugar en un espacio añorado al cual anhelo volver algún día. Si bien es cierto que la novela transcurre en Cartagena, mucho del ambiente de la ciudad amurallada de finales del siglo XIX y comienzos del XX se respira allí.

He visitado muchos pueblos de Colombia, pero solo allí experimenté la sensación de lentitud, el ritmo delicado que nos conduce sin premura a sitios de belleza inigualable, bajo el sol canicular que se doblega con un jugo helado de corozo. Escribe Anamaría Leaño, en la página de la Universidad de los Andes:

Es la misma sensación que experimentan otros viajeros. Porque conocer tres calles basta para caer redondo ante sus encantos. La calle Real del Medio, la de la Albarrada y la de Atrás están llenas de historias y de gente dispuesta a contarla. La del Medio —justo al lado de dos de las casas coloniales más reconocidas: la de la Cultura y el hotel Doña Manuela—es la de los talleres de filigrana, en donde familias enteras trabajan con hilos de oro y plata, tan gruesos como un cabello, en la elaboración de delicadas joyas. Si pasas a la de Atrás comienzas a ver el abrebocas de la ebanistería momposina, que se aglomera completa en el Sagrado Corazón —fuera del centro—. Y si vas por la calle de la Albarrada disfrutas del paisaje y el fresquito que trae caminar por la orilla del río, mientras pruebas dulce de limón y queso en capas que te ofrecen en cada esquina.

A mí me ocurrió que vi pasar a Fermina Daza una tarde mientras paseaba por el río, del brazo de Florentino Ariza. Se habían escapado de las páginas del libro y en un arrebato que solo yo conozco, decidieron perderse en las calles en las que descansan grandes casonas de rejas forjadas a mano, corredores, zaguanes y árboles frondosos y el río Magdalena, tan amplio de cauce, tan generoso de viento: "Mompox, tierra de Dios,/ en donde se acuesta uno y amanecen dos./Y si sopla el viento amanecen cientos./ y si vuelve a soplar ya no se pueden contar.

Allí volveré, con mi Fermina  a extasiarnos con las ventanas, portones y fachadas, patios interiores y la alegría paciente de sus moradores. Caminaremos en la noche por la avenida que colinda con el río y disfrutaremos del sonido de los pájaros que arman bulla temprano en la mañana.



sábado, 26 de abril de 2025



LAS DESPEDIDAS

Una costumbre habitual, la de las despedidas. Desde la formal, la  de todos los días, hasta la que señala una ruptura total.  La despedida es el ritual del incesante movimiento que nos traslada sin descanso a diversos lugares a lo largo de la existencia. Adán y Eva, nos dicen, fueron los primeros en despedirse de un lugar idílico debido a su desobediencia. A partir de ese momento, la vida se convirtió en un continuo peregrinar en busca de un lugar estable. Gracias a esa transgresión, los seres humanos andamos  en pos de paraísos pasajeros y cargamos la ansiedad de encontrar un lugar que se asemeje a lo absoluto, a pesar de nuestra condición  viandante.

La despedida entraña el fin de un estado, el comienzo de la incertidumbre y la esperanza. Abandonar un lugar, una familia, casi siempre con el anhelo del retorno y con la esperanza de hallar el alivio en otro lugar. Por supuesto que hay despedidas formales, nos vemos mañana, hasta pronto. En estos casos, se tiene la certeza de volver, de reiniciar la costumbre de todos los días.

La despedida es como el renuevo de un árbol, la floración nueva. Se parte con el corazón dolido y se actúa con la esperanza. Así le sucede a los migrantes en busca de mejores tiempos. Aquí queda su corazón; allá,  el desasosiego y la ilusión. Nos despedimos pensando en el retorno, muchas veces; otras, sabemos que no hay retorno posible. La despedida es el comienzo de la muda, del cambio de piel, de la incorporación de nuevos rasgos que nos hacen otros. 

La muerte también comporta la despedida de los que quedan. Se despide el recuerdo del que fue. De sus múltiples rostros. El dolor profundo por el que nos abandona para siempre.  Cuando alguien muere, se produce el vacío, ese estado en el que la memoria echa mano de lo que fue. 

 Despedirse es un alivio cuando las cosas no van bien. La pareja que cambió la dulzura de los encuentros por la agresión constante, el fin  del amor; un día, uno  o  los dos deciden romper y la despedida sella el fin de un acuerdo amoroso. Se van los hijos y el dolor  nos enseña que los polluelos que viven en nuestras  mentes son   otros, aves maduras en busca de otros confines.

Llega la tormenta, aparece el sol, los árboles se despojan de sus hojas, un día es la primavera

sábado, 19 de abril de 2025

 


LOS ADOLESCENTES

Interactuar con un adolescente se convierte en  un acto de perplejidad, de molestia muchas veces, dadas las maneras como actúa, responde, calla y cuestiona la chica o el chico. No puede ser de otra manera. El cordón umbilical que lo ata a sus padres, al mundo adulto, está a punto de romperse. Debe el adolescente afrontar las demandas de un mundo nuevo y lo hace desde su mirada joven, en ruptura con la familia y el mundo formal, adulto. Mas que seguridades, rondan las dudas, los vacíos y las incertidumbres a la hora de encarar su formación.

Todas las épocas perciben en niños y jóvenes los vientos de cambio inevitables.  Hace 2500 años  se quejaba Sócrates :" Los jóvenes ya no se ponen en pie  cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en la sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros". La familia se transforma, las condiciones en la sociedad y la cultura rompen moldes tradicionales y la perplejidad  os invade.  De la ropa que los hermanos heredaban de los mayores a la existencia de un universo virtual que reemplaza a la que conocíamos como "la realidad". Con familias que se transforman de manera acelerada:

La familia colombiana se está transformando a una gran velocidad. Hace menos de 20 años eran relativamente pocos los hogares en que las mujeres eran las jefes, es decir, las que tomaban las decisiones por el hecho de ser las principales o únicas generadoras de ingreso. Entre 2007 y 2023, la proporción de hogares encabezados por mujeres pasó del 27 % al 42 %(Eduardo Lora, El matriarcado doméstico, El Espectador).


Escribe Julián de Zubiría a propósito de una serie de Netflix, Adolescencia:  

Los padres no conocen, no escuchan y no dialogan con sus hijos. Es por eso que no los entienden. Padres y madres no suelen ser conscientes de que sus hijos en casa son muy vulnerables, porque es precisamente allí donde acceden de manera libre a las múltiples plataformas tecnológicas. Al hacerlo, abren la ventana al peor mundo posible: el de los pedófilos, estafadores, acosadores y manipuladores virtuales. .. Pero lo que la serie quiere resaltar es el acceso que les brinda a los jóvenes a un mundo violento, descalificador de la mujer y atestado de mensajes misóginos, racistas, supremacistas y comparaciones permanentes. Tal como dijo su director, querían "mirar a los ojos de la ira masculina“(El Espectador).

El panorama actual evidencia una ola de cambios en la sociedad y en las instituciones: inestabilidad laboral, pérdida de derechos civiles, racismo, aumento de la violencia contra la mujer y los grupos LGBTI, fortalecimiento de movimientos de ultraderecha. Es el capitalismo la fuente inagotable de pesares, ofrecidos en papel de regalo. Igual que los adolescentes, viven los adultos en la incertidumbre, perplejos ante la fuerza arrolladora del consumo y las exigencias inapelables del capitalismo.

 En la intimidad del hogar, afloran, discretos, los demonios del sistema. 

sábado, 12 de abril de 2025


MARCELA AYER Y HOY

Un capítulo memorable del Quijote corresponde a Marcela. Don Quijote, en su vagabundear, se encuentra con un grupo de personas que lloran la muerte de un joven y se lamentan porque, según ellos,  Marcela es la culpable del insuceso, al haberlo rechazado. Furiosos, exigen el castigo de la mujer. La joven irrumpe en el lugar y suelta el discurso mas libre y feminista de todos los tiempos, y don Quijote le da la razón. En esencia, Marcela reclama su derecho a elegir a quién amar, y rechaza  de forma vehemente la imposición masculina que convierte a la mujer en esclava  del deseo masculino.

Ese discurso pervive en el tiempo. María Gómez Lara acaba de publicar "Don Quijote a voces", un poemario cuyo referente es el libro de Cervantes: 

yo nací libre y libre soy

pues no he prometido nada a los pastores que me siguen
ninguna falsa        nunca les di esperanzas           les dije la verdad:

el amor no se fuerza el deseo es peregrino y sólo llega cuando llega si es que un día aparece y coincidimos
nada me amarra a corresponder porque dicen que me aman      que se lleven sus cadenas

yo tengo mi voz yo tengo mi palabra yo puedo pasear tranquila por los bosques solitarios         conversar con los zagales con las cabras
no estaré enferma de ausencia ni de celos
ni perderé el ritmo exacto de mis pasos
cuando no me persiguen ni me cantan         cuando camino en paz por la colina

si se quieren matar que se maten si se quieren morir de amor que se mueran

María Gómez Lara


Pareciera asunto finiquitado en nuestro tiempo el aceptar la igualdad de derechos de la mujer, pero no es cierto. Hace algunas semanas leímos que se ha prohibido a las mujeres afganas hablar en público, la derecha gana popularidad esgrimiendo la bandera de la mujer como ama de casa y estigmatizando a la comunidad LGTBI, los grupos criminales que operan en buena parte del territorio de Colombia violan y desplazan a mujeres, reclutan a niñas y asesinan a lideresas sociales.


El que me llama fiera y basilisco déjeme como cosa perjudicial y mala; el que me llama ingrata no me sirva; el que desconocida, no me conozca; quien cruel, no me siga; que esta fiera, este basilisco, esta ingrata, esta cruel y esta desconocida ni los buscará, servirá, conocerá ni seguirá en ninguna manera. Que si a Grisóstomo mató su impaciencia y arrojado deseo, ¿por qué se ha de culpar mi honesto proceder y recato? Si yo conservo mi limpieza con la compañía de los árboles, ¿por qué ha de querer que la pierda el que quiere que la tenga con los hombres? Yo, como sabéis, tengo riquezas propias, y no codicio las ajenas; tengo libre condición, y no gusto de sujetarme; ni quiero ni aborrezco a nadie; no engaño a este ni solicito aquel; ni burlo con uno ni me entretengo con el otro. La conversación honesta de las zagalas destas aldeas y el cuidado de mis cabras me entretiene. Tienen mis deseos por término estas montañas, y si de aquí salen es a contemplar la hermosura del cielo, pasos con que camina el alma a su morada primera(Marcela en Don Quijote).

La literatura y el arte afinan sus sentidos y plasman la eterna lucha de las mujeres por alcanzar su dignidad humana.


sábado, 5 de abril de 2025

 



UN MOMENTO INOLVIDABLE: LIBROS, BOSQUE, CONVERSACIÓN

La concurrencia  de un libro, un grupo de lectores y un bosque ocasionó un encuentro en el que el paisaje, la palabra, la caminata y el sancocho nos condujeron por senderos plenos de imaginación y goce. Ocurrió un sábado de finales de marzo, en la vereda Ceniceros. El lugar: Bosque mi refugio. Los anfitriones, Zulima Ortiz y Pedro Hernández.

Hasta allí nos desplazamos los integrantes del Club de lectura Soledad Acosta de Samper. Nuestro lugar habitual de encuentro  en la fundación Romero se cambió por la invitación de Zuly y Pedro a su refugio. 

                                                       

Hay lugares de incomparable belleza en los que la exuberancia del bosque nos ofrece el verdor, la armonía y la calma suficientes para desprendernos de los afanes del día. "Mi refugio" es uno de esos lugares privilegiados, en el que la variedad de plantas y árboles, los nacimientos de agua, el marco ofrecido por las montañas circundantes y el calor humano nos acercan a la eternidad de un instante.

El libro, La Perla,  fue escrito por John Steinbeck, autor norteamericano, nacido en 1902 en Salinas y muerto en Nueva York en 1968. Con un estilo realista, narró las vidas de poblaciones de migrantes y obreros, por lo que se le dio el mote de "escritor proletario". La obra  relata los acontecimientos extraordinarios de un hombre que encuentra "la perla mas grande del mundo" y todos los acontecimientos que se desatan por la ambición de los que lo rodean.  Una obra en la que se plantea el conflicto entre el anhelo de cambiar una vida de privaciones por otra mas justa y el peso del destino. El libro nos permitió dialogar sobre el hado humano, los condicionamientos sociales, el coraje, la ambición, el amor familiar. 


Mi Refugio es una perla que se destaca en Guaduas. Con paciencia y amor, Pedro y Zuly han convertido una zona de Ceniceros en un bosque en el que conviven mas de 50 especies de árboles nativos y foráneos- son mas de 500 árboles-, regalándonos aire y belleza a los habitantes de Guaduas. Escuchar el relato de Pedro sobre la manera como ha poblado su finca con árboles de todas las características  se convierte en un acto de amor por la humanidad. Escuchamos atentos sus palabras mientras recorremos áreas en las que el caucho, el ocobo, el flor morado, los tulipanes, los ficus, las tecas, los chicalás y tantas otras especies conviven en armonía.



El club de lectura completa ocho años de existencia, tiempo en el que no solo hemos compartido libros y lecturas, sino que hemos afianzado una amistad sólida entre los integrantes del grupo.

Son las 5 de la tarde, hora de regreso a Guaduas.  Arrellanados en la buseta que nos transporta, rememoramos este momento de esplendor y aspiramos el aire que nos regalan  cámbulos y gualandayes.

Dije que el bosque Mi Refugio es una perla. Cierto, una que no genera codicia. Por el contrario, Mi Refugio es agua fresca que nos invita a soñar.

                                        

sábado, 29 de marzo de 2025

 



LOS LUGARES QUE HABITAMOS

Los lugares que habitamos definen lo que somos, le otorgan sentido a la existencia y muestran las maneras como asumimos nuestras relaciones y componemos nuestras vidas. Se trata de preguntarnos, "cómo habitamos nuestras vidas... y esto es lo que afirma la filósofa francesa Claire Marin ya en el mismo título de  su ensayo "Estar en su lugar. Habitar la vida, habitar el cuerpo"(Carta de Anagrama).

Marin se pregunta por  " los lugares que ocupamos. ¿Por qué nos quedamos en los sitios? ¿¿quiénes son los que osan marcharse? ¿Cómo nos abrimos camino? ¿Cuál es nuestro lugar en la familia? ¿Existe un "verdadero sitio donde estar?". La dimensión abarca desde la casa hasta el universo, pasando por la calle, el pueblo, la vereda, la ciudad, la región, el continente. 

Cada lugar posee dimensiones, rasgos propios: de la intimidad a lo masivo, de lo abierto a lo reducido. Un lugar específico dota de determinados atributos a quienes lo habitan. La casa es el espacio de la intimidad, donde se gestan los sentimientos mas complejos y duraderos. La escuela y la calle son los lugares que nos enseñan a abrirnos al mundo, a establecer vínculos con los otros. 


El espacio del trabajo implica relaciones en las que la jerarquía y la competencia determinan el carácter de las relaciones. Allí se tejen amistades  y se realizan acciones que incluyen zancadillas. Dado que el porcentaje de tiempo en el sitio de trabajo ocupa buena parte de la vigilia, hay tiempo para los amores, los encuentros festivos después del trabajo. 

Un espacio que adquiere relevancia es el de la virtualidad. Habitamos en el  universo infinito de la red, en el que todo es posible. Las amistades y los intercambios carecen de la presencialidad física y las relaciones se definen por edades, intereses, creencias. En la virtualidad se "navega" de manera permanente y la otra realidad se desfigura ante el poder de sitios, redes y  aplicaciones  cuya eficacia anula lo físico. 

Existe el espacio de lo íntimo, refugio para proyectar nuestros deseos, miedos, anhelos. La máquina prodigiosa del cerebro nos aporta la imaginación, las conexiones para "navegar" por el sinfín de pensamientos cuya base la da en buena parte el inconsciente. También existe un territorio cargado de sentidos: el sueño. 

Comprender a alguien pasa por definir su manera de existir en los espacios cercanos y lejanos, sociales e individuales, íntimos y públicos.     

sábado, 22 de marzo de 2025



 PEDIR UN FAVOR

Pasan los días pensando en pedir un favor. La mente navega buscando la mejor estrategia. La incomodidad, la preocupación acompañan el proceso. A veces el sueño se muestra esquivo y cierta agitación acelera el pulso. La ansiedad entra como Pedro por su casa y y se apodera de nuestra tranquilidad sin remedio.

 El cuerpo se muestra inquieto, hay incomodidad y la incertidumbre ronda por nuestra cabeza. Frente a la persona a quien vamos a acudir, nos sentimos  avergonzados. ¿Me hará el favor? Se piensa mientras fluyen por entre piedras las palabras. Luego, a esperar la respuesta. Algunas veces encontramos a alguien generoso que sin dudar nos dice: por supuesto. Otras, la disculpa: estoy mal, sucede que, es que..


Pedir favores es algo inevitable. Y molesto, para quien lo pide y para el posible solucionador. En cualquier momento se acude a alguien y esta costumbre se convierte en una cadena de solidaridades que forma parte del entramado de una sociedad donde la ayuda, el gesto solidario alivian las necesidades de la gente. Todos sin excepción guardamos en nuestras mentes el recuerdo de aquella, de aquel que supo darnos la mano cuando lo necesitábamos.

Dicen que hacer favores es el camino expedito para ganarse enemigos. Cierto, en ocasiones. Hay pedidores de favores profesionales que hacen de este recurso una manera de vivir. Esos no tienen remedio. 

El favor mas bello lo escribió Jairo Aníbal Niño:

¿Me haces un favor?

-¿Qué clase de favor?

-¿Quieres tenerme mis avioncitos durante todo el recreo?

-¿Durante todo el recreo?

-Sí. Es que tú eres mi cielo.







sábado, 15 de marzo de 2025




 LOS MATICES

Son los matices el modo  mas placentero de disfrutar la variedad y la belleza del mundo. Al identificar los matices se descubren los colores ocultos por la rutina y el dogma. Acercarse al paisaje con una actitud abierta permite surcar cielos nuevos, aires desconocidos.

¿Qué tal una escuela cuya finalidad sea dotar a sus estudiantes de la curiosidad y la generosidad para explorar hasta el cansancio los matices en la naturaleza, en la cotidianidad, en las creencias? Hoy, cuando el sectarismo y los dogmatismos imponen su ley, qué valioso resulta desprenderse de fanatismos. Al fin y al cabo, navegamos en un mar cambiante, siempre dispuesto a torcer los rumbos establecidos. 

Ante las afirmaciones totalizantes, vale la pena ejercer la duda. Toda afirmación es dable de mirarse con ojos críticos. Los matices son la fórmula eficaz para comprender, para alejarse de los marcos estrechos de los dogmas. 


Leo en "la belleza del universo", el valioso libro de Stefan Klein:

En una ocasión preguntaron al gran físico estadounidense Richard Feynman si un científico no destrozaba la belleza de una rosa al investigarla. Feynman respondió que, sin duda alguna,  apreciaba la belleza de la rosa tanto como un artista, pero que además era capaz de detectar una belleza mas profunda, la que solo el conocimiento es capaz de revelar: el hecho de que, durante la evolución, las flores adquirieran color para atraer a los insectos, por  ejemplo. Cuando aprendemos algo así, se nos plantean nuevas preguntas, como si los insectos experimentan algo parecido a la estética. Conociendo mas a fondo una flor, por tanto, no le restamos belleza,  sino mas bien todo lo contrario: sumamos a su atractiva estética el encanto de verla como algo impresionante y misterioso(editorial Seix Barral).

Y Mario Satz escribe en "Pequeños paraísos. El espíritu de los jardines": 

Si las rosas no existieran, si el mismo lenguaje del amor no pudiese expresar sus sentimientos, los poetas la habrían inventado para colmar y calmar los ánimos de nuestra especie. La lista de quienes le consagraron versos es casi tan extensa y variada como los híbridos de la misma rosa que pueblan nuestros jardines. Destaquemos a uno que  las amó y cantó con singular maestría, Juan Ramón Jiménez.   Refiriéndose al contacto entre dos bocas humanas el poeta anotó:

En aquel beso, tu boca

en mi boca sembró

el rosal cuyas raíces

se comen el corazón.


La belleza, el asombro, la curiosidad son las herramientas imprescindibles  para probar las delicias  de un manjar variado.