NOSTALGIA POR LOS QUE NO CONOCIMOS DE CERCA
¿Nos deja huellas alguien con quien no hemos interactuado de forma física? ¿Experimentamos tristeza , vacío por alguien a quien no tratamos personalmente cuando fallece? La respuesta es concluyente. Existen personas que sin haber interactuado físicamente con nosotros han marcado a un pueblo, a la humanidad entera: Jesús, Mahoma, Buda, Sócrates, Marx, Hanna Arendt, Simone de Beauvoir, Marie Curie, Jane Goodall, entre otros. Esos son los que no requieren explicación.
Otros, invisibles para la inmensa mayoría de la humanidad, han aportado afecto, solidaridad, amor a montones a sus seres cercanos. En cada pueblo, vereda, barrio pululan personas que se destacan por ser afectuosos con el mundo que los rodea y se ganan el cariño de los que comparten con ellos ese espacio. Los hay que siembran árboles y brindan a sus paisanos- y a la humanidad- frescor y aire puro; otros, entrenan y comparten sus saberes en el deporte y la cultura; algunos realizan acciones encaminadas a mejorar las condiciones de vida- un acueducto, una escuela, un cultivo, una cooperativa-. Un día nos enteramos de su muerte y a pesar de no haber sido cercanos a ellos experimentamos una sensación de tristeza, de pérdida.
Carlos Monsivais, intelectual mexicano, murió hace algunos años. Era para mí un faro de ideas, una experiencia única a la hora de entender este mundo tan enrevesado. Lo extraño, así como guardé un luto en mi corazón por quien puso color a mi vida, me descubrió una manera distinta de mirar a América Latina: García Márquez.
Sueño que camino por Aguaclara con Marguerite Yourcenar yAzar Nafisi, autoras de "Memorias de Adriano" y "Reading Lolita en Teheran". Son mis amigas de muchos años. He aprendido tantas cosas sabias y bellas de sus escritos. Les pregunto tantas cosas mientras contemplamos el valle de Guaduas.
Me hacen falta.
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