SER GLOTÓN
Comer sin hambre, picar a toda hora, deleitarse con postres y helados, atracarse de platos diversos; ser glotón, en suma. La glotonería es un hábito, una costumbre imposible de erradicar. Mientras muchos sufren el hambre cotidiana, otros muchos no pueden evitar sentir placer y culpa ante el desborde de ocasiones en las que el comer es un oficio sin límites.
Se es glotón por diversas razones: gusto, ocasión, ansiedad. Se sufre por ser glotón: gordura, colesterol, triglicéridos, diabetes, infarto. Se afecta la vanidad por los kilos de mas y se sufre cuando aparece alguna exigencia física. El glotón sufre el asedio de empresas de salud, nutricionistas, youtúberes, asesores, consejeros, entrenadores.
El glotón es un mártir a su manera. Sufre el asedio del consumo, sufre la burla y el rechazo. No obstante, encuentra en los momentos de glotonería un placer desbordante. Nada mas encantador que un encuentro de glotones. La entrega total.
Habrá que proponer una revolución de la panza que les otorgue a los glotones la condición de sibaritas estomacales cuya dedicación merece el reconocimiento universal, pues no hay lección mas ejemplar que un ser dispuesto a inmolarse en las delicias del exceso.
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