Se ha popularizado en las redes sociales un listado de "las diez- las 20, 50- palabras mas hermosas del idioma español". Allí figuran, entre otras: melifluo, sonámbulo, serendipia, etéreo, arrebol, iridiscencia, epifanía. No se nos cuenta qué criterio se ha adoptado para escogerlas y supongo que existen muchas posibilidades: por su contenido, por su sonoridad, por su procedencia. En fin.
Para conocer el significado de algunas de las palabras que mencioné, tuvimos que acudir al diccionario, recurso indispensable en estos y otros casos. Así que afirmo que una de las palabras mas bellas de nuestro idioma es "diccionario".
Mamen Horno escribió en Letras Libres un artículo, "Los diccionarios como lugar de encuentro: un homenaje a Manuel Seco". Allí nos cuenta que Manuel Seco, lexicógrafo y autor de "El diccionario del español actual" y "El diccionario de dudas y dificultades del idioma español", falleció el pasado diciembre de 2021. Fue Manuel Seco un académico e investigador cuyo trabajo ha alcanzado relevancia para la comprensión , desarrollo y perspectivas de nuestro idioma.
Horno cuestiona la idea de que la función de los diccionarios sea la de certificar la existencia de las palabras. Quienes autentican el idioma son los hablantes y los cambios lingüísticos obedecen a razones de índole social, cultural, económica, política. Entonces, ¿para qué sirven los diccionarios? se pregunta Horno. La respuesta no es única: la precisión:
Las palabras en el cerebro de los hablantes tienden a tener límites difusos. Sin embargo, cuando uno necesita transmitir algo importante, debe hacerlo con el rigor y la minuciosidad del cirujano. No Importa que se trate de una receta de cocina, una noticia económica, un pensamiento político o la descripción de un paisaje.
Y remata:
Con todo, la función que a mí más me seduce de los diccionarios es la de servir de lugar de encuentro. Si todos los libros me permiten viajar a lugares y tiempos distantes, los diccionarios son las claves que nos permiten entendernos con el otro. Palabras que no usamos en nuestra variedad o acepciones desconocidas de las palabras que usamos son la llave para entender textos escritos fuera de mis pequeñas fronteras cotidianas.
Abrir un diccionario es descubrir el tesoro de los piratas, lleno de esmeraldas de significados, diamantes de giros y sentidos nuevos. Cuando hablemos de enriquecer nuestro idioma, pensemos en la fuerza que habita en un diccionario. Allí se guardan las etimologías de nuestro léxico, se desglosan las sutilezas de la fonética, la morfología, la semántica y la sintaxis, se muestran las relaciones de nuestra lengua con otras y se nos abre un camino largo para descubrir el glosario gigantesco que hace del español una lengua rica y diversa.