LA ARQUITECTURA DEL CUERPO: MODA Y DESEO
prendas, una mesa amplia y sillas para la tertulia. Un espejo antiguo cubre media pared de la sala. Las palabras fluyen juguetonas y los relatos de los acontecimientos locales urden la trama
del cotidiano vivir.
Chela ha sido la modista de muchas generaciones de mujeres. La destreza y exquisitez de su arte la hacen una maestra de la confección. Una simple mirada al vestido de la colección que exhibe una revista le permite en pocas horas transformar una tela en un vestido vaporoso para la fiesta, una minifalda coqueta para provocar el deseo, un pantalón ceñido que acerca al vértigo, un conjunto discreto que reafirma la sencillez de quien lo lleva.
El costurero es marco embriagador que posibilita los sueños de mujeres ansiosas de producir un efecto especial en quienes las miran. Chela sabe que los hilos mágicos que tejen sus manos son poesía que modela el cuerpo, arquitectura etérea capaz de desplegar la seducción, decorar el deseo. Penélope provinciana que pinta de colores el pequeño universo del escenario local.
Judith thurman, editora de literatura de The New Yorker, escritora de modas y autora de dos biografías: THE LIFE OF A STORY TELLER (sobre Isak Dinesen), SECRETS OF THE FLESH (la vida de la autora francesa Colette) ; y de LA NARIZ DE CLEOPATRA (ensayos) dijo, en una antrevista para la revista Arcadia, a propósito de la moda: la moda es un arte dramático y visual, lo ha sido desde siempre. los seres humanos han sentido la necesidad de adornarse a sí mismos; de usar el cuerpo como un lienzo o un escenario; de interpretar, acicalarse, seducir; de probar y removerse máscaras; la moda es todo eso.
El costurero es marco embriagador que posibilita los sueños de mujeres ansiosas de producir un efecto especial en quienes las miran. Chela sabe que los hilos mágicos que tejen sus manos son poesía que modela el cuerpo, arquitectura etérea capaz de desplegar la seducción, decorar el deseo. Penélope provinciana que pinta de colores el pequeño universo del escenario local.
Judith thurman, editora de literatura de The New Yorker, escritora de modas y autora de dos biografías: THE LIFE OF A STORY TELLER (sobre Isak Dinesen), SECRETS OF THE FLESH (la vida de la autora francesa Colette) ; y de LA NARIZ DE CLEOPATRA (ensayos) dijo, en una antrevista para la revista Arcadia, a propósito de la moda: la moda es un arte dramático y visual, lo ha sido desde siempre. los seres humanos han sentido la necesidad de adornarse a sí mismos; de usar el cuerpo como un lienzo o un escenario; de interpretar, acicalarse, seducir; de probar y removerse máscaras; la moda es todo eso.
Y añade: Edito mi closet de la misma manera que edito mi escritura. Raramente acierto la primera vez. Es un proceso de error y revisión.
Lienzo o escenario, el cuerpo es el objeto de deseo de la moda.
Invito a los blogueros a describir aquellas prendas que nos han seducido o que han sido amparo de nuestra vanidad.
Lienzo o escenario, el cuerpo es el objeto de deseo de la moda.
Invito a los blogueros a describir aquellas prendas que nos han seducido o que han sido amparo de nuestra vanidad.
Olvidé algo esencial en el tema de la moda: el cuerpo como lenguaje, espacio para la escritura y la lectura del deseo. Cada prenda que se exhibe es un texto para ser interpretado,y el portador/a de la moda se dispone a ser leída/o desde el deseo, y proyecta su mensaje-la provocación-, en un juego que mezcla lo convencional y lo prohibido. Tal vez la diferencia con otras épocas radica en que ahora la piel forma parte de la exhibición, piel-prenda que concentra la atención, en un equilibrio precario con la ropa.
ResponderEliminar¿Qué sería de una mariposa sin los colores mágicos de sus alas? Tal vez sería un simple gusano volador. Sin llegar a decir con esto que no somos nada sin el vestuario, lo que sí es una verdad para mí es que la simbiosis piel-prenda, de la que habla Dago en su hermosa reseña, es un todo que llena de colores y texturas el diario devenir de las calles perplejas de ciudades y pueblos. A veces cuando trato de recordar a alguien, me lo imagino con una de las prendas que más usa, como si el recuerdo de la ropa sobre esa persona fuera un sello de identidad sin el cual sería difícil traerlo a mi memoria, como una fotografía. Cuando voy de compras recuerdo con gracia el cuento de "El traje nuevo del emperador"; me dejo seducir por los atributos que salen de la boca de las vendedoras, me mido el traje y veo una prenda única hecha para mi y finalmente cuando salgo me pregunto: ¿Estaré desnuda?
ResponderEliminarLo que más me seduce de la ropa en realidad no es la ropa misma sino aquello que oculta. En general, siento que los cuerpos son más hermosos cuando van desprovistos de ropa porque es entonces cuando es posible descubrir su topografía particular, aquella que las prendas resaltan u ocultan.
ResponderEliminarEn materia de moda, es claro que algunas personas tienen una intuición que les permite combinar colores, formas y texturas de manera estética; otras, en cambio, simplemente cubren su cuerpo sin seguir un criterio claro, pero tanto los unos como los otros hacen que las calles se vean como coloridos caleidoscopios.n
Lo de la moda se me hace que es un fenomeno posible de describirlo desde muchos lugares, lamentablemnte la mayoria comunes, El primero es el a economia, la ropa o el vestido, ensentido estricto, como un articulo, que esta en el mercado y que funciona con sus leyes; un segundo analisis nos permite ver la la moda como un arte, es decir un producto de la creacion, esto no deja de tener todso los inconvenientes sociologicos y antropologicos pero cabe desde esa categoria; y en una tercera mirada podemos ver lo de la moda como un fenomeno psicologico y sociologico, es decir la prenda seria en este caso: o una expresion de lo humano-individual o parte de lo estructural-social. Creo muchas veces que los analisis de estosfenomnos tienen que ser encantadoramente incompletos,¿para qué?: para que sigamos siendo creativos en nuestras explicaciones del mundo, y mas aun del mundo humano, el simbolico.
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