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sábado, 17 de febrero de 2024





SIN AGUA...

Se dice: la patria es la infancia. Virginia Mendoza afirma en su libro "Sed":" La patria está allí donde llueve". Bastó apenas un mes sin lluvias en Colombia para sentir y sufrir la ausencia del agua. Cosechas arruinadas, sequía, incendios, daños en flora y fauna, enfermedades, contaminación, recortes de agua, temperaturas elevadas. 

La sed se adivina en nuestro futuro y, para algunos, ya es el presente. Según un informe de la ONU, la ausencia de agua ha matado a 650.000 personas en los últimos cincuenta años y se calcula que ha provocado setecientos millones de desplazamientos en 2023. La autora dice que pertenece a una generación que intuye que tendrá que abandonar ciertas partes de España por el riesgo de desertificación. Los problemas son conocidos: el descontrol del regadío, la sobreexplotación de acuíferos, el uso intensivo para viejos usos, como la ganadería, o nuevos, como los centros de datos. Todos estos factores se unen a un cambio climático que provocará sequías cada vez más intensas y prolongadas. Tendremos que movernos otra vez porque la patria está allí donde llueve. (la sed, cuando la patria es allí donde llueve, entrevista a Virginia Mendoza, por Jorge Dioni. El País).


Solemos regodearnos en la discusión del fin de nuestra civilización debido a la presencia de la Inteligencia Artificial, IA, de nuestra nueva condición de esclavos ante el dominio de una IA dotada de autonomía. No obstante, las variables que rigen la vida humana son tantas y tan impredecibles  que los males aparecen donde menos se esperan. Un terremoto, un huracán, una inundación, una guerra, el éxodo inesperado, al que se suma la crisis ambiental y con ella la pérdida de las fuentes de agua sin cuya existencia nada es posible.  

Buena parte de los movimientos y el éxodo mundiales estarán determinados por la pérdida de fuentes de agua y muy seguramente habrá guerras ocasionadas por la disputa del precioso líquido. "Si el agua es el origen de la vida, su ausencia es lo que ha condicionado el movimiento. Está detrás de nuestra evolución, de las migraciones...".

Escribe Wade Davis :" para ellos(los mamos de la Sierra nevada de Santa Marta) esto era la verdadera medida de un pueblo: la relación de cuidado y respeto que tenían por un cuerpo de agua que les daba vida"(libro "Río Magdalena: territorios posibles". 

Valdría la pena preguntarnos sobre nuestra relación con las fuentes de agua que hacen posible nuestra existencia. Y lo que debemos hacer para conservarlas. 

sábado, 10 de febrero de 2024



EL DESEO

En el año de 1204, al cumplir cincuenta años, Kamo No Chomei decide irse a vivir en una cabaña humilde cerca de Kioto,  capital del Japón. Quiere deshacerse de las preocupaciones y problemas que lo aquejan. Al cabo de cinco años allí, se traslada al monte Hino donde construye una cabaña  de apenas tres metros cuadrados. Dedica su vida a caminar por los bosques, a leer y escribir, a pintar y a meditar : "la enseñanza del Buda consiste, en esencia, en el desapego hacia todas las cosas" (Pensamientos desde mi cabaña).

Renunciar a las cosas mundanas, al deseo, lograr la iluminación es el propósito de Chomei. Aunque encuentra en la naturaleza, en la música el consuelo. Al contrario de Chomei,  Fréderic Lenoir, filósofo francés contemporáneo, autor de "Filosofía del Deseo", piensa que "un ser humano sin ningún deseo es un cadáver... creo, como decía Spinoza, que el deseo es lo que constituye nuestra singularidad como seres humanos. Es el motor fundamental de nuestra existencia; sin él, no tendríamos ganas de vivir, ni de levantarnos por las mañanas" (Entrevista de Daniel Soufi, El País).


Para el francés, el deseo no consiste en ahogarse con el exceso: "priorizar la calidad sobre la cantidad". Ser en esencia epicúreo. En la sociedad contemporánea, el deseo es estimulado por las redes sociales, que convierten los encuentros en una práctica artificial, y el reconocimiento depende de los likes.  Por lo tanto, la "autodisciplina" es la respuesta adecuada a las exigencias de modelos imposibles de alcanzar:  " redirigir nuestro deseo hacia algo, ya sea una persona, una actividad o un objeto, que nos brinde un mayor bienestar"

En la vorágine de la vida contemporánea, "Los jóvenes ya no están seguros de lo que quieren, tienen miedo a establecer relaciones y temen al otro. Deciden que pueden satisfacerse mejor individualmente que en compañía de otra persona. Todos estos factores hacen que en la actualidad las relaciones físicas directas, no solo de naturaleza sexual, sino también emocional y afectiva, resulten intimidantes para muchas personas".

En la noche clara, Chomei contempla las estrellas. El silencio lo aproxima a la plenitud. Una nube negra atraviesa el cielo: "¿Es  tu karma miserable la causa de tus inquietudes? ¿ O tus pensamientos han desvariado de tal modo que te has vuelto loco? "

sábado, 3 de febrero de 2024

 

EL HOTEL DONDE ORINÓ MARLENE DIETRICH

Existe en Río de Janeiro un hotel, Copacabana Palace, emblema de la ciudad y escenario de anécdotas singulares: "El hotel donde orinó Marlene Dietrich en una cubeta de arena, donde nadó sola Lady Di, tan lejos de Carlos, donde (supuestamente) se bañó desnuda Janis Joplin y fue expulsada. donde tantas son las leyendas, tan magnífico el servicio, donde hay una cosa esencial: el alma carioca. Todo lo demás son, también sus dos restaurantes con estrella Michelin, el panasiático Mee, el italiano Cipriani. Su  restaurante  Pérgula, situado junto a  la piscina, que sirve un desayuno merecedor de un aplauso operístico por su viennoiserie (productos horneados al estilo vienés),  sus dulces brasileños, su compota de cajá, su curaduría de mieles de diversas regiones de la república, sus sucos(zumos), su fruta, abacaxi (piña), mamao(papaya), melancia( sandía), melao (melón),  Reportaje de Pablo de Llano Neira, El País".

En el mundo han hecho carrera lugares  a los que artistas, millonarios, empresarios, deportistas, políticos han convertido en íconos de exclusividad, rodeados de leyendas, ciertas o inventadas, y que cambian cada cierto tiempo, aunque algunos permanecen como el Copacabana Palace. Lugares exclusivos donde la chequera es la llave que abre las puertas del lujo, la desmesura y el refinamiento. 


 Como esos lugares son sitios vedados para la mayoría de los mortales, existen otros emblemáticos que acogen a personas pertenecientes a clases socioeconómicas distintas, dotados de ofertas variadas y con personajes singulares y espacios propios para dar rienda suelta a la imaginación.  Bares, cantinas, discotecas dan cabida a aquellos deseosos de romper por un rato la tiranía de horarios y preocupaciones.  Por supuesto, allí también hay rondas de locura, liviandad, lujuria, violencia, seducción y todas las transgresiones al orden establecido.

Otros lugares son santuarios de paz y deleite.  Uno que posee tradición y es sitio obligado para desayunar, tomar las mediasnueves y las onces es la pastelería Florida, ubicada en la carrera 7 con calle 21 en Bogotá. La delicia del lugar la aportan el chocolate, el queso- únicos- , los huevos fritos, los tamales y otras delicias bogotanas. Los cafés para chismosear y disertar sobre todo; las tiendas, espacios de asesoría psicológica, difusión de asuntos locales-chismes-, centro  de negocios, lugar de  encuentros- amorosos y amistosos-, escampadero y refugio de solitarios.  Los centros comerciales han adquirido un sitial para encuentros y actividades, todas alrededor del consumo. Por supuesto, estos lugares no dan alas a las locuras: ni orinar, ni empelotarse, ni, ni.

Un sitio emblemático con todas las de la ley es la Bizcochería el Néctar, de Guaduas, dada la originalidad y calidad de sus colaciones y el pan, porque ocupa un sitial de honor entre las panaderías de Colombia.

Los lugares de encuentro, de goce, de desenfreno cambian. Desaparecen las tiendas, la inseguridad limita la libertad de acción y las pantallas se erigen en los nuevos lugares para compartir. La virtualidad reemplaza el contacto físico y la comunicación  se desenvuelve en el marco de las redes sociales. 


Lugares como el Copacabana representan el reino de lo exótico, aquello exclusivo de una clase poderosa que marca la distinción con objetos de consumo peculiares y actos que trasgreden las normas sociales. Ellos en esos lugares. El resto,  en otros menos sofisticados. Tomar vacaciones, descansar, dedicar un tiempo a actividades placenteras son parte de la búsqueda de momentos en los que los preceptos son arrojados por la borda y la locura, el desborde y el exceso reclaman su lugar en el gran teatro humano.