VIAJAR LIGERO
Eso plantea Pepe Mujica. Viajar ligero en la vida. Así que toca hacer un alto en el camino y preguntarnos cuánto de lo que hacemos y aspiramos representa una carga que hay que desechar. Para los que quieran.
Esta situación de pandemia nos ha dejado una lección magistral: nada es seguro en la vida. De un momento a otro, lo que nos parecía empotrado en la rutina inexorable, dejó de ser. Y así sea por un instante, la lección valiosa es la de que la incertidumbre es la timonel que dirige nuestros destinos.
Frente al hecho formidable de sabernos menos poderosos, de reconocer que existen seres a los que miramos con microscopio y despreciamos con soberbia, formamos parte de una planeta en el que conviven- y en especial malviven- especies diversas, así que cada acto nuestro repercute en el equilibrio del planeta. Además, esos seres, diminutos o enormes, esa naturaleza esplendorosa que hemos convertido en muladar, al igual que nosotros, actúan y nos afectan hasta el punto de amenazarnos y recluirnos. No somos únicos ni exclusivos.
Y lo mejor: frente a circunstancias excepcionales, las personas son capaces de desarrollar estrategias, salidas originales a las crisis. Si no, que lo digan los maestros, que en apenas dos días debieron armar una estrategia de enseñanza virtual, sin preparación previa.
Y lo mejor: frente a circunstancias excepcionales, las personas son capaces de desarrollar estrategias, salidas originales a las crisis. Si no, que lo digan los maestros, que en apenas dos días debieron armar una estrategia de enseñanza virtual, sin preparación previa.
Voy pues a comenzar a contar qué llevaré en mi maleta ligera:
Mas comprensión por las personas y sus vidas.
Lecturas mas meditadas.
Mas encuentros con los amigos alrededor de un buen piquete o asado.
Las memorias de los paisajes contemplados.
El amor de mi familia.
La solidaridad con los excluidos del festín.
Los ratos placenteros.
Mis bluyines y un buen par de tenis.
La curiosidad por lo que viene.
Los diálogos sin agresiones, la búsqueda de un punto de acuerdo, la alegría de reconocer un buen argumento.De admitir el error.
Los recuerdos de infancia.
La confianza en la inventiva humana para el bien.
Quisiera llevar los libros que he amado, pero pesan mucho, así que me conformo con unos pocos.
Son tantas cosas que creo que solo queda reducirlas a una: en mi maleta solo echaré el amor infinito por la vida.
Mas comprensión por las personas y sus vidas.
Lecturas mas meditadas.
Mas encuentros con los amigos alrededor de un buen piquete o asado.
Las memorias de los paisajes contemplados.
El amor de mi familia.
La solidaridad con los excluidos del festín.
Los ratos placenteros.
Mis bluyines y un buen par de tenis.
La curiosidad por lo que viene.
Los diálogos sin agresiones, la búsqueda de un punto de acuerdo, la alegría de reconocer un buen argumento.De admitir el error.
Los recuerdos de infancia.
La confianza en la inventiva humana para el bien.
Quisiera llevar los libros que he amado, pero pesan mucho, así que me conformo con unos pocos.
Son tantas cosas que creo que solo queda reducirlas a una: en mi maleta solo echaré el amor infinito por la vida.
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