VER LA RANA DORADA
Tenía 12 años la primera vez que vi a la rana dorada venenosa en un documental de NatGeo. Descubrí en ese momento que el hermoso y letal anfibio habitaba únicamente en Colombia y empecé a soñar con la posibilidad de estudiar animales venenosos. Poco podía imaginar que nueve años después estaría en un laboratorio de la Universidad de los Andes manipulando, por primera vez , otra rana que parecía ser aún más tóxica.(Tras el secreto del mortal coctel de la rana dorada, Mabel González Montoya, El Espectador)
Melba Escobar pregunta al padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, en la revista Bocas:
M.E.:-¿Recuerda cómo decidió seguir una vocación espiritual?
F.R.: -Sí, estaba en la finca de mis abuelos, un atardecer muy bello, cuando se ocultaba el sol detrás de los Farallones, experimenté profundamente que todo era expresión de un amor sin límites que se manifestaba a través de la naturaleza, los caballos, los árboles, mi familia, entonces supe que dedicaría mi vida a tratar de entender y anunciar ese misterio.
¿En qué momento surge, como por encanto, la seducción que nos condena a cadena perpetua con algo, llámese un deseo, una actividad, un oficio, un arte, una ciencia? No hay límites para el enamoramiento que ocurre ante un hecho que desencadena en nuestro interior una revolución total, al punto de acompañarnos siempre sin importar las circunstancias diversas que acompañan el día a día.
Jock Zonfrillo, destacado chef dueño del famoso restaurante Orana en Australia, resalta en El Tiempo (Simón Granja, Los aborígenes australianos son los verdaderos chefs), el valor que tuvo una conversación para decidirse a convertirse en el famoso chef que es hoy en día:
En una reunión casual con un músico aborigen en Sidney, llamado Jimmy, comenzó una conversación de cuatro horas sobre la comida bush (alimentos tradicionales de los aborígenes australianos". Habló sobre temporadas, sabores y técnicas culinarias y su increíble conexión con la tierra; me dejó maravillado. La conversación cambió mi vida, quedé fascinado con los ingredientes nativos y quería aprender todo lo que pudiera sobre ellos.
El milagro de "ver la rana dorada", de descubrir el "bush" que late en cada experiencia es la confluencia del asombro, el interés y la persistencia. Descubrir un fenómeno e incorporarlo a nuestras vidas como un asunto que requiere de nuestra atención es el paso seguro para las verdaderas pasiones. Aquellas que nos descubren la diversidad del mundo, la complejidad del alma humana, la riqueza del universo.
Jock Zonfrillo, destacado chef dueño del famoso restaurante Orana en Australia, resalta en El Tiempo (Simón Granja, Los aborígenes australianos son los verdaderos chefs), el valor que tuvo una conversación para decidirse a convertirse en el famoso chef que es hoy en día:
En una reunión casual con un músico aborigen en Sidney, llamado Jimmy, comenzó una conversación de cuatro horas sobre la comida bush (alimentos tradicionales de los aborígenes australianos". Habló sobre temporadas, sabores y técnicas culinarias y su increíble conexión con la tierra; me dejó maravillado. La conversación cambió mi vida, quedé fascinado con los ingredientes nativos y quería aprender todo lo que pudiera sobre ellos.
El milagro de "ver la rana dorada", de descubrir el "bush" que late en cada experiencia es la confluencia del asombro, el interés y la persistencia. Descubrir un fenómeno e incorporarlo a nuestras vidas como un asunto que requiere de nuestra atención es el paso seguro para las verdaderas pasiones. Aquellas que nos descubren la diversidad del mundo, la complejidad del alma humana, la riqueza del universo.
En actividad o en reposo, con menos o mas años, la curiosidad y el deseo de ampliar nuestras miradas frente al mundo, de descubrir los secretos que yacen en el fondo de nuestros corazones, de deslumbrarnos ante la complejidad de la naturaleza y la diversidad social y cultural, son los acicates que nos hacen relacionarnos con la vida de manera gozosa, plena.
No importa la edad, el sexo, la salud, el lugar. Todo está ahí, listo para ofrecernos los encantamientos que le asignan sentido a nuestras vidas. Lo que importa es conectar lo de afuera y lo de adentro.
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