SUICIDIO Y LUGARES
Yukio Shige recorre periódicamente los acantilados de Tojimbo, no para deleitarse con el paisaje imponente del mar arrebatado, sino en busca de posibles suicidas. Tojimbo es uno de los lugares preferidos para suicidarse en el Japón. Y Yukio, policía retirado, trata de persuadir de no hacerlo a las personas que acuden a este lugar para poner fin a sus días.
¿Qué atrae a estos sucidas para escoger un lugar como Tojimbo? Allí, el mar golpea con fuerza los acantilados, y el lugar escogido se encuentra a una altura considerable, por lo que no hay posibilidades de sobrevivir. En Colombia, algunos sitios populares para suicidarse, como el Salto de Tequendama, poseen características similares. ¿Existe alguna relación entre altura, agua y vacío como elementos propicios para cometer este acto definitivo? Hace ya un buen número de años, los suicidas de Medellín tenían como sitio preferido el antiguo Palacio Municipal, y en Bucaramanga debieron realizar algunas reformas a un puente vehicular para evitar los saltos al vacío de aquellos que habían decidido matarse.
Tal vez, el sueño fallido de volar se manifiesta de manera brutal en el salto definitivo. Los sueños humanos semejan el intento de Icaro de acercarse al sol. Un vuelo, el último, para conciliarse con alguno de los elementos naturales, aquellos que los griegos consideraron el origen de la vida: agua, tierra, aire, fuego.