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miércoles, 25 de noviembre de 2009



LENGUAS, EMOCIONES


En una calle cualquiera de Bogotá, un hombre observa a la multitud que transita apresurada. Rostros, cuerpos, ademanes, fintas, miradas atraen su atención. Y le seduce la lengua que emplean, tan distinta de la propia. Tal vez sean los mismos asuntos de conversación, mecidos por ritmos y sonidos ajenos. ¿Serán iguales las sensaciones, las emociones desbordadas o contenidas? Tal vez. Tomás Eloy Martínez escribe en EL REGRESO DE ELIAS CANETTI: A diferencia de casi todos los hombres, que disponen de una sola lengua para el amor, para los recuerdos y la desdicha, Canetti tuvo por lo menos cuatro lenguas de infancia: EL LADINO, "MI LENGUA DE LA COCINA", COMO EL DECÍA; EL BÚLGARO; EL ALEMÁN, QUE SUS PADRES LE PROHIBIERON HABLAR Y LEER, HASTA LOS SIETE AÑOS; EL INGLES, DE SUS PRIMERAS LECTURAS. ¿Será posible amar con igual intensidad en otra lengua, homologar la "lengua de cocina" con aquella que por una u otra circunstancia se aprende y asimila?

Varios escritores-Kafka, Canetti, Nabokov- abandonaron el vehículo expresivo de su infancia, la lengua madre, y alcanzaron en otros idiomas la forma más adecuada para plasmar obras de inmensa belleza. ¿Cómo es posible apropiarse de una lengua que nace de otras circunstancias, que crea universos tan ajenos a la cultura en la que nacemos? Tal vez la seducción de lenguas prestigiosas, imperialistas hace posible el cambio de piel, el abandono de los zapatos viejos y la postura de una nueva muda.

Confieso que la idea de expresarse en diversas lenguas me parece un hecho mágico, río de muchos afluentes que nos conduce al mar multicolor con el que soñamos de niños.

Bueno, amigos blogueros, los invito a participar en estas ocurrencias, pues de sus textos crece la ceiba inmensa que casi toca el azul cielo.

















La experiencia de comunicarse en otra lengua

2 comentarios:

  1. Expresarse en otra lengua tiene el encanto de que uno puede ser otro, porque como me dijo un profesor de inglés, hay que encontrar la persona que uno es en el otro idioma. Y es que uno puede ser verdaderamente distinto. A veces me pasa que encuentro muy buenas expresiones en otros idiomas que no hay en el mío. Otras veces siento que nunca podría expresar algunas cosas en otro idioma. Por ejemplo, los hablantes de portugués no se enamoran, se apaixonan, y en cambio no tienen novio sino namorado. También hay ocasiones en que siento que mi idioma no es el mío. Yo se que hablo español desde siempre, y que además sería casi imposible saber sobre el origen de mis ancestros, pero es como si me costara mucho decir algunas cosas. Como si estuviera traduciendo. No se, creo que a todos nos pasa. Eso sí, poder entender a otros en sus idiomas es uno de los grandes placeres de la vida. El hallazgo más maravilloso es llegar a entender que estamos hechos de lo mismo y que, sin embargo, los adornos del idioma nos hacen parecer infinitamente diferentes.

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  2. El ser humano es tan recursivo que si no conoce una lengua se la inventa y el lenguaje es tan sorprendente que hasta en un espacio babelico nos hacemos entender, sea con señas, con dibujos o con una simple mirada. Sin embargo, expresar lo que pensamos y sentimos a traves del codigo linguistico es una habilidad que no todos nos atrevemos a utilizar. Requiere dedicacion y constancia el poner por escrito aquello que pensamos y quedar satisfecho. Por eso aunque riamos juntos, hablemos de todo un poco, disfrutemos con la lectura y compartamos muchos momentos cuando llega la hora de escribir se detiene la rueda . Ahora bien, este blog es una buena oportunidad de superar este miedo de escribir y simplemente hacerlo.
    Gracias por la invitación.

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