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sábado, 25 de octubre de 2025



 

HUMOR, SALUD Y AMOR

-¿Quieres saber cuál es el aspecto mas interesante para una mujer cuando se relaciona con un hombre?- me pregunta mi amiga.

-El atractivo físico y el dinero- respondo con el criterio imperante entre los hombres.

-No-, responde ella. - El humor-. 

Caramba, no lo sabía, así que nos dedicamos a hablar del humor en la vida de las personas.

Creo sin duda que una relación en la que el humor está presente posee solidez. Situarse ante la vida con esa actitud entre irónica y jocosa ofrece el mejor ángulo para comprender la vida sin la rigidez ni el tono rimbombante que caracteriza a los duros de corazón.

Decía Henry Bergson que reímos para corregir la rigidez de la vida(Aldo Cívico). Ante el tono solemne de ciertos personajes, nada mejor que una descarga de buen humor; ante la estupidez de políticos vanidosos, es el humor el corrosivo que destruye egos y denuncia al rey desnudo. 

Reír posee propiedades terapéuticas. Fortalece la quijada, amplia la capacidad pulmonar, estimula la producción de endorfinas y serotonina, disminuye el estrés, fortalece el sistema inmunológico, aumenta el flujo sanguíneo y reduce la presión arterial. 

El humor nos alienta a mirar el mundo con ojos escépticos y a la vez optimistas. Nos facilita la comprensión y nos permite romper los esquemas almidonados que solo conducen a la ira y el dogmatismo.

Amigos: en vez de fotos retocadas, perfumes costosos y  poses de dandi,  descargas de humor que alienten el interés de esa chica distante. 

Humor y amor. ¿Sí ven lo cerquita que están?

sábado, 18 de octubre de 2025

 


LAS VISITAS

Un asunto que se recuerda de la niñez es el de las visitas. Esas marchas forzadas en las que se tenían que soportar charlas de adultos, sesiones de consejos, regaños y un chocolate espeso. Había que acudir a toda clase de tretas para sacarle el cuerpo a una costumbre pesada. 

A lo largo de la vida, las visitas forman parte del ritual familiar. Las hay, la mayoría, que se realizan por obligación y conveniencia. Son pesadas, aburridas y la mayor recompensa es rebasar la puerta luego de la consabida despedida. Las hay que suceden de manera espontánea. hola, cómo está, siga un ratico, cuyo desenlace es imprevisible. y están las que deseamos hacer y que solo ocurren en raras ocasiones.

De las visitas agradables está esa hecha a una chica que nos gusta, un amigo con el cual compartimos gustos, un amigo mayor que nos seduce con su charla amena y sorprendente. Lo que sucede es que esos encuentros son mejores si suceden en un bar, una cafetería, un restaurante, es decir, un lugar neutral.


He aprendido que pocas veces se recibe con agrado una visita inesperada. y nada mas tormentoso que una visita familiar que no se acaba. Recuerdo que un amigo decía: lo mejor, cuando llega una visita inesperada es decir: "Hola, bienvenido, ¿Cuándo se va? 

hay visitas que son inevitables y se hacen con gusto: a un amigo enfermo, a alguien afectado por alguna circunstancia de la vida. En cambio, nada mas engorroso que una visita de pésame.

¿Qué significa una visita? Es ratificar un orden,  una amistad, cumplir con un requisito, acudir a pedir un favor. En general, una visita forma parte de las prácticas sociales que sellan la existencia  de un mundo en apariencia inmodificable.

Reconozco que he sido poco amigo de las visitas, así que lo expresado aquí es parcial, sesgado, injusto. Prefiero siempre los lugares neutrales, desprendidos del arsenal de requisitos, convenciones y obligaciones propios de las visitas en casa.


sábado, 11 de octubre de 2025




¿A QUÉ HUELE TU BIOGRAFÍA?

En el campo de batalla se juega el destino de un grupo de combatientes  y la suerte de un reino. Los historiadores describen los factores que influyeron en el desenlace final, las estrategias, los errores y aciertos de los generales, la pesadumbre de la derrota, la euforia del triunfo. Mas allá de los hechos mayores, un aspecto relevante siempre olvidado en las crónicas: el campo huele a sangre, a sudor, a orines, a excrementos, a pólvora. El humo de los cañones nubla la visión y el olor a quemado asciende del suelo e impregna el ambiente.

Los relatos históricos carecen de olor. Son narraciones que destacan las imágenes y los textos, dejando  otras sensaciones que acompañan las acciones, los personajes. El olfato,  se ubica en el lugar mas bajo de la escala de los sentidos, a pesar de su impacto en la vida de las sociedades. Es el olfato el lector mas acucioso de las vivencias de las personas, de la manera como se afianza la cultura en nuestro ser. Los archivos no huelen. 

La historia oficial se escribe con ojos y manos. Se redacta desde la distancia, con tinta y papel, con fechas y nombres que se alinean como soldados en una cronología. Pero el cuerpo queda fuera. No hay sudor en los documentos, ni sangre en las notas de  pie de página. El campo de batalla, ese escenario donde se juega el destino de los pueblos, se narra como si fuera un tablero de ajedrez, sin barro, sin moscas, sin hedor. El olor, ese sentido que no se puede citar ni ilustrar, queda excluido del archivo. La historia sin nariz es una historia mutilada.

En la jerarquía sensorial de Occidente, el olfato ocupa el último peldaño. Se le considera animal, primitivo, poco confiable. La vista reina como sentido del saber; el oído, como sentido del lenguaje; el tacto, como sentido del afecto. El olfato, en cambio, se asocia con lo íntimo, lo visceral, lo incontrolable. Pero es precisamente esa cualidad la que lo convierte en lector acucioso de lo vivido. El olfato no argumenta: recuerda. No explica: convoca.

El olor es archivo invisible. Es cultura encarnada. Es la forma en que la memoria se instala en el cuerpo sin pasar por el lenguaje. El olor de la infancia, el perfume de una amante, el hedor de una cárcel: todos son formas de inscripción que escapan al texto. El olfato es el sentido que más resiste la escritura, pero también el que más la desafía. ¿Cómo narrar una revolución que olía a sudor colectivo? ¿Cómo registrar el olor de la pólvora en la independencia de Colombia?

Olor y vergüenza van de la mano. Escondemos nuestros olores naturales, los vestimos con el glamur de la apariencia. Oler bien  significa neutralizar nuestro cuerpo, negarle presencia en el escenario social. El capitalismo nos ha domesticado para que ejerzamos la represión sensorial.

Si de reivindicar lo colectivo se trata, debemos rescatar el patrimonio odorífico. Los olores que fluyen en la cotidianidad y evidencian una experiencia colectiva. Un colombiano está molesto con los olores de su vecino de la India. Tantas especies desagradables. Se lo encuentra en el vestíbulo del edificio. Le dice:" quería hablarte de unos olores". El indio lo mira y le dice:" ah, qué bueno, porque estoy desesperado con el olor a cilantro de tu cocina".

Dicho de otra manera:¿A qué huele tu biografía? ¿A qué huele tu país?

sábado, 4 de octubre de 2025

 


ROBIN WALL KIMMERER

Dedicado a Sergio Mendoza Patiño por su grado en Biología ambiental
 
Wall Kimmerer se asombra de que, de acuerdo con una encuesta, " niñas y niños conocen un centenar de logos y marcas diferentes, y solo una decena de plantas (una de ellas, el árbol de Navidad)(Mark Padilla, El País). Es que ella es una bióloga indígena que ha dedicado su vida  a estudiar las plantas, a conectar los saberes nativos con los científicos y a cuestionar el papel ideológico del idioma ingles en la manera como nos asumimos los seres humanos en el planeta. 
La revista Time la catalogó este año de 2025 como una de las personas mas influyentes del planeta. Cuenta Kimmerer que "de sus abuelos aprendió un lenguaje que incluía, por ejemplo, un verbo para expresar el surgimiento de un hongo de entre la tierra húmeda de la noche a la mañana, y otro tipo de conocimientos: la (supuesta) inteligencia de las plantas, sus múltiples relaciones de dependencia —como explica en su libro Reserva de musgo. Una historia natural y cultural (Capitán Swing, 2024) — y su condición de ente vivo".

Para Kimmerer, el idioma inglés es el principal transmisor de la tierra como proveedor de recursos: "con él se redactan documentos que transmutan un bosque milenario en un contenedor de toneladas de carbón vegetal".  A tal punto hemos acomodado el idioma inglés a los intereses comerciales, que hemos empobrecido nuestra mirada del mundo que nos rodea, reduciéndolo a un corpus ligado al consumo. El inglés es un idioma recargado de sustantivos, reflejo de la obsesión por las cosas. "Y el problema es, según ella, que en inglés todo lo que no somos nosotros es it, un simple pronombre que transforma los animales, las plantas, los árboles en cosas. Y con esta objetivización del mundo natural, todo es susceptible de convertirse en un simple recurso, y nada más".


Admiro a los jóvenes que eligen dedicar su vida al estudio de la biología, el medio ambiente, la geografía, la microbiología, la medicina, la enfermería, la geología y tantas otras  disciplinas complementarias. Son varios chicos y chicas de Guaduas, amorosos con la comprensión y el cuidado de nuestro planeta, enamorados de la diversidad presente en el cosmos y atentos a brindar consejo y protección a quien lo requiera. A ellos va mi reconocimiento.

Resignificar nuestra relación con la naturaleza y con el lenguaje forman parte de una tarea imprescindible en la escuela. 


sábado, 27 de septiembre de 2025



¿VIDA O VIDAS?

 ¿Se celebran tantos años de vida o tantos años de vidas? Escoja usted. Yo prefiero la segunda. Mas acorde con el hecho de que somos variables en el tiempo, transformados por los avatares de existencias en acción, sujetos a las contingencias de toda clase que nos redefinen como personas.

A mí me llama la atención la existencia  de esos monjes budistas alejados del mundanal ruido, dedicados a la meditación y a la soledad, como Kamo No Chomei, el autor de "Pensamientos desde mi cabaña", quien a sus cincuenta años  decidió construir una cabaña de tres metros cuadrados en medio de un bosque. Por supuesto, ni por asomo llevaría esa vida, pero me inquieta si esos monjes son  los mismos después de años de convivir en soledad. 

Si celebro mi cumpleaños número 25, ¿qué quedará de esa vida cuando cumpla cuarenta? ¿tendré los mismos arrestos y el entusiasmo de  juventud? ¿los mismos anhelos, sueños? ¿quién seré cuando cumpla cincuenta? ¿Tendré el entusiasmo de épocas pasadas, el vigor y el deseo vivos? ¿qué asuntos me molestarán cuando cumpla sesenta? ¿qué aspectos nuevos se apoderarán de mi corazón si llego a los setenta? 


Dice Neruda en su poema XX: " los muchachos de entonces, ya no somos los mismos". Tampoco las muchachas. Díganme si no tengo razón: un hippie sesentón es una caricatura del rebelde joven, partidario de la vida comunal y el amor libre. Eso sí, queda el tumba'o.

Siento que deliro. Soy otro. Consulto a Copilot. Ella(?)  me propone elaborar un poema que dice así:

Hay una que despierta con el sol en la lengua,

y otra que se esconde detrás del espejo.

Una que escribe con la mano izquierda

y otra que borra con la derecha.

Hay una que ama sin nombre,

otra que colecciona nombres como piedras.

Una que recuerda el cuerpo de la infancia

y otra que lo niega, lo disfraza, lo inventa.

Soy la que duda,

la que canta en voz baja,

la que se disfraza de certeza

para no llorar en público.

No soy una.

Soy muchas.

Soy las que fui,

las que fingí,

las que soñaron con ser otra.

Muy bello poema, Copilot. Definitivamente, soy otro. Hace años  hubiera mandado al carajo a la Copilot esa. 

sábado, 20 de septiembre de 2025




UNA APROXIMACIÓN A LA EDUCACIÓN:
DELA BIBLIOTECA  A LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Muchos guadueros recuerdan su viaje frecuente a la biblioteca de la Fundación Antonio Romero Guzmán con el fin de realizar consultas, elaborar carteleras, armar modelos de los sistemas del cuerpo humano, encontrarse con los amigos, con las novias y novios. Todo un paisaje cultural y afectivo que marcó a muchas generaciones, gracias a la pericia de Alejandra y su enorme talento para convertirse- dicen hoy- en la Google de la época.

En ese escenario reinaba el libro. Enciclopedias, manuales, textos escolares, mapamundis, diccionarios aportaban el recurso para resolver las tareas de la época. De la memoria prodigiosa de la bibliotecaria dependía la rapidez de la consulta. Hoy, la biblioteca sigue funcionando, aunque han cambiado las prácticas y existe allí una sala de internet, una biblioteca infantil, una sala general y un espacio disponible para encuentros de niños y jóvenes en actividades recreativas y de promoción lectora. La consulta  de libros se ha reducido a su mínima expresión y es el internet el encargado de resolver las tareas de los estudiantes.

"Para algunos, como cuenta Joshua Rothman en un ensayo reciente en The New Yorker, el smartphone posibilita el sueño de andar con una biblioteca en el bolsillo; para muchos otros ofrece un acceso a formas de ocio e información mas atractivas y accesibles", nos cuenta Daniel Gascón(¿Caminamos hacia el final de la lectura? El País). El efecto se refleja en las estadísticas que señalan un descenso enorme en la lectura por diversión, una dependencia absoluta en el celular para las consultas escolares y una inmersión total en este aparato al punto de ocupar por lo menos cuatro horas diarias en la población adolescente.

Leemos en la prensa que algunos países han prohibido el uso del celular en las aulas. Francia, por ejemplo. En Colombia, 20 instituciones educativas de élite han hecho lo mismo y muestran que los resultados en el rendimiento académico de los estudiantes ha mejorado en gran escala. La cuestión: ¿es la prohibición la mejor manera de evitar la dependencia del celular por lo menos en la escuela? Hasta ahora, parece esta decisión la mejor para contener el fervor de los alumnos por navegar en las redes sociales. Sin embargo, un virus silencioso avanza sin pedir permiso: la IA. 

Ahora, cuando proliferan las reacciones frente a las pantallas, también genera preocupación la inteligencia artificial. Algunos estudios apuntan a posibles efectos negativos: “Del mismo modo que confiar en un GPS entumece nuestro sentido de la dirección, confiar en la IA para escribir y razonar puede resultar entumecedor para esas destrezas”, señala un informe de investigadores del MIT. Su llegada y sus ventajas obvias para escribir o resumir textos reforzarían la idea, formulada de varias maneras en las últimas décadas, del fin de la “galaxia Gutenberg” y el regreso con internet a una cultura que se parece más a la oral, una “oralidad secundaria”, en palabras del filósofo del lenguaje Wayne Ong (El País).

Lo que intuyo de la presencia demoledora de las nuevas tecnologías es que nos acercamos al final de la escuela como aparato fundamental para la transmisión de la tradición y el conocimiento. Las disposiciones de salones, espacios de recreación, horarios, currículos, interacciones estarán determinados por el papel determinante de la IA en los procesos de adquisición de conocimientos y en el impacto de la misma en todos los ámbitos de la sociedad. Es muy difícil determinar cómo serán esos cambios. De lo que estoy seguro es de que en corto tiempo, veremos cambios sustanciales en las instituciones educativas y en la manera como se concibe la educación en una sociedad. 


sábado, 13 de septiembre de 2025

 

 SER POETA 

Hablar de poesía y de poetas significa transitar por la ruina, la melancolía y la desesperanza. Si ser artista ya representa el camino al fracaso, ser poeta  constituye  la forma excelsa de vagar por los márgenes de la sociedad. Y con todo, aún existen poetas. 

Si en otras épocas el poeta encarnaba la visión romántica, el deslinde con lo común para alcanzar las costas de la verdad, hoy tenemos otras voces que jamás asumen el riesgo, los cuestionamientos y la búsqueda de la belleza. Es, por el contrario, la veneración del consumo, el aplauso interesado al poder lo que marca la tendencia.

Ser poeta en una sociedad atrapada por los cantos de sirena de las redes sociales  representa una manera de asumir de forma plena la riqueza presente en cada fragmento, en cada detalle de la existencia. Allí el paisaje sutil que se insinúa en la persistencia de la flor entre el cemento,  de la voz que abre nuevas perspectivas y nos conduce a desentrañar los misterios de un mundo en constante ebullición. De la atención debida al silencio, a la conversación. A la contemplación. 

No mas conmiseración ni duelo por los poetas. Ellos están vivos. Sus voces nos descubren los pasadizos secretos de la verdad y la ternura. Ellos son los portadores de mensajes secretos, de rituales juguetones, de armonías y verdades. De mensajes que estimulan la comprensión, y la armonía. Para ello, tienen la palabra. 

Alguien escribió:

La poesía es un árbol sin hojas que da sombra.

Los invito a ver la película "Un poeta", de Simón Mesa, joven director antioqueño, ganador del premio del Jurado a mejor película en el Festival de Cannes.