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sábado, 27 de septiembre de 2025



¿VIDA O VIDAS?

 ¿Se celebran tantos años de vida o tantos años de vidas? Escoja usted. Yo prefiero la segunda. Mas acorde con el hecho de que somos variables en el tiempo, transformados por los avatares de existencias en acción, sujetos a las contingencias de toda clase que nos redefinen como personas.

A mí me llama la atención la existencia  de esos monjes budistas alejados del mundanal ruido, dedicados a la meditación y a la soledad, como Kamo No Chomei, el autor de "Pensamientos desde mi cabaña", quien a sus cincuenta años  decidió construir una cabaña de tres metros cuadrados en medio de un bosque. Por supuesto, ni por asomo llevaría esa vida, pero me inquieta si esos monjes son  los mismos después de años de convivir en soledad. 

Si celebro mi cumpleaños número 25, ¿qué quedará de esa vida cuando cumpla cuarenta? ¿tendré los mismos arrestos y el entusiasmo de  juventud? ¿los mismos anhelos, sueños? ¿quién seré cuando cumpla cincuenta? ¿Tendré el entusiasmo de épocas pasadas, el vigor y el deseo vivos? ¿qué asuntos me molestarán cuando cumpla sesenta? ¿qué aspectos nuevos se apoderarán de mi corazón si llego a los setenta? 


Dice Neruda en su poema XX: " los muchachos de entonces, ya no somos los mismos". Tampoco las muchachas. Díganme si no tengo razón: un hippie sesentón es una caricatura del rebelde joven, partidario de la vida comunal y el amor libre. Eso sí, queda el tumba'o.

Siento que deliro. Soy otro. Consulto a Copilot. Ella(?)  me propone elaborar un poema que dice así:

Hay una que despierta con el sol en la lengua,

y otra que se esconde detrás del espejo.

Una que escribe con la mano izquierda

y otra que borra con la derecha.

Hay una que ama sin nombre,

otra que colecciona nombres como piedras.

Una que recuerda el cuerpo de la infancia

y otra que lo niega, lo disfraza, lo inventa.

Soy la que duda,

la que canta en voz baja,

la que se disfraza de certeza

para no llorar en público.

No soy una.

Soy muchas.

Soy las que fui,

las que fingí,

las que soñaron con ser otra.

Muy bello poema, Copilot. Definitivamente, soy otro. Hace años  hubiera mandado al carajo a la Copilot esa. 

sábado, 20 de septiembre de 2025




UNA APROXIMACIÓN A LA EDUCACIÓN:
DELA BIBLIOTECA  A LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Muchos guadueros recuerdan su viaje frecuente a la biblioteca de la Fundación Antonio Romero Guzmán con el fin de realizar consultas, elaborar carteleras, armar modelos de los sistemas del cuerpo humano, encontrarse con los amigos, con las novias y novios. Todo un paisaje cultural y afectivo que marcó a muchas generaciones, gracias a la pericia de Alejandra y su enorme talento para convertirse- dicen hoy- en la Google de la época.

En ese escenario reinaba el libro. Enciclopedias, manuales, textos escolares, mapamundis, diccionarios aportaban el recurso para resolver las tareas de la época. De la memoria prodigiosa de la bibliotecaria dependía la rapidez de la consulta. Hoy, la biblioteca sigue funcionando, aunque han cambiado las prácticas y existe allí una sala de internet, una biblioteca infantil, una sala general y un espacio disponible para encuentros de niños y jóvenes en actividades recreativas y de promoción lectora. La consulta  de libros se ha reducido a su mínima expresión y es el internet el encargado de resolver las tareas de los estudiantes.

"Para algunos, como cuenta Joshua Rothman en un ensayo reciente en The New Yorker, el smartphone posibilita el sueño de andar con una biblioteca en el bolsillo; para muchos otros ofrece un acceso a formas de ocio e información mas atractivas y accesibles", nos cuenta Daniel Gascón(¿Caminamos hacia el final de la lectura? El País). El efecto se refleja en las estadísticas que señalan un descenso enorme en la lectura por diversión, una dependencia absoluta en el celular para las consultas escolares y una inmersión total en este aparato al punto de ocupar por lo menos cuatro horas diarias en la población adolescente.

Leemos en la prensa que algunos países han prohibido el uso del celular en las aulas. Francia, por ejemplo. En Colombia, 20 instituciones educativas de élite han hecho lo mismo y muestran que los resultados en el rendimiento académico de los estudiantes ha mejorado en gran escala. La cuestión: ¿es la prohibición la mejor manera de evitar la dependencia del celular por lo menos en la escuela? Hasta ahora, parece esta decisión la mejor para contener el fervor de los alumnos por navegar en las redes sociales. Sin embargo, un virus silencioso avanza sin pedir permiso: la IA. 

Ahora, cuando proliferan las reacciones frente a las pantallas, también genera preocupación la inteligencia artificial. Algunos estudios apuntan a posibles efectos negativos: “Del mismo modo que confiar en un GPS entumece nuestro sentido de la dirección, confiar en la IA para escribir y razonar puede resultar entumecedor para esas destrezas”, señala un informe de investigadores del MIT. Su llegada y sus ventajas obvias para escribir o resumir textos reforzarían la idea, formulada de varias maneras en las últimas décadas, del fin de la “galaxia Gutenberg” y el regreso con internet a una cultura que se parece más a la oral, una “oralidad secundaria”, en palabras del filósofo del lenguaje Wayne Ong (El País).

Lo que intuyo de la presencia demoledora de las nuevas tecnologías es que nos acercamos al final de la escuela como aparato fundamental para la transmisión de la tradición y el conocimiento. Las disposiciones de salones, espacios de recreación, horarios, currículos, interacciones estarán determinados por el papel determinante de la IA en los procesos de adquisición de conocimientos y en el impacto de la misma en todos los ámbitos de la sociedad. Es muy difícil determinar cómo serán esos cambios. De lo que estoy seguro es de que en corto tiempo, veremos cambios sustanciales en las instituciones educativas y en la manera como se concibe la educación en una sociedad. 


sábado, 13 de septiembre de 2025

 

 SER POETA 

Hablar de poesía y de poetas significa transitar por la ruina, la melancolía y la desesperanza. Si ser artista ya representa el camino al fracaso, ser poeta  constituye  la forma excelsa de vagar por los márgenes de la sociedad. Y con todo, aún existen poetas. 

Si en otras épocas el poeta encarnaba la visión romántica, el deslinde con lo común para alcanzar las costas de la verdad, hoy tenemos otras voces que jamás asumen el riesgo, los cuestionamientos y la búsqueda de la belleza. Es, por el contrario, la veneración del consumo, el aplauso interesado al poder lo que marca la tendencia.

Ser poeta en una sociedad atrapada por los cantos de sirena de las redes sociales  representa una manera de asumir de forma plena la riqueza presente en cada fragmento, en cada detalle de la existencia. Allí el paisaje sutil que se insinúa en la persistencia de la flor entre el cemento,  de la voz que abre nuevas perspectivas y nos conduce a desentrañar los misterios de un mundo en constante ebullición. De la atención debida al silencio, a la conversación. A la contemplación. 

No mas conmiseración ni duelo por los poetas. Ellos están vivos. Sus voces nos descubren los pasadizos secretos de la verdad y la ternura. Ellos son los portadores de mensajes secretos, de rituales juguetones, de armonías y verdades. De mensajes que estimulan la comprensión, y la armonía. Para ello, tienen la palabra. 

Alguien escribió:

La poesía es un árbol sin hojas que da sombra.

Los invito a ver la película "Un poeta", de Simón Mesa, joven director antioqueño, ganador del premio del Jurado a mejor película en el Festival de Cannes.